El conocido humorista mendocino Cacho Garay tenía en su domicilio de Luján de Cuyo cinco armas de fuego que fueron secuestradas durante un allanamiento. Al parecer esta situación fue clave a la hora de su detención luego de una denuncia efectuada por su esposa.
“Violencia física, económica y sexual” fueron las palabras utilizadas por el letrado de la mujer, aunque, según pudo saberse, el detonante fue un episodio de violencia en un hotel de la ciudad cordobesa de Carlos Paz el fin de semana pasado. El abogado sostuvo que su clienta fue a un refugio para mujeres, ya que su esposo se negaba a dejar la casa que compartían en Mendoza. Por supuesto, esto forma parte de la denuncia y deberá investigarse para comprobar si todos esos hechos sucedieron, ya que Garay se declara inocente.
Entre las armas secuestradas se encuentran un machete de hierro de 40 centímetros de largo, un hacha con hoja de hierro, dos escopetas, dos fusiles y una pistola de gas comprimido.
En su cuenta de Facebook, Garay se declaró inocente y agradeció a sus fanáticos: “Gracias a los miles de mensajes de apoyo, y gracias a Dios porque mi verdad me mantiene la conciencia cristalina”, sostuvo.
A todo esto, el abogado de su pareja, Verónica Macías Bracamonte, reveló en el programa Intrusos que su clienta “está en un refugio, sin comunicación con nadie y la dirección no la puede brindar”. Cacho Garay y Verónica Macias Bracamonte están juntos desde hace más de una década.
Cuándo se hizo la denuncia
La denuncia fue radicada el domingo, por un hecho ocurrido el sábado en un hotel de nombre Eleton. Se dijo que Cacho Garay y su esposa tuvieron una discusión muy fuerte en la que tuvo que intervenir la seguridad del hotel.
Aplicaron todos los protocolos correspondientes y apartaron a Cacho de la habitación, que estaba “totalmente dada vuelta”, se indicó.
De todos modos, también trascendieron otros detalles respecto de lo que la mujer viene padeciendo e incluirían, entre otros aspectos, haberla obligado a participar de fiestas sexuales e incluso también lo habría acusado ante la justicia de haberla obligado a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
Según explicó el abogado de Verónica, en la legislación hay medidas que la Justicia toma escuchando a una sola parte, que en este caso es la denunciante: “El agresor tiene que ser excluido del hogar y eso no se está cumpliendo. Ella económicamente está desamparada, físicamente no puede ingresar a su hogar y psicológicamente no puede hablar”.
La mujer estaría siendo asistida por muchas personas que están capacitadas en casos de violencia de género. A todo esto, Garay quedó aprehendido en una sede policial mendocina y a disposición del fiscal Daniel Carniello, quien lo imputó durante esta mañana por “amenazas agravadas por el uso de arma en contexto de violencia de género y tenencia ilegítima de armas de uso civil” y según fuentes del Ministerio Público Fiscal recuperaría la libertad en las próximas horas mediante el pago de una fianza.