Este 25 de mayo (feriado) recordamos los 213 años de una de las fechas más significativas de Argentina, el Día de la Patria y la Revolución de 1810. Una multitud se reunió en la Plaza de Mayo para celebrar la defensa de la soberanía popular e impulsar el camino hacia la declaración de independencia en 1916.
Qué fue lo que sucedió el 25 de mayo de 1810
Entre el 18 y el 25 de mayo de 1810 empezó a gestarse en el Río de la Plata el proceso revolucionario que daría el primer gran paso para el surgimiento del Estado argentino. La denominada Primera Junta, encabezada por Cornelio Saavedra, se opuso a la Junta de Sevilla que gobernaba en aquel entonces en nombre del rey español Fernando VII.
Aquel 25 de mayo el virrey Cisneros fue destituido y asumieron entonces los representantes designados por el Cabildo. Allí comenzó el proceso revolucionario que culminaría con la declaración de la independencia el 9 de julio de 1816, en Tucumán.
Quiénes fueron los integrantes de la Primera Junta de 1810
- Presidente: Cornelio Saavedra, comandante de armas.
- Secretarios: Mariano Moreno y Juan José Paso.
- Vocales: Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu y Juan Larrea.
Por qué se produjo la Revolución de Mayo de 1810: algunas causas
Crisis de la monarquía española: España emprendió reformas en la segunda mitad del siglo XVIII (”reformas borbónicas”). En primer lugar, poder aumentar los recursos para afrontar los problemas financieros que tenía la Corona española. Para eso, decidió fomentar las economías coloniales y aumentar la presión fiscal. En segundo lugar, como las colonias americanas se hallaban amenazadas por Inglaterra y, por otro lado, España y Portugal peleaban por el territorio que se extiende al norte y al oriente del Río de la Plata, la Corona española debía reforzar la defensa militar de sus colonias. En tercer lugar, las reformas impulsaron la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 y su división en intendencias con el fin de mejorar la administración.
Las reformas fueron rechazadas en el territorio americano, en especial por parte de los criollos.
En 1808, tras la invasión de Napoleón Bonaparte en España, el rey Fernando VII fue encarcelado y depuesto (abdicaciones de Bayona). Entonces, el líder francés designó como monarca a su hermano José. El pueblo se levantó contra el ejército invasor y formó Juntas de gobierno autónomas en las ciudades no ocupadas. Las Juntas enviaron diputados a Sevilla y allí se constituyó la Suprema Junta Central Gubernativa del Reino, que gobernó a partir de entonces en lugar y nombre de Fernando VII.
La noticia generó intranquilidad en el Río de la Plata, a lo cual surgió la pregunta detonante: “Con el rey preso, ¿quién gobierna en América?”. El principio de retroversión de la soberanía establecía que en un caso así, al no hallarse presente la autoridad legítima, la soberanía vuelve al pueblo, concretamente al Cabildo, que obtiene así el derecho de designar procuradores que forman una Junta.
Invasiones inglesas de 1806 y 1807: para hacer frente a la ocupación inglesa, el pueblo de Buenos Aires armó cuerpos de milicias con criollos. No solo los locales demostraron capacidad para defender su destino, sino también dejaron en evidencia el abandono y la debilidad de los españoles.
Revolución Francesa de 1789: la influencia de las ideas de libertad, justicia e igualdad, que personajes de la Revolución como Belgrano y Moreno absorbieron en su época de estudios en Europa.
Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776: sirvió como un ejemplo para los criollos de que una revolución e independencia en Hispanoamérica eran posibles.