“¡Qué tiempo loco!” La clásica afirmación no estuvo nunca tan bien aplicada como estas últimas semanas en Mendoza. Es que realmente parece haberse vuelto loco.
Hubo varias jornadas de un viento Zonda tan persistente que parecía que no iba a irse nunca. Unos días hace calor y luego baja drásticamente la temperatura. De hecho el fin de semana parecía un día de verano y el lunes bajaron 10 grados.
De las lluvias ¡ni hablar! La semana pasada llovió tanto para lo habitual en Mendoza que generó grandes dificultades y, de hecho, las precipitaciones acumuladas han movido favorablemente los registros de manera notoria. Y esta semana volvieron.
¿Realmente parece haberse vuelto loco o es algo esperable? El tema no parece sorprender demasiado a los meteorólogos.
El meteorólogo Fernando Jara explicó que se trata de algo esperable para la época, ya que en los equinoccios, tanto de primavera como de otoño, suelen presentarse cambios bruscos en las condiciones del tiempo. Sin embargo, lo cierto es que vienen presentándose fenómenos más extremos lo cual asoció al cambio climático.
Por qué cambia tanto el tiempo
“Siempre en esta época del año, en el periodo de transición de equinoccios, es cuando los sistemas se mueven más rápido”, explicó Jara.
Apuntó que los sistemas son bajas y altas presiones y que sobre todo las primeras ingresan a estas latitudes, la latitud media del hemisferio sur, y generan estas condiciones.
“Siempre pasa que tenemos una probabilidad de Zonda para un día, o una masa de aire cálido húmedo, con temperaturas muy elevadas, y de repente ingresa el frente frío y te cambian las condiciones”, explicó.
Dijo que los últimos días lo que hubo entre el sábado y el domingo fueron temperaturas muy elevadas, una masa de aire cálido y húmedo, asociado a esto un viento importante en altura, que también dio un efecto a Zonda y que hizo que las máximas ascendieran a 37,4°C el domingo. Se habían registrado 34° de máxima el sábado. Esto generó tormentas en la tarde-noche hacia el este y al sureste de Mendoza, incluso tormentas con granizo. Pero el lunes hubo un marcado descenso de la temperatura, que perdió 10 grados para marcar una máxima de 27,4°C. El martes más aún, la máxima fue de 21°C por la madrugada, se mantuvieron en torno a 16°C por la tarde y volvieron las precipitaciones. Explicó que esto se debe a una vorticidad ciclónica, una gran inestabilidad.
Pero a estas cuestiones propias de la época hay que sumar otras más macro que hace que los fenómenos sean más prolongados e intensos: “Es por el cambio climático, podemos llamarle ebullición climática también, entonces los sistemas y los fenómenos meteorológicos en esta época del año, en el hemisferio sur, en el equinoccio de primavera, pasan más seguido y con mayor intensidad o con mayor magnitud”.
Otro aspecto a considerar es que 65% de los eventos de viento Zonda en Mendoza ocurren entre mayo y noviembre. En tanto, el pronóstico extendido del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ya anticipaba que para octubre, noviembre y diciembre hay 45% más de probabilidades de que las temperaturas que se registren en Mendoza estén por encima de la media. Jara confirmó que en octubre esto ya sucedió (ver aparte). También las precipitaciones de octubre han marcado un récord (ver aparte).
Fenómenos en Mendoza
Efectivamente, y por tomar solo algunos de los fenómenos, el año pasado se registraron más eventos de Zonda que años anteriores. Como detalló en ese entonces a Los Andes Daniel Burrieza, director de Defensa Civil de la provincia, durante todo 2022 se registraron 10 eventos de Zonda, mientras hasta fines de setiembre de 2023, cuando aún faltaban tres meses para que terminara el año, habían sido 12. Pero además se trató de eventos de gran intensidad que provocaron innumerables daños.
Este año, la primavera llegó a la provincia acompañada de mucho Zonda. El miércoles 18 de septiembre el fenómeno afectó a varios departamentos, incluido el Gran Mendoza y se incrementó el jueves, para cuando se emitieron alertas y se suspendieron las clases. Lo llamativo es que persiste prácticamente las dos jornadas. El fenómeno regresó el sábado, aunque más tímidamente.
Aunque por aquel entonces sorprendió porque parece ser un episodio de menos horas de duración, Jara dijo que son hechos que a veces ocurren pero que la gente se olvida.
Las precipitaciones en 2023 estuvieron muy por debajo del promedio anual de Mendoza. Si este es en torno a 220 milímetros anuales, la sequía hizo que ese año sólo precipitaran 84,5 mm, menos de la mitad. Pero, al menos en las últimas semanas, 2024 parece estar tomándose revancha. Las lluvias que se presentaron entre el lunes 7 y el miércoles 9 de octubre acumularon casi la mitad del registro promedio anual. “Durante este período se registrarán lluvias y tormentas con montos totales acumulados entre 30 y 70 mm, pudiendo registrarse máximos totales superiores a los 100 mm”, anticipó el SMN.