La elección de estudios de nivel superior es algo a veces muy desafiante para los estudiantes, determinante en cuanto a su futuro y, como se sabe, en la que juegan diversas variables como las habilidades personales, las inclinaciones y gustos, las opiniones ajenas pero inevitablemente atravesada por condicionantes del contexto.
Los nuevos escenarios, los jóvenes actuales con sus propias concepciones, tan diferentes de las de generaciones anteriores, los proyectos de vida que también han cambiado, van generando nuevas demandas y circunstancias para el sistema académico.
Pero ¿qué están eligiendo quienes buscan avanzar en su formación en este nivel y qué tienen en cuenta?
Lo primero que asoma cuando se empieza a indagar en las universidades, es el aumento en el interés por los trayectos más cortos, tecnicaturas, lo que incluso las ha llevado a generar títulos intermedios en carreras universitarias que requieren al menos 4 años de formación.
Otra particularidad de las inclinaciones actuales tiene que ver con una preferencia por las carreras con contenido en informática, un terreno que genera nuevas y permanentes ofertas pero sobre todo con un mercado laboral prometedor.
Se destaca entre las características de las elecciones más recientes, que a partir de la pandemia ganaron interés los estudios asociados a las ciencias de la salud y no hablamos sólo de Medicina, que nunca pierde “público” sino de todo el universo en torno, a partir del cual han ido surgiendo inluso tecnicaturas que cumpen ademas con el requisto de una extensión más acotada.
Sin embargo, estas nuevas tendencias y la mayor demanda de recorridos alternativos no terminan de destronar a las carreras más tradicionales del top de las preferencias. Como desde hace años, propuestas como Derecho, Ciencias Económicas, Medicina, Bioquímica o Veterinaria siguen entre las más elegidas.
Cuáles son las carreras más elegidas
Consultadas las universidades sobre cuales son las carreras que convocan más interesados entre los aspirantes a primer año la respuesta es unívoca: siguen siendo las más tradicionales, aquellas que suelen recomendar los familiares con concepciones más ortodoxas quizás por considerar que se trata de alternativas que darán chances de inserción laboral asegurada y con buenos ingresos, al menos es lo que está instalado en el imaginario social.
Asimismo, referentes del ámbito universitario creen que también puede influir en esto el hecho de que se desconozca la oferta educativa más amplia o más reciente, incluso quizás aquellas propuestas que podrían estar asociadas a esa alternativa tradicional y que quizás, en estas nuevas variantes, ofrecerían algo que agrade más, se adapte más al perfil o con otras cualidades para esa persona.
En la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), 5 carreras concentran 28% de la demanda de los aspirantes a ingresar.
Del total de unos 19.000 aspirantes que se inscriben para ingresar a las 200 carreras que ofrece, 10% se inscribe en Medicina, 6% en Derecho, 6% quiere ser contador, 3% elige Enfermería (una tecnicatura) y 3% Ingeniera Industrial.
Julio Aguirre, a cargo de la Secretaría Académica señaló que hay que diferenciar la foto de la película. “Si se toma la foto se siguen prefiriendo las carreras tradicionales, allí está la mayor cantidad de los aspirantes, salvo Enfermería que es más nueva (...) si tengo que mirar la película de qué es lo que más ha crecido en el tiempo; es en Ciencias de la Salud sobre todo en la oferta que tiene la Facultad de Ciencias Médicas y en Ciencias Básicas y Tecnológicas con un crecimiento de las tecnicaturas”, explicó, en referencia a la tendencia de los últimos 10 años.
En la Universidad Juan Agustín Maza, Veterinaria, Nutrición, Kinesiología, Educación Física, Bioquímica, Farmacia y Enología concentran la mayor cantidad de inscriptos y es así desde hace muchos años, aseguró Mónica Torrecilla, Vicerrectora de Vinculación, Investigación y Extensión. La casa de estudios ofrece 56 carreras y una buena proporción de ellas tiene título intermedio. Son carreras que tienen una duración promedio de 4 a 5 años.
“Con la pandemia Kinesiología pasó al frente y retrocede Veterinaria, pero asumimos que en parte podría haber influido la presencialidad, ya que la segunda es una carrera muy práctica”, expresó.
Allí, desde 2016 son más o menos las mismas carreras las que generan más interés aunque varíe la cantidad de ingresantes.
“Pero sobre el tiempo, contra la elección de carreras cortas, sigue primando la vocación del estudiante”, subrayó.
Nuevas tendencias en los estudiantes
La oferta en carreras cortas, como tecnicaturas, va en aumento asociado al mayor interés que generan entre los aspirantes.
“Los estudiantes parecen mostrar una tendencia a preferir compromisos más cortos en su vinculación con la vida universitaria, es decir que no quieren estar 6, 7 u 8 años estudiando, que es lo que dura una carrera en general”, dijo Aguirre.
Por eso comienzan a generarse más titulaciones intermedias y nuevas ofertas de carreras técnicas, que han crecido mucho.
“También que las carreras tengan más carga de virtualidad, es una demanda cada vez mayor”, dijo, aunque aclaró que hay regulaciones en cuanto a qué proporción de la carrera puede tener esa modalidad.
Sobre esta preferencia argumentó: “Se están acortando los tiempos de muchas cosas en la vida cotidiana y hay una idea de fluidez en los mercados de empleo que no existía en el pasado: antes se hablaba de trabajar 40 años en una misma empresa y hoy si le decís a un chico que va a trabajar 30 años en una misma oficina le da una ataque”.
Y continuó: “Hay una interpretación de los tiempos y de la fluidez de los tiempos de vida y tienen más internalizada la idea de ir cambiando, de ir reorientándose profesionalmente e ir buscando nuevos horizontes todo el tiempo, en ese esquema carreras de 6 a 7 años de duración real se transforman en menos atractivas que carreras que en un tiempo más corto les habilitan a tener una participación laboral profesionalizada y eventualmente ir eligiendo si se siguen perfeccionando en eso o si empiezan a cambiar en otras direcciones”.
Dolores Lettelier, fue secretaria académica de la UNCuyo durante la gestión anterior. Tiene una mirada amplia de las preferencias de los aspirantes ya que organizó la Feria de Oferta Educativa en la que confluyó la oferta pública y la privada.
Sobre las nuevas realidades en este sentido dijo que es algo que empieza a emerger ante la necesidad de relacionar tener que trabajar y querer estudiar a la vez.
“Los perfiles y las preferencias van cambiando porque priorizan otras cosas, aparte de tener su carrera profesional, vincularlo con la naturaleza, actividades deportivas, situaciones de cuidado familiar, familia y otras actividades, además de estudiar”, mencionó.
“Pasa lo mismo con el trabajo: ya no es para toda la vida, sino que buscan que se pueda viajar, home office, cambia el paradigma sobre el que toman las decisiones”, agregó. Y en este sentido apuntó: “Este es un gran desafío para el sistema educativo, hoy se necesitan competencias transversales, liderazgo, comunicación efectiva, ahora se piensa en familias de carrera que es lo que hace la UNCuyo”.
Leonardo Simon, vicerrector académico universidad Champagnat dijo que en la casa de estudios han tenido un aumento de toda la matrícula en general y que si bien las tradicionales aumentan esto ha sido mayor en nuevas propuestas, particularmente asociadas lo tecnológico y en las que hay como fortaleza el otro interés: la posibilidad de obtener titulaciones intermedias antes de llegar al título universitario.
Dio como ejemplo que la Licenciatura en Sistemas entre 2022 y 2023 tuvo 80% más ingresantes. Como un plus en el incentivo comentó que en 2021 la universidad lanzó la Beca Indira para promover el ingreso de mujeres en carreras relacionadas con la tecnología y la informática por la cual acceden a 50% de descuento en las cuotas durante toda la trayectoria. Esto está asociado a la necesidad de impulsar mayor participación del género en el sector.
Lo mismo sucede con la Licenciatura en Diseño Digital que los ha llevado a duplicar la estructura debido a la alta demanda. Esta opción se rediseñó para ofrecer la oportunidad de, en poco tiempo y por trayectos, ir accediendo a diferentes credenciales lo que permite una rápida inserción laboral..
“La tendencia es a que en las carreras largas muchos estudiantes no las terminen y el mercado laboral tiene un dinamismo muy rápido”, explicó en cuanto a la intención cada vez más instalada de ofrecer alguna certificación del trayecto ya cursado para que no se queden con nada si no llegan al título de grado.
“Esta carrera responde al modelo de micro credenciales o certificaciones cortas que es una tendencia en educación a nivel mundial por tener competencias para salida rápida y por el desgranamiento que se produce en las carreras largas”, destacó.