Dos municipios del Gran Mendoza buscarán hoy acordar medidas para bajar la circulación en el área metropolitana y “ordenar” los horarios de ingreso y egreso de gran parte de la sociedad en sus actividades fuera de casa, sobre todo con la implementación del horario corrido en los comercios a partir de las 10. El objetivo es, por un lado, bajar la posibilidad de contagios de coronavirus en la provincia, e intentarán adelantarse a posibles restricciones, para tratar de no complicar aún más la situación económica de las actividades.
Hoy al mediodía, en la municipalidad de la Capital, el intendente, Ulpiano Suárez; recibirá a su par de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar; al titular del Centro de Empleados de Comercio (CEC), Fernando Ligorria; y dirigentes de la Cámara empresaria de comercio, industria, turismo y servicios de la Ciudad de Mendoza (Cecitys); la Cámara de Comercio de Godoy Cruz; y la Federación Económica de Mendoza (FEM).
Los dos municipios tratarán de impulsar de forma efectiva un “ordenamiento” de los horarios para descongestionar el transporte público, cuyas unidades deberían estar lo más liberadas para evitar el contagio de quienes utilicen los micros y el metrotranvía.
De esta manera, García Zalazar y Suárez, dando un paso hacia adelante con los comercios, intentarán abrir el juego al resto de los municipios del Gran Mendoza. “De lo que resulte de esta reunión vamos a dialogar con los demás intendentes, porque las medidas aisladas no tendrán el impacto que se necesita para bajar la circulación”, admitió a Los Andes el jefe comunal capitalino.
Suárez destacó que en la Capital hay 7.300 comercios, que generan un movimiento muy alto de personas que tanto en el ingreso como egreso en la mañana y la tarde a sus trabajos, establecen un impacto en los micros “que podría bajarse con el horario corrido”.
Con la disposición del gobernador, Rodolfo Suárez, de que las escuelas abran a las 8; la administración pública a las 9 y los comercios a las 10, se podría distender la circulación de los micros. Pero lo cierto es que hoy un buen porcentaje de comercios no están implementando este horario.
Además, entienden que con el horario corrido “se eliminarían dos pasajes de personas que van y vuelven a su trabajo, utilizando también el transporte público”. En este sentido, con un horario que arranque de las 10 en adelante, y un cierre entre las 18 y las 20, “quedarían esos márgenes sin congestionar en los micros, y también se daría la ‘exclusividad’ más temprano para alumnos y docentes, y lo mismo para los empleados públicos y municipales”, marcó Suárez.
Si bien el mandatario provincial estableció la recomendación en el decreto hace ya dos semanas, lo cierto es que no todos los comercios se han plegado al horario corrido.
Según una encuesta del Instituto de Desarrollo Comercial (IDC) realizada en octubre del año pasado, 7 de cada 10 dueños o gerentes de comercios de la Capital manifestaron que están de acuerdo con el horario corrido. De la misma manera se mostraron los empleados, cuya aprobación al horario corrido fue mayor (8 de cada 10 optaron por esta modalidad), teniendo en cuenta que perderían menos tiempo viajando, y también podrían ocupar mejor sus horas libres.
No obstante, el Intendente aclaró que “muchos comercios igualmente están abriendo más temprano. Tenemos que lograr acuerdos para que haya un entendimiento entre todos y cuidar la apertura económica que hay dentro de esta segunda ola”.
De hecho, otra encuesta del IDC de fines de marzo, el 37% de los comercios tiene horario cortado y el 73% no estaría de acuerdo con un eventual cierre de comercios a raíz de la segunda ola de covid.
Por otro lado, también expresó Suárez la necesidad de que los supermercados y los bancos puedan adaptar sus horarios también a lo dispuesto en el escalonamiento. “Más allá de que muchas cosas en las entidades financieras se resuelven por internet, lo cierto es que lógicamente los trabajadores se mueven en horarios antes de las 10, y lo mismo la gente que va a hacer trámites allí”, expresó.
De acuerdo con la medida impulsada por la Provincia y tomada por los dos municipios, desde el CEC Ligorria destacó que acompañan el horario corrido, pero marcó la importancia de que se cumplan los horarios para los trabajadores, y que “no se corte la actividad económica”.
“Vamos a plantear que el horario corrido sea para todos. Las medidas extraordinarias son lógicas, para descomprimir la aglomeración de gente en el transporte publico”, sostuvo.
También aseguró que pedirán a los municipios y a la provincia que sean “más rigurosos” con los protocolos de los aforos en los locales comerciales y supermercados. “Vemos grupos de personas y familias enteras comprando en comercios y supermercados, lo que complica la capacidad del lugar y el riesgo de contagios”, agregó.
Por otro lado, desde la FEM, el director ejecutivo, Juan Manuel Gispert, sostuvo que es necesario seguir impulsando el horario corrido más en esta etapa de pandemia; pero también valoró el apoyo en crecimiento que está teniendo este tipo de modalidad de trabajo en los comerciantes y propios empleados.
“El tema es que muchos quieren hacerlo y no tienen estructura para llevarlo a cabo”, señaló. También explicó que el horario corrido se impulsaría para los comercios de la zona metropolitana, ya que “otros comercios, como los de cercanía, funcionan mejor cuando los trabajadores están llegando a sus hogares”.
Evitar la restricción
Pero también, este horario escalonado, si es implementado de manera rigurosa en el área metropolitana, podría servir también otorgar beneficios para el rubro gastronómico, que suele ser uno de los primeros en verse afectado con las restricciones nocturnas.
Según explicó Suárez, con los comercios cerrados más temprano por el horario corrido, se bajaría la circulación de gente después de las 20, quedando ese espacio hasta que comience la alerta sanitaria “descongestionada” para los restaurantes.
“Tenemos que lograr el escalonamiento y vinculación de las actividades. Durante el día se pueden la mayor cantidad de actividades (comerciales, financieras y educativas, entre otras) y después de ese horario a la gastronomía. Con eso bajaríamos la cantidad de personas en ese horario nocturno, y evitaríamos posibles futuras restricciones impuestas”, finalizó.
No obstante, hay quienes piensan que si los comercios cierran más temprano, los restaurantes podrían perder clientela “que consume al paso, o al salir de su trabajo cerca de la hora de almorzar o cenar”.
