Un grupo de radiólogos autoconvocados de Mendoza se encuentra en pie de guerra ante la intención del Gobierno de Mendoza de derogar la ley 4.966, aquella que define la carga horaria, el esquema de trabajo y el de “pausa laboral”, y como parte del renovado Plan de Salud.
Y es que, actualmente, los técnicos y especialistas en radiología de Mendoza cuentan con una carga horaria de 24 horas semanales (distribuidas en 4 horas diarias, de lunes a sábado). Y, además, cuentan con el ítem de “Pausa laboral”, que les permite tomarse 30 días de descanso por cada 5 meses de trabajo.
“Esa licencia especial se da porque la radiación causa daño cromosómico a nuestras células. Entonces se da pausa laboral, para poder recuperar las células que perdemos por trabajar con radiación”, explicó Analía Lissandrello, radióloga y una de las autoconvocadas que ya ha mantenido reuniones en la Legislatura de Mendoza -principalmente con referentes de la oposición- para evitar que se avance con la derogación de la ley.
Según denuncian los autoconvocados, de acuerdo a la propuesta de ley del Ejecutivo, presentada en febrero de este año en la Casa de las Leyes, se busca encuadrar al personal que trabajan con radiación ionizante en el régimen 15, como cualquier persona que se desempeña como personal de salud. Y, además de eliminar la pausa laboral (30 días de descanso por cada 5 meses de trabajo), se busca cambiar la jornada laboral a 8 horas diarias.
Del lado del Gobierno, y dentro de la especialización en el tema, el especialista en Radioquímica y Aplicaciones Nucleares Guillermo Calderón defendió la propuesta de eliminar la pausa laboral al considerar que no existe evidencia científica que la valide como un método preventivo.
“Es como si yo le dijera a un transportista que no se preocupe por las leyes de tránsito ni por las velocidades máximas y mínimas que debe cumplir, sino que solamente maneje una determinada cantidad de horas al día para protegerse. Y nada más”, resumió Calderón al ser consultado por el pedido de los radiólogos.
“La pausa laboral no encuentra justificación ni explicación técnica, no hay informes ni dictámenes científicos que la avalen como método preventivo”, insistió el especialista.
EL RECLAMO
En la función pública, según destacaron los radiólogos que buscan evitar la derogación de la ley 4.966, se desempeñan cerca de 600 trabajadores. Si se suman aquellos que también trabajan en el sector privado, en toda Mendoza hay unos 2.000 radiólogos matriculados.
“El Gobierno propone eliminar la ley, pero nada más. Nos hemos podido reunir con senadores opositores -aún no del oficialismo- para manifestarles nuestra preocupación y presentamos un escrito en la Legislatura el 3 de abril”, resumió Lissandrello, una de las radiólogas y referentes del reclamo.
Para la especialista, la mayoría de la gente desconoce cómo es el trabajo de los radiólogos.
“Seguimos preocupados por las aseveraciones del ingeniero Guillermo Calderón, que es quien defiende el proyecto de ley del Gobierno para la derogación de la ley 4.966. Él afirma que no corresponde que tengamos una reducción horaria en nuestra carga laboral ni licencias especiales por índole de la tarea, que realizamos un trabajo como cualquier otro, e incluso que las trabajadoras embarazadas pueden trabajar y no es necesario que sean apartadas de la tarea durante el curso de dicho embarazo”, resumió la vocera.
En ese sentido, los autoconvocados también dejaron en claro que están en contra de la manera en que se mide la dosimetría del personal expuesto (ellos mismos, los radiólogos), a cargo del mencionado ingeniero Calderón.
“La lectura de radiación nos da a todos como que no hay una cantidad de radiación detectable. Pero lo cierto es que nos exponemos mucho a la radiación en hospitales, en el servicio de hemodinamia. Y nos parece raro que nos dé siempre ‘no informado’. Nosotros hemos pedido que la medición esté a cargo de otro ente que no dependa del Gobierno y quedaron en confirmar”, agregó Lissandrello.
“Creemos que nuestra salud está en riesgo y que nuestros derechos como trabajadores expuestos a Radiación Ionizante también. Nos dicen que la radiación no es insalubre, pero hay estudios que avalan que la radiación es perjudicial para la salud, enfermedades que van a aparecer cuando nos jubilemos, ya que la radiación es acumulativa.”, concluyó la radióloga.
MEDICIONES CORRECTAS, CONTROLES GARANTIZADOS Y PAUSA LABORAL INNECESARIA
Según explicó Calderón a Los Andes, la ley 4.966 -hoy en el eje de la discusión- fue aprobada en 1984, y la “pausa laboral” nunca contó con avales que la validaran como medida preventiva.
“Ya entonces se insistía en que no había un riesgo, y se cuestionaba la ‘pausa laboral’ de 30 días cada 5 meses de trabajo. Fue una ley que surgió para un reducido grupo de trabajadores y solo en Mendoza”, agregó el ingeniero.
En ese sentido, Calderón aseguró que se respetan todos los límites y medidas de seguridad para quienes trabajan con radiación. Y se hace en base a tres grandes aspectos: la justificación, la optimización y la limitación de las dosis.
“Es incorrecto sostener que los especialistas están expuestos a daños por radiaciones, porque se blindan los equipos y las instalaciones, y -además- se hace la dosimetría y todo se justifica desde la evidencia. En caso de que los límites no se llegasen a respetar, la pausa laboral no tendría ninguna validez para prevención ni para limitar la exposición a la radiación”, agregó Calderón.
En ese sentido, y para argumentar sobre la falta de evidencia, el especialista destacó que ese régimen solamente lo tienen los médicos y técnicos en radiología. No obstante, explicó que ningún otro trabajador de centrales nucleares en el país cuenta con “pausa laboral”.
“La exposición a la radiación se va a dar siempre, independientemente de la pausa laboral”, reforzó.
Ante las críticas y sospechas por las mediciones de exposición a la radiación, Calderón rechazó que no sean fiables y explicó que en Mendoza se hacen mediciones periódicamente, recurriendo a la última tecnología en lo que hace a dosímetros.
“Argentina no es un país que legisle sobre la percepción de dosis, sino que adhiere a los límites internacionales. Y son los mismos de la Unión Europea. No es cierto que la medición no sea certera, pero se tratan defender la pausa laboral con este argumento”, concluyó.