El pasado domingo un -ya repetido- suceso de fiestas clandestinas tuvo lugar en el camping Ball Paraíso, ubicado en la calle La Argentina, de Tunuyán. Allí un grupo de personas se reunió para festejar un “cumpleaños familiar”, el cual podía llevarse a cabo si el cupo de invitados hubiese sido muy reducido y todos estuviesen sentados sin bailes. Pero cuando las autoridades llegaron se encontraron con una fiesta que contaba con más 250 personas y con esa cantidad de gente ya se considera “evento”, por lo que debe contar con el permiso municipal.
Sin embargo, según informaron los medios locales del Valle de Uco, los vecinos del lugar alertaron al 911 sobre lo sucedido y cuando los efectivos policiales arribaron se encontraron con que el camping no contaba con ninguna habilitación municipal para la cantidad de personas que se encontraban, por lo que alertaron sobre las consecuencias y se retiraron.
Pero la cosa no terminó allí, ya que minutos más tarde llegaron al domicilio funcionarios de la municipalidad, quienes detectaron que los invitados excedían el cupo permitido para un cumpleaños familiar, sumado a que había menores consumiendo alcohol y además la pileta no contaba con personal salvavidas, por lo que se procedió a la inmediata finalización del festejo.
“Cerca de las 15:30 fuimos y vimos que había un evento que había empezado a desarrollarse y que estaban ingresando jóvenes; detectamos chicos con hielera, presencia de alcohol y menores de edad”, explicó Diego Casado, inspector general del Municipio de Tunuyán, en diálogo con El Cuco Digital.
Y luego agregó: “Además, había una especie de listado de 250 invitados, para lo cual a esa instancia ya no se considera un cumpleaños familiar sino un evento sin autorización”.
La invitación al cumpleaños
Según trascendió a los medios de Tunuyán, se trataba del cumpleaños de dos jóvenes quienes habían hecho circular una invitación virtual por las redes avisando sobre la celebración. En la misma detallaban que habría DJ, pedían a los invitados llevar alcohol y que se anotaran enviando un mensaje privado, para pertenecer a la lista de los 250 invitados permitidos y de pasó enviar la ubicación.
Sin embargo, en la entrada del camping se presentaron alrededor de 400 personas por lo que las cumpleañeras comenzaron a seleccionar por grupos quienes podían ingresar a su fiesta y entonces así no sobrepasar las 250 personas “permitidas”, según detalló el portal 8digital.com.
Aunque a los invitados se les cobraba entrada, hubo otros que encontraron el modo de colarse por los alrededores, lo que dificultó aún más la situación porque cuando llegaron los municipales había aún más personas de las esperadas.
“Sumando todos los hechos, se le dio aviso a la Policía que asistió y luego de dar aviso al ayudante fiscal en turno desalojaron al lugar. Trabajó Inspección, Preventores y la Policía. Actualmente, la pileta está clausurada pero el camping no. Será hasta que se solucionen los problemas administrativos”, puntualizó Diego Casado.