Cuando Carolina regresó a su casa de Maipú el sábado 20 de julio por la tarde; se encontró con una postal que le estrujó el alma: habían ingresado a su casa forcejeando una cerradura y le habían sustraído algunas pertenencias; entre ellas un televisor que recién comenzaba a pagar. “Nos cambiamos de casa hace poco, y como tenemos terreno baldío al lado; pusimos alarma. Pero dos semanas después nos entraron a robar. Desde ese momento reforzamos la seguridad, pusimos cámaras exteriores adelante y atrás. Y también reforzamos las puertas con candados. Además, estamos terminando de coordinar todo para poner otra alarma exterior”, resume la mujer; quien vuelve a estremecerse con solo recordar esa sensación que la invadió aquella tarde en que regresó a su hogar y descubrió que alguien había invadido su propiedad. “Las cámaras son un arma de doble filo. Porque estás tranquila, pero permanentemente estás paranoiqueada y ante cualquier ruidito; te metés a monitorear desde el celular”, se sincera.
El caso de Carolina no es un caso aislado. Y estos episodios, o tan solo la posibilidad de ser víctima de uno de ellos, llevaron a que los mendocinos refuercen la seguridad y los sistemas de protección en sus domicilios durante los últimos meses. Rejas en puertas y ventanas, cercos perimetrales, alarmas y hasta cámaras (internas y externas) son los elementos más elegidos por los mendocinos para salvaguardar su propiedad e integridad.
“Lo más elegido por la gente en estos meses ha sido el cerco eléctrico. Los sensores exteriores de alarmas son caros, por eso la gente elige el cerco. Tiene un valor de 1.000 pesos por metro lineal, con mano de obra de instalación incluida. Aunque mi recomendación va a ser siempre la alarma”, sintetizó Damián Sáez, de la firma DS Sistemas.
Protección
La declaración del coronavirus con el status de pandemia a principios de marzo trajo consigo la disposición del aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio argentino. Y con este confinamiento, llegó también un marcado incremento en la demanda y consultas por sistemas de seguridad.
“Por lo que más pregunta y ha preguntado la gente en estos últimos dos meses es por instalación alarmas, cierres perimetrales, cámaras y el servicio de monitoreo. Con el tema de que la gente está más tiempo encerrada en su casa; hay muchos robos que se dan en situaciones de ladrones que irrumpen a una propiedad con toda la familia en el interior. En ese sentido, se ha incrementado el pedido y la compra de elementos de protección perimetral; como son sensores, cerco”, acotó a su turno Maron Abdala, de la firma Seguridad 101.
El especialista, quien ya lleva varias décadas en el rubro, destacó que en los últimos 60 días se ha incrementado también la instalación de cámaras en los exteriores. “Antes no se estilaba tanto que la gente pusiese cámaras o sistemas en los exteriores. Pero ahora, con el tema de que hay mucha entradera o que ingresan cuando hay gente durmiendo; es más común que pidan por estos sistemas también”, indicó.
“Generalmente la gente empieza por las rejas, que es lo más básico. Con ellas, todos se sienten un poco seguros. Pero tarde o temprano, cuando pueden, terminan buscando lo que es sistema de alarma”, acotó a su turno Sáez.
Por su parte, Hugo Arrarás -quien trabaja en una ferretería importante del Este mendocino- coincidió en que se ha incrementado la venta de todo tipo de insumos domésticos y que hacen al mejoramiento; no solo de la seguridad, sino de toda la casa en general. “La gente ha aprovechado la pandemia para invertir en detalles de la casa en que antes no invertía, eso se ve en general en las ferreterías. Respecto a seguridad, hemos notado que muchísima gente está cambiando la cerradura de las puertas. Es el indicador más claro de que alguien ha intentado ingresar a una casa, porque se ve forzada”, sostuvo.