Siempre vivviendo el periodismo desde adentro, Ricardo guardaba anécdotas de todo tipo en su memoria; de las más variadas, desde aquellas que “te llenan el alma, hasta aquellas que te la voltearon”. Sin embargo, nunca dudó en responder cuál fue la que más lo conmovió; y tiene que ver con un caso que recuerdaba como si hubiera sido ayer.
“Hace días se cumplieron 25 años del Caso Yoryi Godoy; y fue uno de esos casos que me machacó el alma. Y lo hace al día de hoy”, rememoró Mur, con la voz entrecortada durante una entrevista con Los Andes.
En mayo de 1996, Jorge Godoy y su esposa, Graciela Camargo, denunciaron que su pequeño hijo –Yoryi, de 3 años- había sido robado en la playa de estacionamiento de un supermercado de Guaymallén. La tenebrosa denuncia movilizó a toda la Policía de Mendoza, a la Justicia y a la mismísima sociedad mendocina; conmocionada como con pocos casos se había visto con anterioridad. Todos buscaban al pequeño Yoryi. Por ello mismo, cuando días después se conoció la escalofriante verdad (el padre del niño lo había asesinado a golpes) y lo había enterrado a unos 10 kilómetros de su casa, el estupor fue aún más fuerte.
Mur, que siguió ese caso desde el primer momento y le dio cobertura como periodista, no fue ajeno a la consternación. “Hice todo el seguimiento, desde que denuncian la desaparición del chico en un supermercado, hasta que apareció el cuerpo. Ese fue un caso que me marcó y me costó superarlo; porque lo seguí de cerca y día a día. Recuerdo que en una charla con uno de los principales investigadores de la causa, le dije: ‘acá hay algo raro, algo que no me cierra’. Y él me decía: ‘vos tenés el mismo presentimiento que yo’. Porque uno se mete tanto que empieza a hacer elucubraciones, sus propias ideas y, de una u otra forma, como que te convertís en un investigador. Recuerdo cuando sentí que el tipo (padre de Yoryi) estaba mintiendo, y que su esposa estaba dominada por el marido”, contó Mur en el pasado.
Incluso, confesó lo difícil que le resultó mantener la compostura y mantenerse en el rol de periodista cuando se supo la verdad. “Si yo no hubiese sido un comunicador social en ese momento; hubiese reaccionado muy mal, de la misma manera en que hubo gente que lo quiso linchar, lo insultó. Si no hubiese estado como periodista, no tengo dudas de hubiese estado del otro lado”, piensa en voz alta.