El maltrato animal suele ser uno de los temas más convocantes y que más indignación genera, tanto en redes sociales como en la opinión pública en general. Los escraches a sus perpetradores suelen ser mecanismos comunes para exponer casos de violencia y lograr la repercusión necesaria para que la Justicia intervenga.
Otras veces, las instituciones hacen bien su trabajo y se logran condenas que reparan algo del daño que violentos infringen contra seres indefensos. Esto fue lo que ocurrió en las últimas horas en Salta, donde un fallo condenó a un hombre por herir a un perro.
Se trata de Marcos Martínez, un sujeto de 33 años, que deberá pagar la suma de $108.000 en concepto de maltrato y crueldad animal por haber baleado a “Guerrero”.
Según lo detalla el portal El Tribuno, el Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Salta logró la suspensión de juicio a prueba, luego de asistir a la audiencia en el Juzgado de garantías N°4 Dr. Rodríguez Pipino, en donde el acusado hizo entrega del dinero.
Ahora, además de la multa, el condenado tiene sobre sí la inhibición de portación y tenencia de armas de fuego de por vida, el decomiso de arma de fuego utilizada y dos más, y la obligación de asistir a capacitación en Derecho Animal.
Sebastián Ramayo, subdirector del Instituto de Derecho Animal, aseguró que “Este monto que se consiguió no tiene precedentes en el país en un caso de crueldad animal, porque siempre se arreglaba con el acusado entregando dos o tres bolsas de alimentos. Pero nosotros como representantes legales PAS (Protectora de Animales Salta) creímos que no era suficiente, por eso pedimos un monto mayor proveniente de la venta de armas del acusado”.
“Siempre se arregla por alimento porque en la mayoría de casos no se presenta el denunciante como querellante, pero esta vez con nuestra intervención pudimos y por suerte el fiscal y la defensa estuvieron de acuerdo”, afirmó al mencionado diario.
Sobre el condenado, Ramayo remarcó que “Ahora él debe cumplir con todo lo pactado además del dinero que ya entregó. Tiene que asistir a las charlas del instituto sobre derecho animal, tiene prohibida la tenencia de armas y además tiene una restricción de acercamiento a dos vecinas a quienes había amenazado el día del incidente. El juzgado va a controlar que el acusado cumpla con todo y si lo hace la causa se archiva, pero si hay incumplimiento el proceso legal seguirá su curso”.