“Creo que vamos a tener más casos de dengue que el año pasado”, afirmó la directora de Epidemiología de la Provincia, Andrea Falaschi. En diálogo con Los Andes, la infectóloga aseguró que la pobreza es uno de los factores “determinantes” a nivel socioambiental para la proliferación de la enfermedad que provoca el mosquito Aedes aegypti.
De hecho, la preocupación epidemiológica del Gobierno está estrechamente vinculada a este índice social, que viene aumentando de forma sistemática en todo el territorio nacional. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en marzo, más del 50 % de los argentinos es pobre.
Y Mendoza no escapa a esa realidad. Las cifras sobre la pobreza en el Gran Mendoza que arrojó el Indec reflejaban que casi la mitad de los mendocinos eran pobres (47 %). Ese dato la ubicó como la provincia peor posicionada de la Región de Cuyo y, en los últimos meses ese índice no ha repuntado.
Consultada sobre cómo impactarán en Mendoza estas cifras en la propagación del dengue, Falaschi señaló: “La pobreza es un determinante socioambiental. Creo que vamos a tener más casos que el año pasado y, justamente, tenemos que trabajar mucho más con la comunidad para prevenir el dengue desde la casa, para que la gente haga limpieza de su hogar y, en caso, de presentar síntomas de alarma, concurra rápidamente al centro de salud que corresponda para evitar complicaciones de la enfermedad o más muertes”.
Según estadísticas oficiales, de agosto de 2023 a hasta la fecha, la provincia registró casi 5.600 casos de dengue, muchos de ellos autóctonos; hubo cinco muertes y cinco departamentos con brote epidemiológico.
Un plan de acción desde este mes
La pobreza y las malas condiciones socioambientales que ésta conlleva, sumado al cambio climático (más calor y más humedad en Mendoza), el déficit en áreas de la Salud sobre el manejo de la enfermedad que transmite este mosquito, y el desconocimiento en la población en general sobre cómo prevenir la proliferación de larvas del Aedes aegypti obligó a las autoridades sanitarias a instrumentar a fines de este mes una serie de medidas para evitar una epidemia aún peor que la del último año.
Se trata de seis ejes de acción que están previstos dentro del Plan Provincial Estratégico de Gestión Integrada que diseñó el Ejecutivo para evitar la proliferación del vector transmisor (mosquito) del dengue, del zika y la chikinguña. El plan busca reforzar la capacidad de respuesta con detección precoz y atención adecuada de estos tres virus.
Si bien ya se viene trabajando en la vigilancia epidemiológica se dará inicio a fines de agosto al refuerzo del control y manejo de vectores con el objetivo de poder “gatillar alertas” en tiempo y forma, tanto en áreas de Salud como a nivel poblacional, según señaló Falaschi.
De hecho, se está preparando por estos días todo lo vinculado al diagnóstico de laboratorio para ir viendo en qué etapa de la epidemia estará Mendoza ahora y en los próximos meses.
Otro eje clave del plan estratégico será el manejo del medioambiente, es decir: campañas de información y concientización a la sociedad en general (limpieza doméstica y eliminación de agua estancada como prevención) y en las escuelas. “El tema es cómo la comunidad tome los mensajes de prevención. Si no sacás los mosquitos de tu casa no nos va a ir bien”, sentenció Falaschi.
El refuerzo de insumos y la capacitación a los profesionales de la salud en atención primaria de los casos también será clave para evitar más casos de dengue. De hecho, desde agosto se está entrenando a personal de salud de hospitales, en áreas del Ministerio de Salud y municipios, hasta los primeros días de setiembre.
“El 90 % de los casos han sido leves en Mendoza y se atienden en atención primaria. Hay signos de alarma (como dolor abdominal, vómito que no cesa, sangrado de mucosa o fiebre alta por 4 días o más) y todos los efectores de salud deben estar capacitados para la detección precoz y tratamiento de la enfermedad”, aseguró la titular de Epidemiología.
Pocas vacunas y baja incidencia en Mendoza
La vacunación contra el dengue generó una enorme expectativa tras el brote registrado Mendoza en el verano último. Sin embargo, aún es un tema pendiente por varios motivos.
Falaschi confirmó que, si bien ya hay vacunas disponibles que se comercializan en farmacias, éstas no serán parte del calendario oficial de vacunación. La funcionaria aclaró que no es por falta de presupuesto, sino porque “no es recomendable”. Pues no se ha probado su eficacia en todas las fases de la enfermedad, dijo, y agregó que la prueba más completa se realizó en la población pediátrica, de 4 a 16 años, con resultados positivos.
Por otra parte, –aseguró Falaschi– Mendoza no tiene una tasa de incidencia alta como para implementar la vacunación masiva. “En la Argentina se va a vacunar en los lugares donde la tasa de incidencia sea mayor de 4 mil casos de dengue cada 100 mil habitantes. En Mendoza, no llegamos ni a 300 casos cada 100 mil habitantes. Es realmente muy bajo y en estos casos la clave está en la prevención”, argumentó.
Repelentes del Conicet
Durante el verano pasado, el repelente de mosquitos estuvo en falta y se convirtió, prácticamente, en un objeto de lujo. Al respecto, y teniendo en cuenta que este año podría haber más contagios, los investigadores provinciales del Conicet y una universidad privada de Mendoza están trabajando en conjunto en la elaboración de un repelente exclusivo (DEET) contra el mosquito que transmite el dengue.
La idea es que este producto no falte en la provincia durante los meses más calurosos y que pueda distribuirse de forma gratuita o a precios más accesibles.
Se sabe que los insumos para comenzar la elaboración ya han sido comprados y que por estos días se está afinando un convenio entre Conicet, universidad y Gobierno provincial. Hasta el momento, no hay detalles de cómo será el repelente local, en qué instancia de investigación se encuentra, cuál será su monto y modo de distribución.
En este sentido, y debido a la falta de políticas públicas para prevenir el dengue el año pasado, este mes organismos oficiales tuvieron una reunión en la sede de la Anmat con empresas productoras e importadoras para que haya suficiente provisión de repelentes en el verano.
Las autoridades sanitarias nacionales convocaron a las empresas de repelentes en el país para intercambiar información en busca de que no se repita el faltante de esos productos, como ocurrió el año pasado, en la mayor epidemia de dengue de los últimos 15 años.
La falta de fumigación de los espacios públicos a modo de prevención también fue centro de críticas el año pasado. Sobre ese punto, Falaschi aseguró que los municipios ya están recibiendo por estos días capacitación por parte del Departamento de Zoonosis para que la aplicación sea efectiva y logre el objetivo: evitar la proliferación de larvas.