El martes 26 de julio se cumplirá el bicentenario de la famosa “entrevista de Guayaquil”, la reunión privada que mantuvo José de San Martín con Simón Bolívar en 1822, y que marcó el desenlace de la independencia de América del Sur y el retiro político y militar del Padre de la Patria.
Un grupo de mendocinos viajó a dicha ciudad para rendirle homenajes en ceremonias oficiales, no sin antes dialogar con Los Andes para develar los detalles de aquella charla entre los dos protagonistas, y analizar por qué fue tan importante para la historia.
Hacia el año 1822 la epopeya sanmartiniana para independizar a América del reino español ya era una realidad, con Argentina y Chile dando sus primeros pasos independientes. También lo que hoy son Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela formaban la Gran Colombia bolivariana. Todavía faltaba el último objetivo, Perú, con Lima como “la Ciudad de los Reyes”, el principal bastión de los españoles en la parte sur del continente en ese momento. Por eso, San Martín ya se había instalado militar y políticamente allí, en lo que se conoció como el “Protectorado del Perú” y fue parte de “la Campaña del Perú”, con la intención de emancipar la región y culminar así su proyecto de independencia en toda América del Sur.
“La cosa en Guayaquil, entonces, es una cuestión muy delicada, juega como un equilibrio: el territorio bascula entre la adhesión al protectorado peruano liderado por San Martín, o la adhesión al esquema de Bolívar con la República de la Gran Colombia. Esa ambigüedad que tiene que ver con Guayaquil conduce a que ambos Libertadores se reúnan en julio de 1822, que es lo que se conmemora a 200 años de esa entrevista”, introdujo Beatriz Bragoni, reconocida historiadora mendocina y autora de “San Martín, una biografía política del Libertador”, entre otras obras sobre el General.
Disidencias militares y políticas
Hay varias versiones sobre lo que se dijo y lo que no en esa reunión, pero lo cierto es que la histórica entrevista se centró en dos disidencias claves.
Una de ellas fue el avance militar hacia Lima para terminar de expulsar a los partidarios españoles: “San Martín no tenía capacidad para enfrentar semejante ejército de 18 mil realistas y mucha capacidad militar, entonces se vio necesitado de pedirle ayuda al ejército colombiano, es decir, a Bolívar. Pero resulta que cuando Bolívar se entera que San Martín estaba viajando hacia Guayaquil, fue a la ciudad para tomar el poder e incorporarla a la Gran Colombia”, detalló Eduardo Giro, “militante sanmartiniano e historiador autodidacta”, según él mismo se describe y uno de los mendocinos que viajarán a Ecuador para esta fecha histórica.
“Entonces cuando llega San Martín, se encuentra con que Guayaquil ya era bolivariano y se da cuenta de que ya estaba todo ‘cocinado’. Por lo que, si él pretendía oponerse a eso, directamente tenía que confrontar militarmente a Bolívar, cosa que era un absurdo ya que él iba a buscar su ayuda”, continuó. A su vez, Bragoni explicó que “fue un momento en donde la posición de San Martín en Perú estaba frágil”.
En cambio, la posición de Bolívar hacia junio de 1822 está “más fortalecida” tras el triunfo en Carabobo y la toma de Quito. Según cuenta Giro, el héroe argentino tampoco pudo conseguir el apoyo de Bolívar para unirse a su ejército y derrotar a los realistas en Perú, “incluso San Martín se puso a disposición para estar bajo las órdenes de Bolívar, y ni así accedió”. “Así, el primer motivo que él tenía quedó frustrado”, sentenció el militante.
La otra disidencia tratada en la entrevista de Guayaquil fue la discusión política sobre las formas a seguir tras la independencia, algo en lo que jamás se pusieron de acuerdo: “Aunque admiraran por igual la monarquía constitucional al estilo británico, San Martín seguía pensando que era la más adecuada para la América libre, concibiéndola incluso como estrategia decisiva para que España reconociera la independencia de sus antiguas posesiones en América. En cambio, Bolívar consideraba que el formato monárquico era imposible de aplicar en los países nacidos con las guerras de revolución”, manifestó Bragoni, historiadora de Conicet y la UNCuyo.
“En definitiva, la entrevista es muy importante porque destaca la cooperación en que la independencia es algo que no se discute, pero la entrevista convence a San Martín que su tiempo en América se terminó. Por eso, cuando él regresa a Lima, prepara su partida”, concluyó quien también es vicepresidenta segunda de la Academia Nacional de la Historia.
Volviendo al aspecto militar, para Eduardo Giro “San Martín regresa con frustración de Guayaquil porque se da cuenta que mientras él estuviese en Perú, Bolívar no iba a ir”, por lo que tenía dos alternativas: “Pelear con Bolívar para ver quién de los dos iba a ser el que estuviese a cargo; o se retiraba para no generar discordia y que, fuese quien fuese el Libertador, se lograse la independencia del Perú”.
“Bajo esas condiciones, y como señaló Tomás Guido, ambos no cabían en un solo teatro militar”, definió Bragoni. Para la historiadora, “es muy difícil aceptar que el héroe de la Patria haya tenido un fracaso político, pero hay una situación muy delicada en la que él advierte que ha perdido fuerza a su posición, y por eso abandona el teatro de la guerra”. “La actitud noble es lo que valoramos nosotros los argentinos, la personalidad, la grandeza de San Martín. El aceptar que se tiene que retirar y le deja, entre comillas, la gloria a Bolívar, porque así pasó”, destacó Giro.
Honores al Gran Capitán
“Guayaquil fue el comienzo de su ostracismo, por eso es tan fuerte ir, estar ahí y acompañar a nuestro prócer”, expresó Eduardo Giro, uno de los tres militantes sanmartinianos que viajaron a la ciudad ecuatoriana para estar presentes en las celebraciones del bicentenario de la famosa entrevista. “Para mí es un peregrinaje más que un viaje de conmemoración. Los que somos mendocinos nos sentimos así”, agregó conmovido el custodio de la Bandera de Los Andes.
Es que, para Giro, “Mendoza ha estado ausente en Guayaquil en estos 200 años”, algo imperdonable para él dado “lo importante que fue para San Martín, porque esa fue la semilla que provocó su retiro de la vida militar y política”. Por eso, junto a Adolfo Cueto y Mario Nazar, “queremos que Mendoza vaya a rendir los honores y el reconocimiento que deberíamos haber hecho hace muchos años atrás”, concluyó.
Serán tres días de celebraciones, empezando con un acto central en “El Malecón”, el monumento con estatuas de San Martín y Bolívar en conmemoración a la histórica reunión. Con la ayuda del Gobierno provincial, la UNCuyo, el Consejo Empresario Argentino y Aprocam, “estamos llevando una Bandera de Los Andes, una carta del gobernador, vamos a inaugurar una placa sanmartiniana y libros para crear una biblioteca, como San Martín hizo en cada lugar al que fue”, contó Giro.
En una región donde la devoción bolivariana es mayor a la del Padre de la Patria argentina, “queremos dejar la presencia sanmartiniana instalada en Guayaquil, ese es el fondo y la importancia de este viaje”, resaltó el militante. En conclusión, “va Mendoza a Guayaquil, no es importante quiénes vamos sino que la provincia haya decidido movilizarse para estar presente en este aniversario, y así lograr dejar una semilla en una ciudad donde no hay casi nada sanmartiniano”.
