Hay alergias y alergias. Algunas tienen un foco o causa muy puntual, como un alimento o un medicamento, y aunque pueden tener consecuencias severas, muchas son más controlables. Pero en esta época, comienzan a surgir, o a recrudecer, aquellas asociadas a cuestiones ambientales, las alergias estacionales. Estas afectan sobre todo al sistema respiratorio, pero también en esta época son más frecuentes las alergias cutáneas.
Las alergias obedecen a una reacción del sistema inmune. “Comienza cuando tu sistema inmunitario confunde una sustancia normalmente inofensiva con un invasor peligroso. El sistema inmunitario produce anticuerpos que permanecen alertas con respecto a ese alérgeno en particular. Cuando vuelves a estar expuesto al alérgeno, estos anticuerpos pueden liberar una cantidad de químicos del sistema inmunitario, como la histamina, que causan síntomas de alergia”, explica Mayo Clinic.
Puntualmente, las alergias estacionales son una reacción a la exposición a sustancias suspendidas en el aire que aparecen en algunas épocas del año. En Mendoza, tienen una alta incidencia por tratarse de un clima seco, con muchas partículas en suspensión.
Las reacciones más frecuentes las conocen bien los afectados: incluyen picazón en la piel, goteo nasal, estornudos. Eso es lo típico, pero el menú completo puede incluir ojos enrojecidos y llorosos y picazón en ellos.
También hay factores de riesgo, es decir, ciertos condicionantes que pueden favorecer su aparición. Por un lado, si hay antecedentes familiares de asma o alergias, como rinitis alérgica, urticaria o eczema, hay más chances de tenerla. También es más frecuente en niños y, si se presenta asma u otra afección alérgica, hay más chances de presentar otra.
Las cosas que más provocan alergia
Hay distintos tipos de alergia y distintos causantes de la reacción. En referencia a lo que nos convoca, que son los factores que pueden desencadenar la alergia estacional, hay que mencionar, entre los principales alérgenos aéreos, el polen. En Mendoza, en esta época, causa estragos con los brotes. Se suman la caspa de mascotas, los ácaros del polvo y el moho.
En la piel, también se producen reacciones alérgicas, en general asociadas al látex u otras sustancias con las que se tiene contacto.
En otro plano, si hay que hablar de aquellas causas que están por fuera de lo estacional, en el mundo de los alimentos la mayoría está asociada a frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos, huevos y leche.
Las picaduras de insectos también pueden provocar una reacción alérgica, que puede llegar a consecuencias graves, en general aquellas de abeja o de avispa, pero también es frecuente ante la picadura de hormigas y hasta de mosquitos.
Entre los medicamentos que pueden provocarla, los más frecuentes son la penicilina o antibióticos basados en la penicilina.