A nivel nacional, durante el mes de julio se registró no sólo un crecimiento marcadísimo de casos de coronavirus, sino que además tuvieron lugar -hasta el momento- los picos máximos de positivos desde el inicio de la pandemia. En Mendoza, del total de pacientes informados desde el 21 de marzo (1.607 hasta ayer por la tarde), 1.169 fueron registrados el mes pasado.
Además, el 31 de julio tuvo lugar el máximo de casos confirmados en un solo día: 116 en todo el territorio provincial. También hasta ayer por la tarde se contabilizaban 276 contagiados sólo en lo que va de agosto.
Si bien se trata de números altos -además de cambiantes- son cifras que los especialistas recomiendan no analizar fuera del contexto general en época de pandemia. En este sentido, además de la cantidad de casos propiamente dichos, incluyen dos variables fundamentales al momento de hacer un análisis del panorama: el ritmo de contagios (identificado con una letra R y que tiene que ver con cuántas personas se confirman como contagiadas en el tiempo en que se recupera un paciente) y el Tiempo de duplicación (Td).
Este último indicador, que permite estimar en cuánto tiempo una provincia duplicará su número total de casos confirmados, se encontraba hasta ayer en 9,1 en Mendoza.
En pocas palabras, y si bien se trata solo de una proyección, se estima que para el 12 o 13 de agosto la provincia ya cuente con más de 3.200 casos y que equivalen al doble del total hasta el momento.
“No se trata de un número alarmante para Mendoza, con una población de casi dos millones de habitantes. No solamente porque la provincia tiene 40% de las camas de terapia intensiva libres, sino por el perfil epidemiológico de Mendoza. En la provincia, más 80% de los contagiados son personas jóvenes y no impactan justamente en las terapias. No estamos con un número alarmante y estimamos que hasta el momento el manejo ha sido bastante claro para aislar a pacientes y evitar llegar a una situación crítica”, destacó el subdirector de Planificación de Salud, Manuel Ruiz.
De hecho, y más allá del marcado crecimiento registrado las últimas semanas, en las últimas cuatro -coincidentes con el período de mayor cantidad de casos- el tiempo de duplicación proyectado en Mendoza no ha variado considerablemente y ha oscilado entre los 8 y los 10 días.
En detalle
La variable de tiempo de duplicación tiene dos lecturas. Por un lado, está la mirada retrospectiva (método simétrico), que consiste en mirar hacia atrás para calcular el tiempo que se tardó en duplicar los casos confirmados hasta llegar a la cantidad actual. Esto permite describir y controlar qué fue lo que se había proyectado.
Un detalle importante en este sentido es que hace 11 días la provincia tenía 800 infectados con Covid-19 acumulados, la mitad de los actuales. Y si bien entre esos 800 y la duplicación confirmada el lunes por la noche transcurrieron los 11 días ya mencionados, para cuando Mendoza contabilizaba los 800 positivos se había estimado que la cifra se duplicaría en el transcurso de 8 o 9 días (8,5 más exactamente).
“No significa que haya habido una equivocación, ya que una cosa es lo que se proyecta y otra es lo que la población hace y cómo se traduce en la realidad. Que se haya calculado un tiempo de duplicación de entre 8 y 9 días y que finalmente hayan transcurrido 11 es una buena noticia”, se explayó Ruiz.
La segunda mirada con que se puede abordar el tiempo de duplicación es el método proyectivo o prospectivo. Este es el que toma un protagonismo principal ya que permite ver hacia dónde se está yendo. Este indicador es el que hasta ayer estaba en 9,1 (o sea, que se espera que en 9 días -desde ayer- Mendoza pase de los 1.600 a los 3.200 positivos). Y, por ejemplo, es el mismo que se había fijado en 8,5 días cuando la provincia contaba 800 y se había proyectado alcanzar los 1.600 casos (y que en la práctica tomó 11 días).
“Si la duplicación llega antes de lo que se había proyectado, te marca una alerta. Por ejemplo, al estar ahora en un estado de aislamiento estricto, y siempre y cuando lo cumpla la gente, ese tiempo de duplicación proyectado para 9 días podría llegar a estirarse también 10 u 11 días. Estos datos permiten ir viendo y tomar decisiones también. El responsable absoluto es la sociedad”, detalló el subdirector de Planificación.
Relativo
Intentar comparar los tiempos de duplicación entre dos provincias, por más cercanas que sean -geográfica o estadísticamente hablando- implica caer en un error. Es que no se trata de un aspecto vinculado únicamente a la cantidad de casos, sino que tienen que ver el sistema de salud de cada lugar, el comportamiento epidemiológico en general y la población, entre otras cosas.
Mendoza tuvo una etapa en la que el tiempo de duplicación fue muy acelerado y en tres o siete días se dobló la cantidad de contagiados. El detalle es que el total acumulado en aquel entonces oscilaba entre las 40 y las 60 personas. “En la semana epidemiológica 15 -comprendida entre el 5 y el 11 de abril-, el tiempo de duplicación estaba en 7,3 días. Pero en ese momento teníamos sólo 26 casos. O, por ejemplo, en la semana anterior -del 29 de marzo al 4 de abril- el tiempo de duplicación estaba en apenas 3,9 días, aunque había sólo 20 casos. No es lo mismo duplicar esa cantidad, que duplicar 3.000 o 4.000 casos, por ejemplo”, advirtió Ruiz.
Evolución
Más allá de que hasta ayer el tiempo de duplicación proyectado a futuro estaba en 9,1 días, no estaba cerrada todavía la semana epidemiológica (se hará el sábado). Las autoridades del Ministerio de Salud, siguiendo el criterio y calendario nacional, hacen estas lecturas generales de forma semanal para seguir la evolución.
Así las cosas, el último período analizado comprendió entre el 26 de julio y el 1 de agosto. Y aquí el período de duplicación proyectado estaba en 8,6 días. En tanto, entre el 19 y el 25 de julio llegaba a 9 días, entre el 12 y el 18, a 8 días y entre el 5 y el 11 de julio era más amplio todavía: casi 11 días (10,7).