Las oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) cerraron en marzo cuando el Gobierno nacional dispuso el aislamiento obligatorio en todo el país por la pandemia de coronavirus. En Mendoza, la reapertura empezó tímidamente en mayo en las zonas más alejadas del área metropolitana. Con el correr de los meses, la atención se fue acomodando pero ese tiempo en que las oficinas estuvieron cerradas repercutió en la cantidad de personas que pudieron acceder a la jubilación.
Según los datos del organismo nacional, en 2020 se jubiló un 29,5% menos de mendocinos en comparación al año 2019. En números concretos, el año pasado accedieron al retiro 8.110 personas y el año anterior lo habían hecho 11.507.
La cifra es alentadora si se la compara con la media nacional. Según los informes de Anses, en el país el año pasado se jubiló un 48,58% de argentinos teniendo en cuenta el promedio de los tres años anteriores.
Por su parte, el delegado de la Regional Cuyo, Carlos Gallo, prefirió no entrar en comparaciones con las cifras de la Nación. “Mientras nosotros empezábamos a abrir las oficinas, en AMBA y CABA la cuarentena era muy restrictiva”, explicó.
En cuanto a Mendoza, Gallo dijo: “En mayo entramos dentro de los trabajadores esenciales cuando María Fernanda Raverta se hizo cargo de Anses. Las primeras oficinas que abrimos fueron las más alejadas, las que están en San Rafael, Malargüe y Lavalle. Las últimas fueron las cinco que están en el Gran Mendoza”.
Además, el funcionario hizo un análisis de la región. Mientras que en Mendoza se jubilaron el 70,5% de los que lo hicieron en 2019, en San Luis llegó al 61,3 y en San Juan sólo el 40,4 accedió al retiro. “Hay muchas diferencias entre las provincias. Cada grupo de trabajo tiene sus características, su rango etario. En algunas zonas, hay más personas con enfermedades preexistentes, mayores de 60 años o adultos con menores a cargo. Analizamos cada caso y su situación particular. También hay una realidad: en Mendoza hay 15 oficinas y en San Luis solo 3”, dijo Gallo.
Para el camporista, el área clave es cómputos porque desde allí se resuelven los expedientes. La estrategia, el año pasado fue agilizar el trabajo remoto para que la mayoría de los empleados siguieran conectados desde sus hogares. Pero de todas formas muchas tareas tenían que hacerse de forma presencial.
Con la caída en la cantidad de jubilados nuevos de 2020, el total de beneficiarios cayó a números similares a los de 2016. En ese año había 323.818 jubilados en Mendoza, se disparó en 2017 a 330.039, siguió creciendo en 2018 a 331.255 y volvió a aumentar en 2019 a 333.000.
Reapertura progresiva
En Mendoza, las oficinas estatales se cerraron en marzo una semana antes de que el presidente, Alberto Fernández, firmara el decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio que se fue ratificando y modificando a lo largo del año, abriendo y cerrando actividades y zonas. “Estuvimos casi paralizados, pero poco a poco volvimos a funcionar. La apertura fue progresiva. En mayo empezamos a abrir las dependencias y aplicando la atención virtual que era un tema que se venía discutiendo desde hace años. La atención virtual permitió agilizar el inicio de los trámites”, dijo Gallo.
En esta etapa se generó gran confusión en la población ya que muchos fueron a las puertas de los centros de atención, pero se encontraron con las puertas cerradas ya que en el primer momento los trabajadores solamente atendían a través de la oficina virtual y priorizaron IFE, reclamo de haberes impagos y licencias por maternidad. Después comenzó a funcionar el servicio jurídico y se empezaron a recibir oficios judiciales. Casi a la par, la mesa de cómputos empezó a liquidar expedientes previsionales y retomó el movimiento de aquellos que habían quedado frenados por el cierre de las UDAI.
“Ahora estamos trabajando hasta con el móvil que está en Luján Playa. Esperamos que la aplicación de la vacuna nos permita llegar a nuestra capacidad operativa normal”, agregó.
Con respecto a aquellos que habían pedido su turno y éste que quedó suspendido por la cuarentena, Gallo aseguró que se respetará al momento de liquidar la retroactividad el día que figuraba en ese turno que perdieron.
Por ejemplo, una persona que tenía turno para iniciar su trámite jubilatorio el 1 de abril lo perdió porque Mendoza estaba en fase 1. Su turno fue reprogramado y muy probablemente ya haya sido atendido por el personal de Anses. Cuando reciba su primera liquidación, se tendrá en cuenta el turno del 1 de abril para considerar el importe del retroactivo.
Información pública
Hay pocos datos provinciales
Según las autoridades locales de la Anses, el sistema arroja una serie de datos e información pero solo a nivel nacional y casi no hay filtros para poner la lupa en los números de Mendoza.
Actualmente, solo se sabe que en 2020 se jubilaron 8.110 mendocinos y que el año anterior lo habían hecho 11.507. No hay discriminación por actividad, edad, tipo de beneficio o si accedió a través de una moratoria.
29,5%
Caída interanual. Mientras en Mendoza la caída en el número de jubilaciones en 2020 respecto de 2019 fue de 29,5%, en San Juan fue de 59,6% y en San Luis de 38,7%. El promedio nacional fue de 51,4%.