El otoño empezó con temperaturas elevadas, al menos para lo que podía esperarse, pero esta semana se espera que haya registros más otoñales. En medio del brote de dengue, que suele tener picos en la época estival, cabe preguntarse si con esta baja en las temperaturas los próximos días puede desaparecer el mosquito y reducir la circulación de dengue.
En principio, la respuesta es no. Es que sucede que para que el mosquito muera deben producirse temperaturas mucho más bajas de las que se registrarán, además de que deben ser de manera sostenida.
Según ha anticipado Contingencias Climáticas, esta semana habrá mínimas de 13°C el jueves, 15°C el viernes, 16°C el sábado y 18°C el domingo. Pero según explican especialistas, lo que puede suceder con esas temperaturas es que ralentice su actividad, aunque como se trata de un insecto hogareño, donde esta puede ser más elevadas, puede permanecer activo.
Andrés Cabrera, docente del Departamento de Parasitología y Micología del Instituto de Higiene (Udelar), explicó que el mosquito Aedes Aegypti, vector del virus, es un invertebrado de sangre fría, por lo que “no soporta muy bien el frío”. “El mosquito tiene una buena actividad cuando las temperaturas rondan entre los 18 y los 27 grados”, dijo a diario El País de Uruguay. Incluso por encima de estas sale a comer o picar que es lo que importa en este caso.
Cuando las temperaturas están por debajo de ese límite, el mosquito adulto necesita gastar más energía para mantener sus actividades y eso dificulta su alimentación. Por eso señala: “La temperatura baja no lo mata en sí, es que al no poder conseguir alimento, bajan las poblaciones”.
“Desde el Ministerio de Salud de la Nación afirman que, pese a que durante los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, si se encuentran en una casa, pueden conservar la temperatura de su interior. Sucede que los mosquitos adultos sólo mueren a muy baja temperatura (por debajo de los 12 grados y de manera sostenida) mientras que los huevos son capaces de sobrevivir durante el invierno”, señala un informe de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme).
Allí explica que históricamente, en el país siempre hay un pico de dengue entre los meses de enero y febrero y otro entre marzo y junio. Pero aunque los especialistas esperan que los casos de personas infectadas por dengue empiecen a disminuir con la llegada del frío, las variaciones en la temperatura no implican que desaparezca el mosquito.
“Recién en julio se estima un descenso en el riesgo de contagio del dengue. Pero es un tema que está en estudio y ya hay varias investigaciones que indican que Aedes aegypti y frío pueden ir de la mano”, afirma.
“En general, períodos prolongados de temperaturas menores a 15 grados pueden hacer bajar la población del mosquito de manera significativa. Pero un día solo con temperaturas menores a 15°C no va a bajar la cantidad, pero sí se reduce con varias jornadas continuadas con temperaturas bajas. Además, hay que tener en cuenta que al ser un mosquito doméstico que permanece en las casas, en el exterior puede registrarse 15°C, pero en nuestro hogar estamos más calentitos, y puede llegar a sobrevivir un poco más porque se va a refugiar en el interior, con mejores condiciones”, comentó a Infobae la bióloga Laura Harburguer investigadora del Conicet en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (UNIDEF).
Qué sucede con el dengue durante el invierno
Sucede que los huevos son resistentes al frío y por ello, podrán pasar el invierno y eclosionar con temperaturas más benévolas. Si esas larvas son de un mosquito que tenía el virus, estas lo poseerán y continuarán picando a las personas y transmitiendo el virus. Por eso, se hace tanto hincapié en la importancia de eliminar reservorios, con descacharreo, desmalezamiento y limpieza para evitar que lleguen a la próxima temporada. En este punto, es importante cepillar los bordes de los lugares donde pueden estar ya que permanecen adheridos.
“Las larvas y pupas mueren con las primeras heladas, pero los huevos son resistentes al frío”, advirtió Cabrera.
Otro punto que destacó el especialista es que los eventos de heladas son cada vez menos, y los eventos de calor y humedad son más, lo que favorece la proliferación de mosquitos.
En Argentina se han registrado esta temporada (de agosto a agosto) 129 muertes y 180.529 casos de dengue. En Mendoza, el último Boletín Epidemiológico contabilizó las notificaciones hasta el miércoles 20 de marzo, cuando en toda la temporada -desde agosto- habían sumado 1.536 casos. Es el acumulado en 7 meses y medio y aún no hay muertes confirmadas por la infección.
