La pandemia de Covid-19 no solo ha dejado al mundo el pausa por casi 9 meses, sino que ha cambiado la normalidad con la que personas de todo el globo se movían día a día. Con las medidas de prevención, el distanciamiento social y las restricciones de salubridad, se va conociendo una nueva realidad que amenaza con instalarse por tiempo ilimitado. La propuesta de una nueva vida llena de reglas viene con accesorio incluido: el tapabocas.
La gran mayoría reza, y aboga si es necesario, por quitar esta medida del protector que cubre la cara. Está comprobado que reduce los niveles de contagio, pero es tan molesto que muchos esperan ansiosos el día en que desaparezca. Pero existe una porción de la población que ha encontrado beneficio en esta máscara improvisada que los hace pasar desapercibidos en sus acciones.
Según una encuesta hecha por Gleeden, una plataforma líder de encuentros extraconyugales pensada por y para mujeres, los resultados han tirado que los mayores beneficiados con el tapabocas son los infieles. Al poder salir sin ser reconocidos, las probabilidades de ser descubiertos en sus aventuras se reducen casi al mínimo. Si de suerte puede reconocerse a un hermano cuando camina por la calle cuando usa la prenda exclusiva de la pandemia, cómo podría identificarse a la pareja que además de usarlo, busca no ser reconocido. La discreción se vuelve casi total.
La encuesta fue realizada del 21 al 29 de octubre de 2020, entre 3.355 usuarios de Argentina, Colombia y México, así que los resultados son frescos. El 77% admitió que el uso del barbijo facilitaba sus encuentros de infidelidad. El 72% de los encuestados optó de forma afirmativa con que el principal motivo del barbijo es tener la oportunidad de poder pasar desapercibidos, osea volverse incógnitos para diversas situaciones.
También, el 57% reveló que esta nueva modalidad permite poder encontrarse con su amante con mayor tranquilidad en un espacio público. El 51% se animaría a un encuentro cerca del trabajo y un 32% hasta cerca de su casa.
Sin embargo, el último resultado es el más sorprendente: a un 34% le gustaría que la medida obligatoria del uso del barbijo se extendiera por un año mas. Quién diría que entre tantas malas noticias, parte de la población encontraría beneficios.