La Semana Santa 2023 inició el domingo 3 de abril con el clásico Domingo de Ramos, pero muchos católicos ponen en práctica una tradición más adelante: la prohibición de ingesta de carnes rojas.
Para estos días, los feligreses evitan comer carne para “privarse”, una especie de “una ayuda para acercarse más a Dios” en tiempos de duelo por la muerte de Jesús hasta su resurrección (el próximo domingo), siempre siguiendo los lineamientos católicos.
Qué día no se puede comer carne en Semana Santa
El día estipulado para no comer carne roja es el Viernes Santo. En 2023 cae el 7 de abril.
El Sábado Santo fue designado como el día del ayuno, con ausencia de celebraciones litúrgicas (solamente por la noche se hace una). Ya el Domingo de Pascua (9 de abril) es el fecha más importante de la Semana Santa por la resurrección de Jesús.
Qué tiene que ver la carne con la Semana Santa
Según la Iglesia católica, durante la Semana Santa, pero en especial los Viernes Santo, no se puede comer carne roja. Por lo tanto, se cambia el consumo de este tipo de alimentos por pescado. El motivo por el que no se puede comer carne roja es porque se busca así honrar la muerte de Jesús.
En la antigüedad, comer carnes rojas en cuaresma (los 40 días de Jesús en el desierto, antes de su llegada a Jerusalén) era pecado y los que lo hacían eran sancionados con penalizaciones monetarias o eran obligados a pagar tributo a los sacerdotes para que les perdonaran la ofensa.
Para el catolicismo, la carne roja representa al cuerpo de Cristo crucificado. De allí que se busca una dieta con pescado, mariscos o verduras durante la Semana Santa.
En Argentina, por ejemplo, son típicas las empanadas de vigilia (principalmente las rellenas de atún), la trucha, el salmón, las rabas y los guisados con mariscos. También se consume mucho pescado frito, debido a su fácil acceso y barato precio.
Por qué “no se debe” comer carne en Viernes Santo
La tradición católica resalta la importancia de hacer ayuno y abstinencia para “liberar nuestra existencia de todo lo que estorba”. Si bien se toma en cuenta la prohibición de la carne roja, en realidad muchos practicantes se privan de algo como fumar, escuchar música o algún hobby.
Además, lo que se ahorra al hacer una alimentación más sencilla evitando la carne, puede destinarse a compartir con la gente que atraviesa alguna carencia.
En los papeles, la Conferencia Episcopal Argentina promulgó en marzo de 1986 una legislación complementaria estableciendo que “se retiene la práctica penitencial tradicional de los viernes del año consistente en la abstinencia de carnes; pero puede ser sustituida, según libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas: abstinencia de bebidas alcohólicas, o una obra de piedad, o una obra de misericordia”.