Septiembre huele a glicinas. Para mí, siempre ha sido el perfume del amor... Será quizá porque mi primer beso ocurrió en primavera y a pasos de una glicina en flor. Esta hermosa enredadera –originaria de la China– llegó a nuestras tierras en 1835 y de la mano de Bernardino Rivadavia, quien la trajo de la ciudad de Colonia (Uruguay). Desde ese entonces, antes de que llegue la primavera, miles de glicinas engalanan los jardines del Centro y Norte de Argentina embriagándonos con su aroma.
Si vas a plantar una, que sea en un terreno con buen drenaje y mucha materia orgánica, y junto a una columna o una farola por donde pueda trepar y desplegar su frondoso follaje, que en verano nos protegerá del cálido sol y en invierno nos permitirá disfrutar de la tibieza de la siesta. Importantísimo: evitar que se le suban las hormigas porque diseminan las cochinillas, que son sus archienemigas. Agradezco a Bernardino Rivadavia por haberme permitido tener tan dulce recuerdo de juventud.
Jardín por regiones
Norte + Citrus en escena
Es tiempo de trasplantar tus citrus, que ahora no sentirán tanto el cambio. También es momento de podarles las ramas gruesas –si lo ves necesario–, porque si bien perderán algo de savia, en ese proceso expulsarán posibles patógenos que podrían ingresar a través de esas heridas de gran tamaño.
Centro + Reanudemos los riegos
Si en tu zona no hubo lluvias por estos días, date una vuelta por tu jardín para verificar qué plantas andan necesitando agua, ya que en estos días reinician su actividad metabólica y muchas requerirán una ayudita adicional.
Patagonia + poda de cespitosas
Ya es hora de podar las cespitosas (como las Carex y las Pennisetum) que tengas en el jardín. En caso de que caiga alguna helada más, seguramente será de baja intensidad y no quemará las yemas expuestas al frío, permitiendo que estas hermosas plantas herbáceas broten nuevamente.
Cartas de lectores a Guillermo Grimoldi
Myriam Puente, de Guaymallén, Mendoza, está preocupada por un limonero que lleva plantado unos cuatro años. Este árbol dio unos limones grandísimos durante dos o tres temporadas, pero ahora presenta una severa caída de hojas. Le está poniendo una vez al mes humus de lombriz y Triple 8 (4 cucharadas distribuidas lejos del tronco). Las hojas que se caen presentan un color verde, hacia el medio amarillas y en la punta totalmente marrones. Adjunta fotos.
Myriam, la caída de hojas no está siendo provocada por falta de nutrientes. Probablemente las hojas caigan amarillas porque el suelo no tiene buen drenaje, porque la planta estuvo expuesta a heladas intensas o porque la base del limonero fue golpeada con la tanza de la bordeadora. También puede haber quedado un alambre del tutor apretando el tallo. Tenés que investigar un poco. Lo que sí noto en las fotos, por la forma en que están quemadas las hojas desde la punta, es que hay exceso de sales en el suelo o en el riego. Te sugiero no utilizar más fertilizantes químicos, que solo aumentarán la salinidad. Seguí con el humus de lombriz puro y, por favor, verificá que después de regar el agua llegue a capas inferiores del suelo.
Marcelo, de Ciudad de Córdoba, consulta por una Duranta invadida por una especie de cochinilla y cuenta que es la segunda planta que se le infecta. A la primera resolvió finalmente removerla y plantar otra especie, pero antes de hacer lo mismo con esta Duranta, quisiera buscarle una solución al problema.
Marcelo, la cochinilla cerosa es habitual en todas las Durantas. Es llevada hasta la planta por la hormiga negra, que vive de sus exudados. Te sugiero sacar la mayor cantidad posible de cochinillas con un cepillo embebido en agua con jabón blanco, y si tenés una hidrolavadora, tanto mejor. Después de esa limpieza, rociá la planta con un preparado de 3 cucharadas soperas de ralladura de jabón blanco disueltas en 2 litros de agua. Hacelo en cuatro oportunidades y con un intervalo de siete días entre cada aplicación; y no permitas que la hormiga negra suba, ya que te llenará la planta otra vez de cochinillas. Para eliminar a esta hormiga leé la pregunta siguiente de Lucía.
Lucía, de San Juan, consulta qué puede hacer con un árbol de laurel que tiene sus hojas enfermas, y cuya peste ella adjudica a las hormigas negras que ve circular por el tronco y las ramas.
Lucía, es un caso similar al de Marcelo (pregunta anterior). La hormiga negra sube la cochinilla al laurel y lo debilita. Tenés que eliminar las ramas de la base y aquellas que toquen muros por los que la hormiga podría estar accediendo. De esta manera, solo podrán ingresar por el tronco, al que le podés poner un collar de resina de pino, que se vende en viveros: las hormigas se quedan pegadas y no pueden subir con su cargamento de cochinillas. ¿Cómo eliminás a la cochinilla? Aplicá la receta que le recomiendo a Marcelo.
* Periodista de la Revista Rumbos