En Mendoza, en Argentina y en el mundo avanza la vacunación contra el Covid-19 en plena pandemia de coronavirus. Y es que la inmunización es el paso fundamental para lograr erradicar la pandemia y lograr que el coronavirus pase ser una enfermedad regular, como otras tantas que se tienen bajo control y sobre las que cada temporada se desarrolla una campaña de vacunación.
En Argentina, se están aplicando por el momento cuatro vacunas contra el Covid-19: la Sputnik V (Rusia), la Sinopharm (China), la AstraZeneca-Oxford (inglesa y que comenzó a desarrollarse en Argentina y México también) y la Covishield (la misma vacuna de AstraZeneca, pero que se desarrolló en la India). En simultáneo, continúan las negociaciones con otras vacunas como la de Pfeizer/BionNTech, cuyo componente ya está autorizado en Argentina e, incluso, se realizaron algunas pruebas en nuestro país; y la de Jhonson & Jhonson.
Las cuatro vacunas que se están aplicando de forma constante en todo el país incluyen dos dosis –solo la Sputnik cuenta con dos componentes diferentes entre sí, el resto son dos aplicaciones idénticas-; y también todas las vacunas con que se está inmunizando en el país están autorizadas para mayores de 18 años, sin excepción.
En cuanto a la plataforma y al tipo de componente; la Sputnik V, la Covishield y la AstraZeneca son vectores virales no replicativos; mientras que la Sinopharm consta de virus inactivados.
Contraindicaciones y efectos secundarios
En lo que tiene que ver específicamente con Argentina, las cuatro vacunas disponibles cuentan con avales científicos y autorizaciones del Ministerio de Salud de la Nación. Incluso, desde el sector científico han aclarado e insistido una y otra vez en que la vacuna es la única cura contra el Covid-19 y la inmunidad está ligada indefectiblemente a estos componentes.
En algunos de los inoculados se han manifestado efectos secundarios puntuales. Y según destacó la directora de Inmunizaciones de Mendoza, Iris Aguilar; se han dado entre quienes han recibido las vacunas Sputnik V y AstraZeneca; puesto que ambas son vectores virales no replicativos.
“Los efectos adversos que tenemos de las vacunas Covid-19 que tenemos en Argentina se dan entre 4% y 5% de los vacunados; y tienen que ver con mialgias (dolores musculares , en algunos casos intensos), cefaleas, fiebre, decaimiento, vómitos y diarrea; como los más comunes. Si estos efectos se manifiestan dentro de las 72 horas post vacunación, se tiene que pensar que son manifestaciones vinculadas justamente a la vacuna. Y si se dan después, puede tener que ver con que la persona se haya vacunado cursando la enfermedad o comenzando a incubarla. En ese caso, hay que consultar a los médicos”, resaltó Aguilar; quien destacó que se trata de efectos totalmente esperables. Además, hizo hincapié en que la gente no puede elegir la vacuna que quiere recibir, sino que se le aplica la que le toca.
En términos generales, hay una serie de efectos secundarios que son comunes a todas las vacunas y que, justamente, tienen que ver con los signos de que el organismo humano está generando protección y anticuerpos. Pueden aparecer o no, y –en situaciones normales- deberían ir disminuyendo con el paso de los días hasta desaparecer.
Los posibles efectos secundarios más comunes –independientemente de cuál sea la vacuna- tienen que ver con dolor, enrojecimiento e hinchazón –en el brazo dónde recibió la vacuna-; y cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre y náuseas en el resto del cuerpo.