Desde el 20 de marzo, cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, varias actividades quedaron restringidas por el artículo 205 del Código Penal. Entre ellas están las reuniones en casas particulares.
En Mendoza sólo están autorizados los encuentros en casas para no más de 10 personas y únicamente para familiares directos. En este sentido, las autoridades apuntan a que sea cada uno quien tome conciencia y no organice reuniones no permitidas. O a que, en caso de que algún mendocino las convoque, sean sus propios vecinos quienes hagan la denuncia. Pero de 10 llamados al 911 o al 148 para dar novedades de un encuentro “clandestino”, solamente en dos se confirma que efectivamente se están incumpliendo los protocolos.
La fiesta que duró dos días, organizada por el tristemente célebre “caso 98” en Luzuriaga, quizá fue el disparador para que los vecinos estuvieran en alerta ya que esa reunión ilegal generó una ola de contagios.
“Muchas veces los efectivos policiales van al lugar y no se constata que se esté cometiendo una irregularidad. Algunas llamadas son maliciosas, pero también hay personas que, porque escuchan ruido, deducen que hay más gente de la permitida. Aunque cuando llegamos, no hay nada ilegal”, destacó el subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul.
Durante el último fin de semana, el Gobierno recibió en total 520 llamados de personas que se comunicaron para denunciar alguna irregularidad o incumplimiento al decreto nacional. De ellos, poco más de 360 estaban vinculados a lo que se creía que eran reuniones con amigos o más de 10 personas pero muy pocas se confirmaron como tales.
“Cuando se retrotrajo la posibilidad de juntarse con amigos en domicilios, creímos que iban a subir considerablemente estas denuncias. Pero cada vez es más bajo el número. Creemos que la gente ha tomado conciencia y respeta lo que se ha fijado, y todos los días se nota más”, señaló Majul, aunque no desconoció las excepciones que se registran. La mayor cantidad de denuncias e intervenciones por este tipo de faltas involucran a la provincia y a sus fuerzas de seguridad.
Otra denuncias
A nivel provincial, otras de las denuncias más comunes que se registran son las del no uso del tapabocas obligatorio y también cuando no se respeta el distanciamiento social. En los municipios, en tanto, las actas e intervenciones más comunes son por no respetar la distancia en locales comerciales u otras entidades, como bancos.
La Municipalidad de Luján de Cuyo es una de las que tiene detalladas las actas labradas desde el inicio del aislamiento. Hasta la semana pasada se habían labrado 303 actas en total.
Las más comunes -y que contabilizaban 102- eran para quienes habían sido detectados circulando fuera del día en que lo autorizaba la terminación de su DNI. En tanto, 80 actas fueron labradas por circular sin tapabocas (aquí la sanción roda los 5.000 pesos), mientras que 40 actas tuvieron como destinatarios a ciudadanos que fueron identificados en la vía pública deambulando sin su documento.
Por realizar actividades fuera del día en que estaba permitido, la comuna lujanina había labrado hasta el viernes 31 actas. Entre las más llamativas, se destacan sanciones por estar a más de 500 metros del domicilio (registran dos hasta el momento), por estar en bicicleta a más de cinco kilómetros (un acta) y por escupir en la vía pública (un par de multas). Todas estas faltas están incluidas en el decreto nacional y en su correlato provincial.
En Guaymallén, en tanto, todos los días se reciben alrededor de 10 llamados telefónicos para notificar algún incumplimiento. “La mayoría son personas que denuncian que no se respeta la distancia en negocios o en los bancos. Nosotros en las veredas de los bancos hemos marcado los dos metros de distancia, pero hay llamados todos los días de que no se respeta. O de que van dos o tres personas juntas al banco. Esto lleva a que se formen largas filas”, indicó la responsable del Servicio de Atención y Mejora Continua de la comuna, Luciana Tello. La funcionaria también resaltó que la presencia de dos o más personas en un mismo vehículo y sin tapabocas es otra de las acusaciones más frecuente.
Las Heras registra intervenciones similares a la comuna guaymallina. “Las denuncias más comunes son por incumplimiento en los horarios de cierre. Aquí el detalle es que muchas veces la gente vuelve a sus casas a las 18 -como estaba autorizado antes- o las 19 -como está permitido ahora-. En esos casos, muchos locales siguen abiertos unos minutos más para que la gente pueda comprar cuando regresa. Y a ello responden muchos de los llamados, sobre todo en barrios”, indicó la gerente de la Unidad Ejecutora de Políticas de Recaudación de Las Heras, Romina Ibáñez. No obstante, la funcionaria destacó que la voluntad de los comerciantes locales es acompañar en las medidas. “No hemos tenido que recurrir a la fuerza pública ni a multas a comercios por reincidencia con incumplimientos referidos a los protocolos de Covid-19”, aclaró Ibáñez.
La funcionaria destacó que también las denuncias por incumplimientos en los horarios de cierre de bares (23 horas) han tenido presencia.
Desde la Dirección de Fiscalización de Maipú informaron que desde el comienzo de la pandemia se han registrado de 128 denuncias formales. Más del 85% fueron por incumplimiento del horario de cierre de comercios y el resto por incumplimiento de protocolos. Antes de las flexibilizaciones existieron denuncias por actividades no autorizadas a funcionar.
Las autoridades maipucinas indicaron que durante el aislamiento obligatorio se labraron 60 actas de inspeccion de control de precios, 20 controles a geriátricos, 320 notificaciones de horarios de funcionamiento, 19 clausuras por incumplimiento de horario de comercio. También se realizaron 17 controles de protocolos de ferias persas y se ordenaron cinco clausuras por no estar autorizados a trabajar.