El gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez, fue el único que se despegó de las medidas sugeridas por el presidente, Alberto Fernández, para intentar frenar los contagios de Covid-19 que se multiplican en plena temporada de verano en la costa atlántica. La idea que más consenso tuvo entre los mandatarios provinciales fue la de aplicar una restricción uniforme de circulación en horario nocturno. El “toque de queda sanitario” que se propuso sería entre las 23 y las 6 y se utiliza en países europeos ante la segunda ola de la pandemia. Otra medida en estudio sería reducir a 10 la cantidad de personas permitidas en reuniones sociales.
El gobierno mendocino aguarda por la decisión final del presidente y espera que se contemple la solicitud, impulsada por un Suárez reticente a “la marcha atrás”, de que cada provincia tenga margen de decisión propia sobre las medidas, considerando la situación sanitaria local.
La reunión no arrojó certezas sobre las medidas que adoptará Fernández y se espera el decreto presidencial que las explicite. “Esperamos que sea claro y no dé lugar a ambigüedades en cuanto a la potestad que se otorgue a los gobernadores para determinar sus medidas” expresaron fuentes de Casa de Gobierno.
Desde el Gobierno nacional apuntan a la circulación como el principal problema y buscan evitar el colapso del sistema sanitario, logrando un consenso ante las limitaciones propuestas.
De ahí que en el Ejecutivo provincial aseguren que, mientras el sistema sanitario siga funcionando con una capacidad de respuesta suficiente, se mantendrá el estado actual de las reglamentaciones. El dato más importante sobre el que apoya su posición el Gobernador es el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva que, en Mendoza, oscila entre 30% y 35%.
”La decisión es no determinar restricciones por el momento. Dependerá de la situación sanitaria y las mediciones que se realizan día a día. Si mañana la situación se complica, el Gobernador ya aclaró que tomará las medidas necesarias”, aseguraron fuentes del Ejecutivo.
Otro dato significativo, como muestra de una “situación controlada”, que transmitieron a Los Andes es que, a la fecha, son cinco las personas internadas con Covid-19 en el Hospital Central.
”Las medidas que buscan imponer, en Mendoza ya fueron aplicadas en un momento que lo ameritaba y funcionó. Aplicarlas hoy no tiene ningún sentido” remarcan.
En esa línea y observando el impacto en sectores de la economía, consideran que significaría cortar innecesariamente la posibilidad de trabajar a sectores como el gastronómico y el comercial, que están entre los más golpeados durante la pandemia.
Las imágenes de aglomeraciones en las playas de Pinamar y Mar del Plata que circularon por redes sociales y medios nacionales el pasado fin de semana, generaron una polémica que despertó una respuesta política en un contexto en el que se registran ascensos en los totales diarios de contagios.
A más de mil kilómetros de distancia, desde Mendoza se busca despegarse de esos hechos, ya que la provincia, por su geografía, infraestructura y el tipo de oferta turística, no presenta esa problemática.
Otras posibles medidas
Entre las “soluciones” que se debatieron en la reunión de ayer, se planteó la posibilidad de que disminuyan los vuelos de cabotaje, mientras trascendió extraoficialmente, que también se está estudiando el cierre temporal del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y del resto de las fronteras. Además, debido al tránsito de personas entre provincias alentado por las vacaciones de verano, se evalúa la posibilidad de exigir PCR negativo a quienes realicen vuelos de cabotaje.
Al ser consultados por la posibilidad de que existan restricciones o se solicite PCR negativo para el ingreso de turistas a Mendoza, desde el Gobierno aseguran que también dependerá de lo que se determine en el decreto nacional y que, en caso de no especificarlo, de cómo evolucione la situación provincial.
Suárez cuenta con el apoyo de los sectores involucrados que le reconocen su política aperturista al flexibilizar las medidas restrictivas. Es el caso de la Cámara de Turismo de la provincia y la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines.
