El Gobierno Nacional dispuso finalmente, a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), recomendaciones para establecer restricciones en el país y así intentar mitigar el avance del coronavirus. Desde el Gobierno provincial, valoraron la posibilidad de poder decidir respecto de las medidas y ratificaron que no establecerán nuevas restricciones en Mendoza, al argumentar que la situación “es diferente” al resto de las jurisdicciones, ya que hay un “control” en el crecimiento de casos y en el porcentaje de camas de terapia intensiva ocupadas y porque, además, un eventual cierre de la circulación en horas de la noche, afectaría negativamente al sector comercial, gastronómico y turístico.
En diálogo con Los Andes, el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, adelantó que en los próximos días no habrá cambios en las habilitaciones y restricciones en Mendoza, y vio con agrado la decisión de la Nación de no imponer algún tipo de medidas, como se especuló en algún momento.
“No vamos a tomar ninguna medida restrictiva y apelamos a que se cumplan los protocolos, como lo ha estado haciendo la ciudadanía mendocina”, exclamó, en relación a una posible restricción de circulación sanitaria.
El funcionario destacó la postura que tuvo el gobernador, Rodolfo Suárez, en la reunión mediante videoconferencia que tuvo con el presidente, Alberto Fernández, cuando consideró que cada mandatario debía tomar las disposiciones que creían necesarias, según cada situación particular.
“Estamos contentos porque la postura de Suárez ha sido tomada. Fue el primero y único gobernador que planteó con contundencia la necesidad de que sean las provincias las que tomen las decisiones”, expresó el ministro de Gobierno.
Hay que recordar que, además de Suárez, en los últimos días también se conoció la postura de Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba y Gerardo Morales, mandatario de Jujuy, quienes también se opusieron a una eventual “imposición” de restricciones por parte de la Nación.
Por otro lado, el ministro Ibáñez consideró que teniendo en cuenta la diversidad territorial del país, en conjunto con todas las diferentes estrategias que han tomado cada una de las provincias para evitar el avance del coronavirus, “hacía difícil pensar que se podía tomar una medida uniforme en todo el territorio nacional”.
En este sentido, defendió la posición de Mendoza, que ha sido desde hace meses volcarse más a la flexibilización que a la restricción en términos económicos, tratando de ser equilibrados con el aspecto sanitario.
“Nosotros apuntamos al cumplimiento por parte de los mendocinos de los aspectos centrales de los cuidados, para que en la provincia pueda seguir funcionando el turismo a pleno, junto con los restaurantes, comercios y el resto de las actividades”, señaló.
También aclaró que Mendoza “está evaluando día a día” el avance del coronavirus, ya sea con los casos diarios, así como también las camas de terapia intensiva destinadas a Covid, y sostuvo que estamos atravesando “una buena situación”, por lo que no es momento de aplicar restricciones.
Aquí el Gobierno se apoya en estos dos datos importantes. Por un lado, en la evolución de los casos. La Provincia tiene una positividad que ronda el 15%, que si bien no es un número tan bajo, llegó a tener picos de entre un 45% y 50% en los momentos más complejos.
El otro dato es el de las camas de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) para el combate del coronavirus, que es de un 41%. En este caso, hay alivio ya que se recuerdan semanas de 2020, como lo fue a fines de setiembre, cuando las camas ocupadas estuvieron casi al 100%.
Qué números hay que mirar para evitar cierres
En el DNU 4/21 publicado ayer, el Gobierno Nacional definió dos parámetros de riesgo con los que, en caso de superar el límite establecido, las autoridades provinciales deberían regirse para restringir la circulación en horas de la noche.
Uno de esos parámetros es el de “Razón de casos”, que surge entre la división de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días y el de casos confirmados en los 14 días previos. Si ese número es mayor al 20% (es decir si los casos aumentan más de un 20% entre una quincena y otra), se recomienda establecer restricciones.
En tanto, el otro parámetro es el de la “Incidencia”, que contempla los casos cada 100.000 habitantes en los últimos 15 días. Con este ítem, si fuera mayor a 150 casos cada 100.000, también se recomienda aplicar medidas.
Mendoza no se acerca a esos límites, por lo que la situación se encuentra “controlada” desde el punto de vista del crecimiento de casos.
En primer lugar, según los informes diarios proporcionados por el ministerio de Salud, Mendoza tuvo 1.163 casos desde el 11 al 24 de diciembre, mientras que desde el 25 de diciembre al 7 de enero se contabilizaron 1.381 casos. De esta manera, la razón de casos da 1,1, un número que es menor al 1,2 establecido como “límite recomendado”.
Por otro lado, en la tasa de Incidencia, si calculamos los 1.381 casos de la última quincena de diciembre, y teniendo en cuenta que según el estimativo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) Mendoza tiene una población estimada en 1.990.000, da como resultado que la provincia tiene 69 casos cada 100.000 habitantes, por lo que este dato está completamente lejos de los 150 cada 100.000.