Subió 30% la cifra de casos de intoxicación con desinfectantes

Esto ocurrió desde el inicio de la pandemia por más uso de estos productos en los hogares para desinfección. En el 75% de los casos es por ingestión y la mayormente en menores de 4 años.

Subió 30% la cifra de casos de intoxicación con desinfectantes
Batalla al virus. La adquisición de productos desinfectantes a granel, por un tema de costos y una limpieza profunda, generó más accidentes domésticos desde marzo.

La llegada del coronavirus y los métodos preventivos para atenuar las infecciones impulsaron el uso de productos desinfectantes que además, se usan más asiduamente.

De la mano del incremento del consumo también aumentaron las intoxicaciones en alrededor de 30% respecto de la misma época del año anterior, es decir desde marzo hasta la fecha.

En la dirección de Toxicología reconocen este aumento en las consultas por incidentes domésticos y señalan que los principales afectados son los niños menores de 4 años.

Las vedettes en esta batalla contra el Sars CoV-2 son la lavandina diluida (al 0,1%) y el alcohol, tanto en gel como preparado en una solución al 70%, y son justamente ellos también los que motivan mayor cantidad de consultas.

Su director, el doctor Sergio Saracco detalló que hasta el año pasado el Centro de Información Toxicológica recibía unas tres consultas por semana mientras que ahora ingresa al menos una cada día. Asimismo, antes las consultas por problemas con el alcohol como desinfectante eran muy esporádicas mientras que ahora son más asiduas, unas 3 o 4 semanales.

Hay que tener en cuenta que del total de las consultas por año que llegan, más de 2000, 15% son por intoxicaciones con productos del hogar. Esto incluye otros como detergentes y desengrasantes. Las que predominan son con medicamentos (29%).

Además, 49% de las consultas totales son por niños, 40% por adultos y 11% de adolescentes.

Accidentes

De acuerdo a los registros en 80% de los casos las circunstancias de intoxicación son accidentales y en 75% la vía de exposición es oral, es decir que lo más común es que se beba el producto por accidente.

“En esto hay que tener en cuenta que tiene que ver con que no se tomaron las medidas de prevención: respetar el envase original y no dejar el producto al alcance del niño”, subrayó.

Ya sea por las leyes de la oferta y la demanda o por “viveza criolla”, lo cierto es que los precios de muchos de estos productos se dispararon e incluso, comenzaron a escasear. Por ello proliferaron las ventas a granel, en las que se entregan en bidones o botellas de otros productos. Tal cosa favorece la confusión y en el caso de los más pequeños más aún si lo encuentran en una botella de una bebida que conocen.

El especialista dijo que también sucede en el caso de adultos. “Vía oral, la lavandina concentrada produce náuseas, cuadro de sofocación, vómitos y sensación de irritación en el tracto digestivo; se indica suministrar líquidos fríos no más de un vaso en un adulto en un niño medio vaso en forma fraccionada con el objetivo de diluir, la idea es lavar; si sigue con molestia se sugiere la consulta médica y se le indicará un protector de mucosa”, detalló.

En el caso del alcohol se genera una sensación de quemazón pero no produce lesiones, la indicación es suministrar líquidos azucarados fraccionados (jugos o gaseosas azucarados), es la misma sensación de tomar una bebida fuerte. El riesgo es que produzca una hipoglucemia (disminución del azúcar) por alteración de la gluconeogénesis.

En la limpieza

Otra de las situaciones en las que puede generarse una intoxicación es al hacer la limpieza y mezclar productos ya que pueden emanar gases tóxicos. Esto en particular con el uso del hipoclorito de Sodio o lavandina por lo que se recomienda usarlo solo: primero limpiar y luego desinfectar con un paño embebido en la solución (diluida).

En ciertas condiciones esta sustancia puede liberar gas cloro y cloramina. El primero se forma cuando la lavandina se asocia a una sustancia ácida como quitasarro o desincrustante, que - según explicó Saracco- tienen ácido muriático o fosfórico o cuando se combina con ácido cítrico a acético. Este gas es muy irritante, produce tos, sofocación y puede llevar a un edema de glotis o bronquitis obstructiva que en ocasiones requiere asistencia médica.

La infectóloga Andrea Vila agregó que cuando la lavandina se mezcla con agua caliente también puede desprender vapores tóxicos y que no debe rociarse el cuerpo con este tipo de productos.

Tampoco debe asociarse a preparados con amoníaco, que es cuando desprende cloramina, que de hecho con el uso frecuente y prolongado hasta puede ser cancerígena, remarcó el médico.

El nuevo protagonista

El amonio cuaternario hizo su irrupción en la desinfección doméstica junto con el coronavirus. Generalmente estos detergentes catiónicos son utilizados como antisépticos o desinfectantes, en bajas concentraciones por sus propiedades bactericidas y viricidas.

Con la pandemia se extendió su uso para desinfectar grandes superficies como instituciones y comercios.

“Es muy efectivo y puede reemplazar la lavandina: no tiene olor, no mancha la ropa, no es corrosivo”, dijo Fabio Salvi, socio gerente de la empresa MAG, que lo fabrica en Mendoza. Sin embargo, no puede usarse de cualquier manera y los especialistas aseguran que los desinfectantes habituales siguen siendo la opción más segura, en particular la solución de hipoclorito de sodio al 1% (lavandina, 10 ml en 1 litro de agua).

Uno de los problemas es que se vende suelto o sin etiquetas y no puede saberse con certeza la concentración. Por otra parte al estar en envases que no tiene etiquetas también hay riesgo de uso inadecuado. Salvi manifestó su preocupación al respecto al destacar que puede darse una sensación de falsa seguridad si se usa un producto demasiado diluido que pierde efectividad.

Remarcó que es recomendable para baños, almohadillas, pisos. Pero “hay que tener cuidado que no toque mesadas de cocina por ejemplo, por la posibilidad de ingesta porque puede matar los microorganismos del tracto gastrointestinal”, subrayó.

Informó que en el caso de su producto “puro” recomiendan una dilución al 1%, es decir 1 litro en 100 litros de agua.

“Estos productos tienen como características es que son compuestos muy irritantes, dependiendo de la concentracions pueden ser corrosivos, es decir lesionar la piel y las mucosas y en caso de ser ingeridos pueden provocar lesiones en la boca y la garganta”, advirtió el doctor Sergio Saracco.

La Infectóloga Andrea Vila consideró: “no es riesgoso, su toxicidad no es elevada, sin embargo es muy caro e innecesario”. Por ello volvió a hacer hincapié en que para viviendas

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