La historia de Franco Otobello es de esas que llevan a uno a volver a creer en la humanidad y en la solidaridad de la gente, de esas que demuestran que -cuando se quiere-, el trabajo en equipo pueda dar los mejores resultados. Y que aun las historias más adversas y complicadas pueden tener un final feliz. Y es que hace poco más de un año, Franco -quien hoy tiene 22 años y nació con una parálisis cerebral- y su familia iniciaron una campaña casi desesperada, buscando ayuda para construir una nueva habitación en la casa donde viven en Phillips (Junín). Porque en la casa viven seis personas, y porque Franco compartía habitación con sus tres hermanos, espacio donde -además- debía estar su cama ortopédica adaptada, su andador y su silla de ruedas. Esto derivaba en que la mayoría de los días, la silla de ruedas del joven permaneciera al aire libre, mojándose los días de lluvia o padeciendo el insoportable calor los días de agobiante verano.
Pero desde hace dos semanas, todo esto pasó a ser parte del pasado, parte de los recuerdos que la familia de Franco guardará en su memoria. Porque hace exactamente dos semanas, la familia de Franco pudo terminar de construir el dormitorio especial para el joven, un lugar donde hoy duerme solo -con su cama adaptada- y donde, además, puede mantener al resguardo y bajo techo su silla de ruedas y su andador, evitando de esta manera que se echen a perder por estar a la intemperie.
“Finalmente conseguimos el milagro. Él está muy feliz, se ríe y grita y señala su habitación cuando alguien va a visitarlo, ¡lo hace para que pasen a verla! Es su manera de comunicarse, de hacerse entender y de celebrar que tiene su propio espacio”, destaca Brisa Moyano, una referente social de la zona y quien se puso al frente de la campaña que comenzó el septiembre de 2021 para poder construir esta habitación y ampliar la casa de los Otobello.
La alegría de Franco y su familia
Jésica es la mamá de Franco. Es ama de casa y se encarga de cuidar a sus cuatro hijos, siendo Franco quien mayor atención le demanda. Miguel es el papá del joven, y trabaja como obrero rural. A la familia la completan los otros 3 hermanos de quien está estrenando su habitación y quienes tienen 18, 14 y 7 años.
Dada su discapacidad, Franco necesitaba desde hace ya varios años tener su propia habitación. Porque su cama ortopédica ocupa un lugar mayor que las tradicionales, y también porque necesita una silla de ruedas y un andador. Sin embargo, la familia no tenía los fondos necesarios para construir en su casa una tercera habitación que fuera para el joven. Y así surgió la campaña solidaria, encabezada por Brisa Moyano (referente del merendero “María Silvia”, de Phillips -Junín-) y por otros vecinos del lugar.
“Esto empezó hace más de un año. Y si bien hace ya varias semanas que estaba terminada la habitación, le faltaban detalles como pegar los cerámicos y pintar. Esto es algo que se terminó de hacer hace 15 días, por lo que Franco ya está feliz y disfrutando de su propio cuarto”, reconstruye Brisa, quien es un apoyo permanente para la familia Otobello. “Finalmente se consiguió, fue todo a pulmón y con lo que la gente ayudó y nos donó. ¡Es impresionante lo que se movió la gente!”, agradeció la referente social, con la voz entrecortada de la emoción y las lágrimas cayendo sobre sus mejillas.
Además de la flamante habitación en la que todos los elementos de Franco pueden estar bajo techo, en la misma campaña solidaria le donaron a Franco un colchón antiescaras, algo fundamental teniendo en cuenta que el joven pasa gran parte del día acostado. Y, contento y orgulloso con su propio cuarto, Franco continúa con su rehabilitación motriz -ya en su casa-, además de seguir yendo al colegio.
“Él está feliz, que es lo más importante. Y lo que vale la pena resaltar es que puede más la solidaridad y el amor al prójimo. Cuando uno quiere, puede. Y con trabajo de hormiguita, de a poquito, pudimos hacer un montón”, resume Brisa Moyano, quien conoce a la familia porque los cuatro hijos del matrimonio asisten al merendero para recibir una ración de comida.
La gran cadena solidaria
A comienzos de septiembre de 2021, también por medio de la coordinadora del merendero “María Silvia”, comenzó la campaña solidaria y de colecta de fondos para poder concretar lo que, por entonces, era un sueño lejano: una habitación para Franco.
En ese momento, la vivienda tenía dos habitaciones, y en una dormían Miguel y Jésica, mientras que la otra era compartida por los cuatro hermanos. Precisamente esta situación de hacinamiento llevaba a que algunos elementos fundamentales para Franco, como su silla de ruedas adaptada a su cuerpo, quedaran en el patio.
Desde entonces, por medio de colectas de dinero y de material de construcción, la familia consiguió todo lo necesario para la ampliación de la casa. Y lo que parecía una utopía hace poco más de un año, hoy es una realidad.