La cuarentena por el Covid-19 mostró una realidad cruda y cada vez más pobres, aunque también innumerables muestras de solidaridad que se replican a diario y que en esta oportunidad tiene como protagonista a Italia Zanessi, una abuela de 88 años de Luzuriaga, Maipú.
El domingo, a partir de una nota publicada por Los Andes en la que dos vecinas de La Favorita pedían retazos de tela, ropa en desuso, hilos y agujas para confeccionar ropa para las familias necesitadas, esta jubilada se movilizó de inmediato y donó su vieja máquina de coser.
Durante gran parte de su vida la mujer cosió para su familia en esa vieja “AMAMI” modelo 51. Se la habían obsequiado cuatro años después y en ella confeccionó el ajuar para su casamiento. “Ya casi no puedo coser, voy a donarla”, le dijo el mismo domingo a su hija Graciela.
Como estaba arrumbada desde hacía un tiempo, primero la pusieron a punto y ayer, cuando estuvo lista, contrataron un flete y la enviaron al merendero Arco Iris, en el barrio El Triángulo de La Favorita. Un lugar dirigido por Norma Moya y en el que colabora una costurera, Ana Banegas.
“¿Cómo no íbamos a ayudar a estas dos mujeres que hacen semejante obra de bien?”, dijo a Los Andes Graciela.
Norma y Ana hablaron de las numerosas necesidades del barrio en esta segunda ola de Covid-19. Por eso se pusieron a confeccionar acolchados, manteles, toallas, servilletas, gorros y guantes para las familias del sector.
Si bien una de ellas tiene máquina, pidieron a aquellas personas que tengan alguna en su poder y no las estén utilizando, la posibilidad de donarla. Esta semana ya empezaron a coser con la máquina, que luce impecable.
Agradecieron el gesto de un tapicero llamado Manuel que envió gran cantidad de retazos que transformarán en acolchados y otra ropa de abrigo.
“Se viene el frío y ya hemos empezado a hacer guantes, cuellitos, abrigos, sábanas, manteles, delantales, almohadones, fundas, cubrecamas, barbijos, bolsitas y hasta vestidos para muñecas a fin de ser entregados para el Día del Niño. Nos sobran ganas y voluntad pero nos faltan elementos”, dijo Ana.
La idea de reciclar surgió incluso mucho antes de la pandemia, aunque en estos tiempos las necesidades se incrementaron al extremo. Desarman la ropa que no sirve, la lavan y confeccionan piezas nuevas.
Quienes deseen seguir ayudando deben comunicarse con Norma Moya 2616 51-5301 y Ana Banegas 2617205029. El comedor se encuentra en la manzana 3, casa 23 del barrio El Triángulo, La Favorita.