Tiziano Gravier vivió una situación de violencia injustificada mientras se retiraba de un boliche en Rosario y ahora rompió el silencio y por primera vez habló del hecho.
El incidente ocurrió durante la madrugada del pasado domingo 5 de junio, el hijo de Valeria Mazza estaba con su hermano Benicio y dos amigas cuando, de improviso, fue agredido por dos sujetos que lo llamaron “Tincho” y lo golpearon sin mediar otra palabra.
La brutal agresión tuvo gran repercusión mediática, ya que es un vivo reflejo de la violencia extrema que rodea a la juventud argentina y que se repite constantemente.
Los padres de Tiziano estuvieron hablando en estos días, comunicando los respectivos partes médicos y hasta enfrentando al abogado de los agresores, que dudó de las lesiones del joven. Tiziano, por su parte, no había hecho declaraciones públicas hasta este miércoles, que rompió el silencio en una entrevista con Telenoche.
“De a poco mejorando”, resumió Tiziano entrevistado por la conductora Luciana Geuna y procedió a contar la evolución de su salud. “La primera operación fue la factura de la mandíbula. La segunda operación fue porque encontraron otra fisura y todavía tengo cuatro tornillos que en teoría me van a sacar la semana que viene”, contó el joven, y agregó. “Las primeras dos semanas tenía unas gomas que no me dejaban hablar ni comer nada. Lo peor ya paso”, señaló con optimismo.
“Ayer volví a la Universidad porque tenía facultad que rendir un final. Aproveché el fin de semana largo y me fue bien”, contó el estudiante de la carrera de Negocios Digitales en la Universidad de San Andrés, que de a poco retoma su vida normal.
El deportista contó en primera persona y con lujo de detalles su visión de la agresión. Había salido con unos primos, y a la salida del boliche pasaron a buscar a unas amigas por otro, a cinco cuadras Y cuando se estaban yendo, pasó lo que todos vieron. “Yo estaba con mi hermano, cruzamos la calle, Escucho que alguien de mi derecha me dice “Ey, tincho”, y cuando lo miro me como un golpe. No tengo tiempo de contestarle ni de reaccionar. Al primero que me pega nunca lo veo, no podría reconocerlo”, relató.
“Tengo una imagen de costado que veo como se le van a mi hermano y fue instintivo sacar a mi hermano de ahí. Recupero el equilibrio y salgo corriendo, con el envión lo empujo y lo traigo conmigo y salimos corriendo. Ya estaba escupiendo sangre y sabía que tenía la mandíbula rota”, contó con dolor. Tiziano y su hermano escaparon y pudieron comunicarse con sus padres. “Fue una llamada terrible, porque tenía la sensación de tener la mandíbula rota”, agregó.
“Entiendo que este caso tomo mucha repercusión, pero no soy el primero y lamentablemente no creo que sea el último. Hoy en día hay muchísima violencia, no creo que estos chicos me hayan pegado porque sabían quiénes era mis papás. Quiero aportar mi granito de arena para que no pase más”, añadió.