A dos años de la tragedia vial de la Costanera, todo indica que al caso le llegó la hora del juicio. A pesar de las insistencias y las oposiciones de la defensa, el imputado enfrentará a un tribunal y arriesgará hasta 25 años de cárcel por doble homicidio simple. El hecho se cobró la vida de los hermanitos Kruk, Agustín (7) y Abril (3) en diciembre del 2018.
La última apelación de José Caccia recaló en la Suprema Corte de Justicia, mediante su abogado y un recurso de casación buscando frustrar la elevación a juicio hecha por el fiscal de Tránsito, Fernando Giunta. Luego de recibir la negativa de un par de jueces, fue ahora la Sala Penal del máximo tribunal la que avaló la investigación y consideró que hay elementos suficientes para ir al debate oral.
La respuesta se conoció esta semana, con lo cual la fiscalía planifica las audiencias preliminares para febrero o marzo y después esperar que este hombre se siente en el banquillo de los acusados.
Su situación no es fácil, y por eso su defensor intentó a lo largo de todo el proceso mejorar el panorama con numerosas presentaciones en la Justicia; un cambio de calificación, libertad o arresto domiciliario, y otro tipo de maniobras que fueron estirando los tiempos.
Caccia sigue preso en penitenciaría e imputado por homicidio simple con dolo eventual, en dos hechos. Esta carátula lo pondrá frente a una posible condena de 8 a 25 de prisión efectiva, ya que los pesquisas entienden que de la forma en que manejaba en aquella tarde debió representarse en su mente que podía causar una tragedia, y de igual manera mantuvo su accionar.
Como suele suceder en estas causas, incluso fue el objetivo a lo largo de estos dos años, la defensa tratará de probar que fue un accidente, un homicidio culposo agravado que le deje ante una pena de 3 a 6 años, excarcelable. Aquí siempre quedan de manifiesto las diferentes interpretaciones, opiniones y criterios, con lo cual el final de estos juicios siempre deja margen para el suspenso.
Tres víctimas, tres conductores y un sólo detenido
Agustín y Abril fueron arrollados en la tarde del 14 de diciembre de 2018, en la zona de Costanera y Matienzo de Guaymallén. Los menores caminaban junto a su madre, Carla Pagliaricci, y tras una secuencia en la que se vieron involucrados tres rodados, los tres sufrieron graves heridas.
El nene murió un día después, mientras que su hermana dejó de existir el 22 de diciembre; la mamá de ellos estuvo internada y se recuperó. Los hombres que manejaban los vehículos quedaron presos y fueron imputados, aunque luego cada uno correría distinta suerte.
Uno de ellos fue Osmar Peca, quien con su Volkswagen Gol realizó una maniobra en contramano, además de manejar en estado de ebriedad (0.65 le dio el test de alcoholemia). Como agravantes no llevaba carnet de conducir ni tampoco seguro.
Respecto a José Caccia, que en aquella tarde iba al mando de un Ford Fairlane, circulaba con exceso de velocidad y en un auto que no estaba en condiciones mecánicas. Fue este hombre quien terminó atropellando a la familia.
Por último, a Sergio Miranda se lo acusó de manejar un camión sin la precaución que amerita el hecho de ser un conductor profesional, y que luego del accidente se dio a la fuga.
El desarrollo de la pesquisa dejó desvinculados a Peca y a Miranda, siendo Caccia el único que irá a debate.
La lucha de una madre
La única sobreviviente del siniestro fue Carla, la mamá de las víctimas fatales. Desde aquellos primeros días posteriores al suceso, siempre se la vio fuerte y con el espíritu de pedir justicia.
Pocas horas estuvo hospitalizada hasta que pidió el alta voluntaria para ir a estar con sus hijos, mientras ellos peleaban por su vida. Confirmado el peor desenlace de los pequeños, comenzaron sus incansables homenajes y peregrinaciones por Tribunales en busca del esclarecimiento.
“Presentaron todos los recursos posibles para demorar el juicio y desgastar, pero como mamá no me van a cansar nunca. Estoy esperanzada en que el daño irreparable que hizo este sujeto, de alguna manera lo pague; han sido dos años agotadores y es momento de que mis hijos y yo, tengamos paz y descanso”, sostuvo Carla.
“Se me hace muy difícil el día a día, levantarme todas las mañanas. No sé de dónde saco fuerzas, pero las tendré hasta que se baje el martillo y sean condenados los responsables de la muerte de Abril y Agustín”, agregó la mujer.