El 12 de abril de 2003, durante una de las presentaciones que Gustavo Cordera y, por entonces, su banda la Bersuit Vergarabat realizaban en el estadio cubierto de Pacífico (Ciudad de Mendoza); se produjo una avalancha humana cuando un nutrido grupo de fanáticos quiso abandonar el lugar. En este desafortunado episodio, Pablo Cordero –quien por entonces tenía 20 años- cayó al suelo y quedó atrapado debajo de la marea humana. Desde entonces, Cordero permanecía en coma; hasta que durante las últimas horas se confirmó el fallecimiento del sanrafaelino, que ya tenía 38 años. Cordero pasó casi la mitad de su vida en coma, inconsciente.
Este fatal accidente, sumado a la tragedia de Cromañón el 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires y donde fallecieron 194 personas tras incendiarse el espacio; marcaron el final de los recitales en Pacífico. El estadio ubicado en calle Perú, a metros de la rotonda con Pellegrini y del Parque Central; se había posicionado como una especie de templo para los recitales de rock y shows en vivo.
Sin embargo, el accidente en el que quedó atrapado Cordero y las medidas de seguridad y protocolos que se adoptaron a nivel nacional luego de la tragedia de Cromañón; llevaron a que Pacífico no volviera a habilitarse nunca más como escenario de un concierto.
Condenas
Con 20 años, Pablo Cordero había viajado de San Rafael a la Ciudad de Mendoza para ver el recital en vivo de una de sus bandas preferidas, la Bersuit Vergarabat. Luego de Libertinaje, Hijos del Culo y De la Cabeza; la banda –por entonces liderada por Gustavo Cordera- disfrutaba de uno de sus momentos de máximo esplendor; y los recitales con los músicos vestidos con pijamas y con su actitud 100% rebelde y contestataria llenaban cualquier espacio donde se presentaran.
La tarde- noche del 12 de abril de 2003, Cordero llegó a Pacífico y –como otros tantos miles de fanáticos- ingresó al estadio cubierto de Pacífico. Pero para esa noche –una de las tantas que incluía la presentación de la Bersuit en Pacífico- se habían vendido más entradas de las autorizadas de acuerdo a la capacidad del estadio (se calcula que había más de 6.000 personas). Y cuando el show había llegado a su fin, la multitud se dispuso a abandonar el estadio.
Aquella noche, los accesos (que también servían como puertas de salida) habilitados eran pocos; por lo que el efecto embudo se generó cuando las 6.000 personas intentaron abandonar en simultáneo el lugar. Tras agolparse y empujar desmedidamente, se produjo el accidente que tendría un desenlace fatal para el joven Pablo Cordero: el sanrafaelino cayó al piso y fue aplastado por la multitud, desaforada por salir por uno de los pocos portones habilitados.
Cuando la víctima logró ser rescatada, se constató que había sufrido politraumatismos graves y un paro cardiorrespiratorio tras ser aplastado por los otros fanáticos (fue todo cuestión de minutos); y fue hospitalizado. A partir de este momento, Cordero permaneció en coma y postrado; y así estuvo hasta que este fin de semana se confirmó su deceso. Nunca salió de su estado de inconciencia ni pudo abandonar la cama en la que estuvo postrado.
El accidente llegó a la Justicia mendocina y, en noviembre de 2013, los jueces condenaron como culpables a los tres actores participantes principales: el Club San Martín (donde está el estadio Pacífico), la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y a la banda. En total, fueron condenados a abonarle más de 1,8 millones de pesos –más costas del juicio- a la familia de Pablo Cordero. Y, aunque los condenados fueron tres, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza se hizo cargo del pago total.
Un dato a destacar es que en distintas visitas que hicieron a Mendoza posteriormente, los músicos de la banda fueron a visitar en reiteradas oportunidades a Cordero y a su familia. Incluso, algunas de estas visitas tuvieron como finalidad principal visitar a quien había sufrido el triste accidente en 2003 en Pacífico.
El día en que Ciudad suspendió un recital de Cordera
Ya como solista y con sus días como líder de la Bersuit como parte de la historia, en septiembre de 2016 el músico Gustavo Cordera tenía todo listo para regresar a Mendoza. Iba a ser la primera vez en que Cordera pisara suelo mendocino para uno de sus shows luego del fatal accidente de 2003, y el cantante iba a presentar su Caravana Mágica en un recital gratuito para el Día de la Primavera y del Estudiante.
En aquel momento, el músico y la comuna capitalina habían acordado el pago de 22 cuotas de 10.000 pesos que el artista le efectuaría a la Municipalidad para saldar la deuda de 450.000 pesos que el ex líder de Bersuit Vergarabat mantenía con la comuna (como cada uno de los ex integrantes de la banda); luego de que la comuna se hiciera cargo de la indemnización a Cordera. Sin embargo, esta presentación fue suspendida por otra polémica que rodeó al músico.
Poco más de un mes antes de la Primavera, en agosto 2016, Cordera realizó declaraciones polémicas, repudiables y misóginas durante un encuentro con estudiantes de periodismo en Buenos Aires; y sostuvo que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo”. Esto motivó que la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza suspendiera la presentación que –en teoría- iba a realizarse el 21 de septiembre de ese año.