Casi 37 años de incertidumbre sobre la identidad quedaron reducidos a alegría y felicidad en tan solo unas pocas horas y terminó uniendo a las provincias de Tucumán y Mendoza en tan solo dos días.
Se trata de la historia de Verónica López, una mujer de 37 años oriunda de dicha provincia norteña y que comenzó en Facebook una campaña para dar con su padre mendocino. Según lo detalló la mujer a El Cuco Digital “Estaban mis abuelos con mi mamá en Mendoza y mis abuelos decidieron venirse a Tucumán con mis dos hermanos mayores; mi mamá se quedó un tiempo más en Mendoza y quedó embarazada de mí. Ella extrañaba mucho a mis hermanos, entonces se vino a Tucumán; yo nací y ya nos quedamos acá”.
Luego la tucumana detalló que después de ella vino su tercer hermano y al poco tiempo una noticia trágica conmocionó a la familia: su mamá murió en un accidente cuando Verónica tenía dos añitos: “Entonces me crié con mi abuela materna”. Esto fue esencial para reconstruir su pasado: “nunca he sabido de mi padre, ni de cómo era la historia, pero a medida que pasaba el tiempo quería conocerlo. Yo le preguntaba a la familia, pero no me daban ningún dato; decían que no sabían y quien sabia no me quería decir nada”.
Pero las incógnitas fueron creciendo hasta que un día decidió tomar la iniciativa y fue a Facebook para pedir ayuda a la comunidad: “Una mañana con el bebé en la cama digo ‘bueno, yo voy a publicar mi foto’ y publiqué y automáticamente me empezó a escribir mucha gente de San Carlos, Mendoza. Yo les pedía que por favor si sabían de él que me avisaran, que yo lo quería conocer. Yo no sabía ni su apellido, lo único que sabía es que le decían Chelo y que vivía en El Cepillo”, detalló al medio.
La respuesta fue casi automática: “Una chica de ahí de San Carlos le pasó la captura de mi publicación a Marcelo, uno de mis hermanos (hijo de su papá); él me empezó a escribir y me dijo ‘creo que tengo lo que estás buscando’, le digo ‘¿estás seguro?’ y me respondió ‘si, mi papá es el tuyo. Él es “Chelo” de apellido Coria”.
Luego de intercambiar mensajes tratando de hilar datos familiares, ambos confirmaron los lazos familiares y se intercambiaron teléfonos. Poco después sonó el teléfono de la chica tucumana: su padre mendocino estaba del otro lado de la línea y también cambiaron información para confirmar los datos de una historia que parecía salida de la TV.
A partir de ese momento Verónica pudo reconstruir toda su historia familiar en tan solo pocas horas: “Ha sido muy rápido todo, porque yo había publicado el viernes y el sábado ya estaba hablando con él”.
Tras el frenético contacto ambas familias quedaron en reunirse y saldar la distancia de 37 años. Sin embargo las condiciones de la pandemia frenan el reencuentro momentáneamente.