Sergio Poklepovic, de 56 años, es un productor ovino-ganadero del departamento de Río Chico, en Santa Cruz y en los últimos días se encontró con una terrible noticia: tras el temporal de nieve en la Patagonia encontró a más de 2000 ovejas muertas.
El productor calcula una pérdida de más de $140.000.000 a causa del reciente fenómeno climático. Según él, la ayuda del gobierno provincial llegó “tarde”.
Durante el temporal, Poklepovic contactó a las asociaciones rurales locales para solicitar ayuda y rescatar su ganado atrapado. Aunque recibió asistencia oficial, no pudo evitar la tragedia. Los borregos, capones, ovejas y carneros que murieron tenían alrededor de nueve meses de lana y estaban sin esquilar.
“Las ayudas llegaron tarde, cuando ya los animales se habían muerto”, puntualizó. En el campo conocido como La Perseverancia, que abarca más de 20.000 hectáreas, había aproximadamente 5500 ovejas. De ese número, se perdieron más de 2000, lo que representa el 36,4% del ganado.
“Son muchas hectáreas para recorrer. Yo sabía que había animales tapados por la nieve que no los pudimos ver cuando se hizo el recorrido para protegerlos. El número exacto de la cantidad que perdí todavía no lo tengo, lo voy a tener ahora en septiembre cuando esquilemos. Las pérdidas son muy importantes”, resumió.
Otros productores de la región enfrentaron situaciones similares, aunque en algunos casos las pérdidas fueron menores.
“Fue tanta la cantidad de nieve que cayó y duró mucho tiempo. Cuesta mucho llegar a un número importante de hacienda, porque tenés muchos problemas con el puma, el zorro, el abigeato. Se hace difícil producir. Me gusta mi trabajo, pero es duro” afirmó el productor ganadero.
“En estas situaciones no tenés ayuda del Gobierno y cuando te la tienen que dar no te la dan. Para cobrarte los impuestos están a la orden del día, eso es lo peor de todo”, dijo.
De parte del gobierno provincial, recibió 400 bolsas de pellets de alfalfa como ayuda. “Pero ya había terminado de acomodar la hacienda, no había nada más que hacer. Les agradecí, pero les dije que ya no había nada más que hacer. La hacienda ya estaba muerta. Eso te genera mucha bronca e impotencia porque estás peleando contra el clima”.
Recordó que la manera de rescatar a los animales era salir a caballo y “hacer huella” para despejarles el camino. “Estuve como 15 o 20 días laburando para tratar de sacar la hacienda. Si me mandaban una máquina lo hacía en dos o tres días, pero lo tuvimos que hacer con mucho sacrificio junto a mi hijo y los empleados”, relató.
Cuando la nieve empezó a desmoronarse, en los últimos días decidió recorrer el campo y se encontró con una escena desoladora.
En promedio, el costo de una oveja varía entre $80.000 y $100.000, dependiendo de su condición, si está preñada, o si tiene 10 u 11 meses de lana.
“Es una pérdida importante. ¡Es una fortuna! ¡Es mucha plata! Estoy preparado para las pérdidas, pero esto me supera… ¡Qué se le va a hacer!”, cerró.