El martes comenzó la vacunación contra el coronavirus en Argentina y hoy, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) validó la vacuna de Oxford/AstraZeneca. Finalizando así el año con muy buenas noticias para el país con respecto a su lucha contra la pandemia, que ya infectó a más de un millón de personas y mató a 43.000.
La ANMAT autorizo el usó de la vacuna AZD1222 del laboratorio Oxford/AstraZeneca en Argentina bajo “uso de emergencia” contra el virus SARS-CoV-2 al considerar que “presenta un aceptable balance beneficio-riesgo, permitiendo sustentar el otorgamiento de la inscripción y autorización condicional del producto para la indicación solicitada. La misma se otorgó por el plazo de un año contado a partir de la fecha de la presente disposición, bajo la condición de venta bajo receta”.
Esta vacuna, sirve para la inmunización activa de personas mayores de 18 años con dos dosis administradas con un intervalo de entre 4 y 12 semanas, según recomendó en primer lugar la agencia regulatoria inglesa (MHRA). En los ensayos clínicos de Fase III se demostró que este régimen es seguro y eficaz para prevenir el COVID-19 sintomático, sin casos graves ni hospitalizaciones luego de más de 14 días después de la segunda dosis.
En Argentina, el Gobierno logró acordar con el laboratorio AstraZeneca para adquirir en marzo 22,4 millones de dosis que alcanzarán a cubrir a 11 millones de argentinos bajo la modalidad de “registro de emergencia”.
El insumo principal de esta vacuna será producido en la Argentina -a través del laboratorio mAbxience- y el empaquetado y distribución, se realizará desde México. Este diseño del proyecto le confiere características que la presentan como una vacuna conveniente para los países emergentes por tener mejor acceso y precio, mejor administración de las dosis y mejor transporte ya que puede almacenarse durante largos períodos a temperaturas normales de refrigeración.
“La vacuna de AstraZeneca por una decisión conjunta con la Universidad de Oxford se va a vender no profit, es decir, sin ganancia alguna. Va a valer entre 3 y 4 dólares, depende del país y los costos internos…se está presente en un proyecto inédito de cooperación público-privada y que mientras dure la pandemia se va a vender sin beneficio para la compañía”, explicó al medio Infobae el empresario Hugo Sigman, dueño del laboratorio donde se produce el principio activo.
La doctora Sarah Gilbert, que lleva adelante el proyecto, dijo que el objetivo era hacer un acuerdo con una compañía privada para que la vacuna pudiera producirse masivamente en todo el mundo, pero que tiene que tener 3 condiciones: que durante la pandemia se vendiera no profit para que sea accesible, que se produzca a riesgo antes de ser aprobada, y que sea distribuida en todo el mundo.
Funcionamiento de la vacuna de Oxford
La vacuna Oxford-AstraZeneca se basa en las instrucciones genéticas del virus para construir la proteína de pico que rodea al coronavirus. Pero a diferencia de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, que almacenan las instrucciones en ARN monocatenario, la vacuna Oxford utiliza ADN bicatenario. Los investigadores agregaron el gen de la proteína de pico de coronavirus a otro virus llamado adenovirus (virus comunes que generalmente causan resfriados o síntomas similares a los de la gripe), en este caso, proveniente de un chimpancé, que puede ingresar a las células, pero no puede replicarse dentro de ellas.
AZD1222 surgió de décadas de investigación sobre vacunas basadas en adenovirus. En julio, se aprobó la primera para uso general: una vacuna contra el ébola, fabricada por Johnson & Johnson. Y se continúa -en los huecos que deja la jerarquía que ocupó la investigación sobre el COVID-19- con la realización de los ensayos clínicos avanzados para otras enfermedades, como el VIH y el Zika.