Hasta el miércoles, conseguir una tarjeta SUBE era una odisea para los usuarios que las necesitaran para viajar en el transporte público.
Sin embrago, desde la Cámara de Quiosqueros aseguraron que esto ya está prácticamente resuelto y que casi todos los comercios cuentan con el recurso.
Las autoridades atribuyeron las demoras en la entrega a las complicaciones por la situación sanitaria.
En el paulatino proceso de recambio de tarjetas Red Bus por SUBE para el pago del boleto, los últimos días se había presentado una situación compleja para muchos.
El miércoles era el último día para cargar las primeras pero debido a que el sistema está en retirada quedan muy pocos puntos de carga. A eso se sumó la escasez de las segundas lo que obligó a los usuarios a una peregrinación entre comercios.
Al no conseguir, debieron apelar estrategias como préstamos de tarjetas de otros usuarios, tomar un taxi (con el consiguiente costo extra) o, ya vencidos, apelar a la solidaridad del chofer.
Ante esto, la secretaría de Servicios Públicos decidió no extender el tiempo para la carga de Red Bus ya que esperaban recibir ese mismo día 50 mil tarjetas SUBE. Luis Borrego, director de Transporte de la Secretaría de Servicios Públicos, dijo que podrían llegar a los usuarios en 24 a 48 horas y así fue.
Aclaró que hace un mes y medio 40% de los usuarios tenía SUBE y 60% Red Bus, mientras que actualmente 70% tiene la primera. En las condiciones anteriores a la pandemia la cantidad total de usuarios diarios del sistema era de 350 mil y actualemente está en torno a 30%. Recordaron que por la circulación del virus, se pide a los usuarios evitar este medio de transporte y dejarlo para los trabajadores esenciales que no tengan otro medio de transporte.
Diego Ceballos, referente de la cámara mencionada dijo que se han repartido de a pocas unidades para llegar a la mayor cantidad posible de puntos de venta.
De todas formas, hay que saber que hasta las 00 de mañana (es decir durante la jornada de hoy) los quiosqueros están realizando un paro de carga de SUBE en reclamo por la baja rentabilidad que implica para ellos ofrecer el servicio. Afecta mayormente al Gran Mendoza.