Simpatiquísimas, excelentes amas de casa y abuelas fanáticas de sus nietos, así son las tres ganadoras del concurso “La receta de mi abuela”, que se desarrolló el pasado sábado en el Aconcagua Arena organizado por la dirección provincial de Adultos Mayores.
También son mujeres fuertes y resilientes, porque dos de ellas, que tienen alrededor de 70 años, atravesaron situaciones difíciles, lograron sobrellevar las y volvieron a ponerse de pie.
El primer premio a la receta salada fue para Rosalinda Lucero, de Villa Marini, Godoy Cruz, con unos exquisitos ñoquis y una carne mechada que dejó al jurado con la boca abierta. Se trata del plato preferido que históricamente se elaboró los domingos en familia, aunque hoy, con dos de sus tres hijos en España, la mesa ya no es lo que era.
El máximo galardón para la receta dulce se lo llevó Rosa Andreo, de General Alvear. La inscribió su nieta Ebe y decidió preparar una tarta de durazno sin tac con crema chantilly, una costumbre en su casa. Rosa tiene otra nieta celíaca y le encanta compartir su especialidad con ella.
En el rubro fuegos, María del Carmen Leggio, que es oriunda de Rivadavia y trajo a Mendoza una hinchada impresionante, cautivó al jurado con una carbonada. La mención especial por su receta salada recayó en Mafalda Montenegro, que llegó desde Lavalle.
Con la crisis de 2001, Rosalinda se encontró con la mesa vacía. Sus hijos decidieron partir a España y aunque uno más tarde regresó, hoy prácticamente gran parte de su familia está radicada en el otro continente.
“Elegí los ñoquis caseros con carne porque me trae lindos recuerdos de cuando nos juntábamos en casa los domingos. Mis hijos, nietos y bisnietos que viven en España me alentaron por Youtube”, confesó la mujer, para señalar: “Fue un día de gloria”.
Viuda, paciente oncológica y ahora con otra dolencia denominada fibromialgia, dice que estuvo a punto de claudicar. Había decidido no presentarse porque sentía fuertes dolores, pero su nieta y su hermana la convencieron.
“¡Menos mal que fui! Ojo, no era mi objetivo ganar sino participar, mostrar lo que sé hacer. Me sentí feliz, apoyada y jamás juzgada. Volví a recordar aquellos domingos hermosos con la mesa llena de gente”, repasa.
La receta de los ñoquis es inamovible: un kilo de papa, un huevo, tres puñados de maicena, dos de harina, nuez moscada, pimienta, sal y aceite. Para la carne, eligió una punta de palomita, le hizo “agujeritos” y les agregó a cada uno ajo picado y perejil y luego la doró en aceite con laurel.
“No podía creer cuando gané”, aclara, mientras se ríe a carcajadas.
Tarta de durazno
Rosa Andreo, que llegó de Alvear con 40 adultos mayores, elaboró con destreza y rapidez increíbles una exquisita tarta de durazno con chantilly. Le salió perfecta (aunque ella no lo diga).
“Primero pongo la fruta en un molde acaramelado mientras preparo el bizcochuelo en la batidora con la premezcla apta para celíacos. Esa mezcla se la vuelco al molde, que va al horno más o menos 30 minutos. Siempre lo voy controlando. Ya listo, lo desmoldo en caliente y lo sirvo con una rica crema chantilly que nunca falla”, sintetiza.
Rosa quiso darle el gusto a su nietita Ebe, que fue quien la inscribió en el concurso. Siempre estuvo tranquila porque entrenamiento, dice, le “sobra”.
“Fue una tarde de afectos, de alegría, de compartir. Jamás me imaginé ganar en mi rubro. Además fue hermoso que me acompañara tanta gente querida, familiares y sobrinos que me encontré en la ciudad de Mendoza”, señala.
El premio consistió en una tabla de madera, aceite de oliva, especieros y una clase de cocina en un instituto. Claro que otro de lo momentos más memorables fue compartir la jornada nada menos con Maru Botana.
Resurgir en memoria de su hija
María del Carmen Leggio, docente jubilada de 68 años, tiene una alegría que contagia aunque atravesó lo peor para una madre: en 2020 perdió a su hija Antonella, una conocida maratonista, una chica llena de vida que le dejó un gran legado.
“Estaba realmente rota, destruida, pero un día tomé la decisión de honrarla con lo que ella me dejó, la enseñanza de una vida sana, de levantarse todos los días con energía, de tratar de estar feliz con lo que se tiene”, reflexiona, emocionada.
Tal vez por eso decidió competir con su especialidad, una carbonada espectacular que la hizo famosa en la familia y por la que suele recibir halagos de todo el mundo.
“Estoy feliz porque siempre son mis yernos y nietos los que me halagan la carbonada, una vieja receta de mi abuela, pero ahora pasó a mayores. Claro que tuvo mucho que ver una olla de hierro que me facilitó un chef de Rivadavia”, admite.
Lo cierto es que aquella carbonada que ella solía comer de niña en la finca supo replicarla en el escenario y el jurado quedó sorprendido.
“No suelo comprar el caldo en el supermercado, sino que yo misma lo preparo con puerro, espinaca, ajo y cebolla”, aclara, antes de contar su receta.
Lo cierto es que rehogó la carne (una bola de lomo); la cortó en cubitos; la selló en aceite de oliva y le agregó sus condimentos favoritos junto con cebolla de verdeo y cebolla morada.
Una vez que le agregó el caldo, incorporó verduras de acuerdo con su tiempo de cocción, comenzando por el camote y finalizando con el zapallo, que se transformó en puré y fue lo que más llamó la atención de los evaluadores.
María del Carmen, que tiene otras dos hijas, Ivana y Andrea, también participa de otros talleres del área de Adultos Mayores de Rivadavia.
“Hago teatro, que me encanta”, cuenta. Claro que cocinar es su pasión. Dice que muchos se sorprenden con su sistema de vida a la antigua, porque adora planchar y elaborar todo casero, como las mujeres de antes.
“Creo que todos deberíamos hurgar en el corazón y hallar aquellas cosas que nos dejan lindos recuerdos, recetas que preparábamos cuando los niños eran chicos o las que nos dejaron las abuelas”, reflexiona.
Y deja su moraleja: “Atravesé sola un fuerte golpe pero decidí ser feliz. Fue una decisión. Cocino, reúno a mi familia, me junto con amigas. Pude hacerlo. Y ganar este concurso me dio una gran felicidad ¡Explotaron las redes!”.
De qué se trata
La actividad se realiza desde 2018 y cuenta con la participación de los 18 representantes departamentales, que cocinan en vivo para definir el ganador.
El objetivo es recuperar la tradición oral, los secretos y el valor afectivo de las recetas heredadas de quienes nos precedieron y su traspaso a las nuevas generaciones.
El concurso consta de 18 instancias previas de cocina, que se realizan en cada departamento, donde los municipios seleccionan la receta que va a representarlos en el concurso provincial.
Las y los cocineros ganadores de las instancias departamentales asisten a un evento final y cocinan en vivo los platos para que el jurado, integrado por grandes personalidades de la gastronomía provincial, seleccione al ganador.
Pueden participar del concurso personas que tengan 60 años o más. A lo largo de estos 5 años, más de 3.000 recetas se han presentado en el concurso.
En el estadio se montaron las islas con cocina para que 18 personas cocinen en vivo, sumando además un desafío de famosos en el que participaron cocinando Rodrigo Galdeano, Gisela Campos y Leandro Gómez.
También se dispusieron stands de emprendimientos, artesanos, el escenario para shows, transmisión en vivo por el canal de YouTube, sorteos de productos y la participación de los comercios que integran la Red de Comercios Amigables con las Personas Mayores.
Además, teniendo en cuenta que este año la Dirección de Adultos Mayores cumple 100 años, se invitó a los empleados y a distintas instituciones a participar para festejar el aniversario.