En octubre de 2022, luego del hallazgo de restos históricos y que –a priori- se dijo que podían ser humanos o arqueológicos, se detuvieron las obras de reconstrucción en el Túnel Caracoles, ubicado en las inmediaciones del límite internacional entre Argentina y Chile. La obra, planificada sobre la antigua traza del ya desaparecido Ferrocarril Trasandino (en Alta Montaña), fue pensada como un complemento para aliviar el tránsito vehicular y la circulación en el actual Túnel Cristo Redentor.
Y, aunque esa sigue siendo la función con que se construirá, lleva ya más de siete meses paralizada. De hecho, el período se estirará a 11 meses de cuasi paralización, ya que ahora habrá que aguardar a que transcurra la temporada invernal (con condiciones climáticas adversas en esa área) y recién en septiembre se retomará el fuerte de los trabajos en el lugar.
“Se encontraron vigas de madera que existen en el lugar desde la época de la construcción del túnel ferroviario original, a principios de 1900. A raíz de esta aparición, hubo que modificar la ubicación de algunos elementos y agrandar los soportes”, destacó el delegado de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), Guillermo Amstutz.
Ante este hallazgo, que se concretó a comienzos de octubre del año pasado, se paralizaron los trabajos en la zona. Y las versiones de que los hallazgos involucraban restos humanos o de trascendencia arqueológica no tardaron en propagarse.
“La versión de restos humanos fue ‘sarasa’. Como aparecieron las vigas de madera y fue algo que llamó la atención, cada uno salió después a decir lo que le pareció”, agregó Amstutz, echando por tierra las versiones de hallazgo con valor arqueológico.
La semana pasada, una comisión nacional de áreas técnicas y finanzas de la DNV estuvo en Mendoza para analizar y autorizar las modificaciones que se deberán hacer en los trabajos y a la altura del ingreso a la boca del túnel. Todo esto surge como consecuencia del descubrimiento de las vigas de madera.
Si bien esta necesidad de recalcular la estructura repercute en un incremento de sólo 1,5% en el monto total de la obra, el funcionario nacional indicó que implica superar la duplicación de lo que se necesitaba para hormigón. “El plazo inicial de ejecución de la obra era de dos años y medio. Pero esto ya ha frenado siete meses los trabajos, por lo que prefiero no hablar de fechas específicas”, agregó Amstutz.
En cuanto al presupuesto total de la obra, aclaró que –actualizado a marzo de 2023- es de 15.000 millones de pesos.
Paralización de las obras
El túnel ferroviario Caracoles se encuentra enclavado en la Cordillera de los Andes, en el límite internacional y a dos kilómetros de la Villa Las Cuevas.
En junio de 1890 comenzaron las tareas para realizar la perforación mecánica de la roca, con la idea de abrir en el lugar lo que terminaría por convertirse en el histórico túnel ferroviario. De acuerdo a los registros históricos, llegaron a trabajar 1.675 obreros en el lugar (la mayoría chilenos, aunque también hubo italianos, austríacos, franceses, españoles, ingleses y hasta noruegos).
La altura supuso varios problemas en los trabajos, no sólo por las dificultades para el desplazamiento de materiales, hombres y maquinarias, sino también por el rendimiento de los equipos.
Así fue, entonces, como en 1908 se terminaría por conceder la construcción del túnel a la firma C.H. Walker & Company (Londres), que poseía tecnología moderna para este tipo de trabajos. En 1891, las nuevas maquinarias perforadoras comenzaron a operar. Para la impulsión de los conversores se utilizó, por entonces, energía hidráulica. Y, como no se podía obtener la fuerza del agua en los mismos lugares de labores de los túneles, fue necesario colocar turbinas en los puntos en que se podía obtener la fuerza para luego transmitirla a los compresores.
De esta manera, la fuerza del agua se convertía en electricidad y era transmitida a los túneles por medio de gruesos cables de cobre con aislamiento. Así fue cómo se concretó la perforación de la roca para abrir el túnel.
La obra fue faraónica, fundamental e indispensable para la operatividad del mítico Tren Trasandino, pero –con la finalización y desaparición de este servicio- el túnel y su cobertizo quedaron en el abandono.
En los últimos años, empujado por las demoras recurrentes en el tránsito a Chile vía terrestre por el Sistema Integrado Cristo Redentor, la Nación decidió aprovechar el trabajo que se había hecho en el lugar más de un siglo atrás y decidió reformular el túnel ferroviario para hacerlo vehicular y habilitarlo como complemento al ya clásico túnel Cristo Redentor.
Así las cosas, en febrero de 2022 comenzaron las obras, las mismas que se paralizaron más de siete meses después. “Se encontraron las antiguas vigas de madera en el lugar donde se iba a poner la protección para hacer la excavación en la parte de tierra. Tenemos unos primeros 800 metros que son de relleno aluvional o de degradación de la montaña, que es de tierra apisonada. Para poder entrar allí abajo, hay que hacer una protección metálica. Y es allí donde esto se superponía con las maderas encontradas”, explicó Amstutz sobre el motivo de la pausa en los trabajos.
Tras pausarse los trabajos, entre octubre y diciembre de 2022 se trabajó en las tareas externas a la montaña (la embocadura, el camino, los desagües y proyecciones de la ruta), hasta que finalmente se pausó por completo y a la espera de la redefinición.
Al momento de paralizar la actividad de adecuación del túnel -en una extensión de tres kilómetros-, se había completado toda la obra externa (representa 5% de los trabajos). De hecho, fue cuando se disponían los operarios a comenzar con la excavación subterránea que dieron con la dificultad.
Descartan la presencia de restos arqueológicos o humanos
La versión del hallazgo de restos humanos y hasta arqueológicos –junto a las viejas vigas de madera- fue tomando cada vez más y más fuerza. Tanto que entre los apasionados ferroviarios y estudiosos del tema se instaló y con fuerza.
El diputado provincial Jorge Difonso solicitó un pedido de informe sobre el detalle de la obra y los hallazgos en el lugar. “Me lo respondieron en el momento y quedó descartado que hubiera restos humanos”, confirmó Difonso a Los Andes.
Amstutz, por su parte –y además de tildar a esas versiones como “sarasa”- brindó detalles del hallazgo propiamente dicho y cómo se reencausó la obra recientemente.
“Sobre las vigas de madera halladas, se llegó a la conclusión de que incidían en lo operativo de la obra tal y como estaba encarada. Se decidió, entonces, hacer más grande la excavación. Lo que no cambia es el tamaño y la forma interna del túnel, sino que es más grande la excavación (y el relleno de hormigón), ya hay que levantar arcos de protección y meter más varillas metálicas”, detalló Amstutz, quien agregó que –en simultáneo- hay que ir demoliendo lo que está abajo.
Según explicó el funcionario, el túnel ya existente –el antiguo- funciona como una guía para marcar por donde va a ir el nuevo, aunque el volumen del próximo túnel es 2,3 veces más grande que el existente.
“La excavación que hay que ir haciendo es por fuera, hay que ir demoliendo ya que no se trata de tierra virgen. No es que se construye el túnel al lado del existente, sino que el túnel ferroviario desaparece, se lo ‘come’ el nuevo túnel. Por ello hay que proteger primero, garantizar esa demolición y asegurar la otra”, agregó.
Al estar en época invernal, de temporales y baja temperatura, es poco y nada lo que se puede avanzar en el lugar. Por esto mismo es que la empresa se abocará a importar unos pernos especiales, para retomar los trabajos más fuertes a partir del 1 de septiembre.
Piden que se deje un espacio en el túnel para la vía del tren
El diputado provincial Jorge Difonso, quien desde la Legislatura Provincial es uno de los principales impulsores por el regreso del tren de pasajeros y la reactivación en todo el territorio provincial, siempre se ha interiorizado en los temas relacionados a esta actividad.
Y, cuando comenzaron los trabajos de reconversión del Túnel de Caracoles, Difonso hizo un pedido formal para que se deje un espacio al costado de la traza para la anhelada vuelta del Tren Trasandino.
“Pedimos que se dejen dispuestas unas vías ahí, para poder utilizarlas si se recupera el Tren Trasandino el día de mañana. Es un túnel que nace ferroviario. Y sería compatible para los dos tipos de vehículos, la vía pasaría por al lado de la ruta, todo en el mismo túnel”, concluyó.
