Mendoza se prepara para mostrarse al mundo, a un mes de que se realice la celebración que la identifica. Lucirá sus mejores galas y desplegará su arsenal de bellezas naturales, servicios e infraestructura, junto a una cargada agenda cultural, para atraer a los visitantes que cada año llegan para presenciar la Fiesta Nacional de la Vendimia. Pero este año no le resultará tan fácil: deberá luchar contra una dura crisis económica, que ya afecta al número de reservas, aunque las esperanzas están puestas en que, más cerca de la fecha de la celebración, los turistas se sumen a celebrar el vino nuevo.
De momento, hay un 60% de proyección de reservas hoteleras, en base a las consultas realizadas, y se espera que la semana próxima se eleve, con un total en la mira de 85% como ocurrió el año pasado. “Hay buenas expectativas. Al día de hoy estamos con una proyección de reservas del 60%, que está subiendo. Posiblemente la semana que viene ya estemos en el 70% en cuanto a proyección, que es lo que podemos evaluar ahora. Se estima en base a las consultas que hay. Considerando la situación económica del país, no es mal número”, analizó Cristina Mengarelli, directora de Promoción Turística e Inteligencia de Mercados de la provincia.
“Estamos atravesando un momento difícil y Mendoza, por supuesto, que no es ajena”, agregó en diálogo con Los Andes, y recordó que no está vigente el programa PreViaje, que el año pasado fue el impulsor de un mayor movimiento turístico.
Si bien están igual de expectantes, desde la Cámara de Turismo de Mendoza admiten que el movimiento “viene muy tranquilo”. Así lo confió a este diario el titular de la entidad, Ricardo Beccaceci: “El movimiento viene tranquilo. Hay consultas, pero en forma efectiva todavía no se manifiesta un movimiento importante”.
Y se esperanzó: “Creo que va a haber una buena afluencia, pero por un periodo corto de noches. Se reduce la estadía y el turista lo van analizando de acuerdo a cómo se va desarrollando en general el aspecto económico. Pero confiamos en que va a haber una buena afluencia y, aunque sea por menos días, lograr una ocupación de alto nivel”.
Por su lado, Mengarelli indicó que el año pasado las reservas hoteleras fueron de entre un 80 y un 85%. “Hoy se nota mucho que la gente va tomando la decisión más sobre la fecha, va evaluando gastos y a último momento al que le queda algo, dice: ‘Me voy el fin de semana a Mendoza’”, apuntó.
Otro cambio de hábitos de consumo, ligado a los tiempos actuales, es que se reduce la estadía o el consumo de algunos servicios. “Aquel que antes venía por cuatro o cinco días, posiblemente viene tres”, admitió Mengarelli. Y Beccaceci coincidió: “Esto se ha dado así en otras fechas durante el año pasado; ha sido como un comportamiento en el último tiempo. La previsión que toma el pasajero se ha acortado, es decir, antes se tomaba un par de meses de anticipación, hacía las consultas, las reservas, pero ahora viene muy tranquilo”.
El sofocante verano mendocino es otro de los motivos por lo que muchos “esquivan” la visita. Pero lo hacen hasta que bajan las tan elevadas temperaturas, algo que ocurre para el tiempo de cosecha, ahí cuando el pago se pone lindo. “Sabemos que Mendoza tampoco es un destino al cual se elige en temporada de verano. No somos un destino de agua, que tienen más demanda generalmente en el mes de enero, como los de la costa Atlántica. Siempre se va notando un cambio de comportamiento a mediados de febrero, que es cuando las reservas van aumentando”, indicó la directora de Promoción Turística.
Y aclaró: “Cerramos enero con un porcentaje de ocupación del 57%. No es mal número. El año pasado tuvimos un 70%, pero con la salvedad de que tuvimos el programa PreViaje y otras circunstancias macroeconómicas”.
La falta de precisiones atenta contra la promoción
“Estamos todavía sin información porque no tenemos muy definido el tema de la Fiesta de la Vendimia en sí, el costo de las entradas, etcétera. No tenemos todavía información general. El sector tiene, como todos los años, en la Vendimia uno de los periodos de mayor ocupación. Pero infelizmente las circunstancias generales, por un lado, y la información limitada por otro, dificultan la comunicación”, apuntó el presidente de la Cámara de Turismo.
“El año pasado, para esta fecha había más movimiento que este año”, admitió Beccaceci, preocupado.
Pero la falta de detalles sobre esos aspectos de la fiesta máxima de la provincia desvela también a las autoridades del Emetur. Respecto de artistas de nivel nacional o internacional que puedan actuar en las repeticiones del Acto Central, que son un atractivo más para convocar a los visitantes, el dato es celosamente guardado por Cultura. Tanto que ni sus compañeros de Turismo saben qué artistas pondrán a bailar al teatro griego el 3 y 4 de marzo próximos.
“No tenemos información de los artistas o de los grupos que pueden llegar a estar este año. Desde Turismo realmente desconocemos si hay ya un grupo confirmado para la fecha, por lo que todavía no se usa como promoción para la Fiesta”, confió Mengarelli. En ediciones anteriores, estos shows fueron un imán para un público no habituado a Vendimia, como los miles de jóvenes que colmaron las gradas para ver, por ejemplo, a la trapera Nicki Nicole.
Se espera que en los próximos días se defina la grilla de artistas y se pueda utilizar en la promoción de la celebración, aunque también dependerá del cachet de cada músico en “época de vacas flacas”. “Estimamos que en estos días ya van a estar cerrando tanto el tema de los precios de las entradas como los artistas”, adelantó la funcionaria.
A la espera de extranjeros
En el sector hay también expectativas por la llegada de extranjeros, ajenos a los problemas del país. Aunque en Turismo admiten que no salvarán la Vendimia en materia turística. “No diría salvarla, por el número de extranjeros que llegan en relación al turismo nacional, pero sí hay bastantes consultas, principalmente del mercado brasileño y chileno en estos días”, explicó Cristina Mengarelli.
En la Cámara de Turismo mendocina también señalan que el número de extranjeros no es significativo para “mover la aguja”. “La Fiesta la Vendimia para el chileno nunca ha sido un evento al que haya concurrido masivamente. Ha habido gente que ha venido y que lo ha disfrutado, pero no es una afluencia masiva”, diferenció Beccaceci.
Y agregó: “En el caso de turistas de Brasil, por ahí tienen un poco mayor interés, pero evidentemente el volumen es menor y nunca podría llegar a significar una diferencia importante. La cantidad de vuelos que tenemos, si bien es cierto que son varios, frente al número de participantes en la Vendimia es relativamente poco”.
El anzuelo
Para salir a la pesca de visitantes del país y de otras tierras, el Ente Mendoza Turismo mantuvo la promoción que inició el año pasado, con importantes descuentos en varios servicios y con difusión en centros urbanos. “A principios de enero salimos con el Sale Mendoza con un 30% de descuento en todos los servicios vinculados al turismo, desde alojamiento, gastronomía, servicios turísticos, actividades en bodegas y demás. Tenemos 130 prestadores de todo el territorio provincial que han adherido a la campaña, y se han ido sumando al ver que ha causado su efecto positivo en relación a las reservas”, detalló la directora de Promoción Turística.
Mengarelli indicó: “Estamos poniendo foco en los principales centros urbanos del país, como Buenos Aires, Rosario y Córdoba, con una campaña con pautas importantes, con mucha presencia. Seguimos con el Sale Mendoza en todo el país hasta el 29 de febrero porque el sector privado nos propuso continuar, ya que finalizaba el 31 de enero. Y continuamos con las pautas que ya tenemos generadas a nivel internacional, con lugares que son los principales emisores de turistas internacionales, como Brasil, Chile y Panamá”.
Sabido es que la Vendimia es una atracción no sólo por la Fiesta en sí, si no por todos los eventos “satélite” que se generen en torno a ella, como la Festa in piazza, por poner sólo un ejemplo. Además, muchas son gratis o muy económicas.
“Mendoza ha mantenido prácticamente todos sus actos centrales de la Fiesta con un gran sacrificio por parte del Ejecutivo provincial, cosa que no ha sucedido en otro destinos. La Fiesta del Sol (en San Juan), por ejemplo, se ha postergado hasta octubre y hay otros festivales a nivel nacional que se han suspendido o reprogramado. Se han achicado también, pero Mendoza ha tratado de sostener su Fiesta”, destacó Mengarelli.