Radio Télévision Suisse (RTS), la cadena de Radio y Televisión suiza, presentó recientemente un informe que expone la situación que se vive hoy en Argentina.
La nota comienza diciendo “la falta de perspectivas, los salarios en constante caída ante la inflación, la inseguridad… Estos factores están empujando a muchos jóvenes argentinos, graduados y profesionales, a abandonar el país.” haciendo referencia que en nuestro país se esta viviendo “una fuga de cerebros similar a la desencadenada tras la crisis económica de 2001″
El escrito cuenta con el testimonio de Alan, un ingeniero informático de 33 años que vive en el conurbano bonaerense. El joven perdió la esperanza de que su país mejorara. Aunque tenga un puesto de responsabilidad y un buen sueldo en pesos, la inflación es tal que sus ingresos siguen bajando a medida que crece en su negocio.
“Estudié seis años, tengo diez años de experiencia profesional en tecnología y hoy gano la mitad que un repartidor de bicicletas en Europa. No es sostenible”, explica el joven.
Incapacidad de ahorrar, de poseer bienes o de planificar el futuro… Como muchos de sus amigos, Alan decidió emigrar a España antes de las vacaciones. “Hay un nuevo dicho entre los jóvenes argentinos que dice que la única salida es el aeropuerto”, bromea este último.
Lucas y Marina también decidieron dejar el país para emigrar a Madrid. Abogado y biólogo, padres de dos hijos, consideran que no les queda más remedio que irse. “No me voy ni triste ni feliz, me voy enojado. No es exactamente como si me echaran del país, pero aquí no hay espacio para progresar, no hay un futuro real para mis hijos. Entonces es casi lo mismo”, dice Lucas. .
Mercado de la emigración
Casi 200 argentinos salen del país todos los días. Ante la magnitud del fenómeno, se han creado varias empresas para ayudar a los graduados en su búsqueda de estabilidad. Ha surgido un verdadero mercado de la emigración, que se ofrece a facilitar trámites administrativos, fiscales o judiciales a quienes deciden irse.
Creada hace un año, la empresa “Cruzar el charco” ha visto crecer su número de clientes. “En 2001 la gente que se iba estaba desesperada, en una emergencia total por empezar de cero. Hoy los que se quieren ir son profesionales, formados, gente que quiere proyectarse a futuro y que tiene los medios”, explica Carolina Barbero, empleada en la empresa.
Más allá de historias personales, esta fuga de profesionales capacitados no augura nada bueno para la Argentina. Según una encuesta, al 82% de los jóvenes encuestados les gustaría irse si pudieran. Casi el 76% de ellos no ven futuro en su país.