Un grupo de alumnos secundarios de Mendoza será el único equipo argentino que representará al país en el torneo clasificatorio del mundial de robótica. Se trata de 25 alumnos del Colegio Tomás Alva Edison, una institución que ya tiene su recorrido en el asunto. Es que en 2023 compitieron y salieron subcampeones, la posición más alta hasta ahora ocupada por Argentina.
Pero además, según relataron los miembros de equipo, es la primera vez que Argentina participa de este nivel de competencia, que es la más alta del mundo a la que se puede aspirar. La vez anterior fue en una categoría menos exigente y ahora van por más.
Por lo pronto, trabajan arduamente, no hay vacaciones que se interpongan para los chicos, los profes y los mentores que los acompañan para elaborar un robot que cumpla con los criterios estipulados por la organización del evento. Se trata de Reefscape, “inspirados en el océano y sus diversos ecosistemas”, explican, el robot debe ser capaz de recolectar y sembrar algas en un arrecife.
Así que dejando de lado sus vacaciones se reúnen en el colegio de 8 a 13 para poner a prueba todos sus conocimientos y participar del torneo clasificatorio, la instancia regional que se hará el 18 de marzo en San Pablo, Brasil. De esa etapa participarán cerca de 1.000 robots de todo el mundo, pero sólo 10 de ellos llegarán a la ronda final que se desarrollará del 16 al 19 de abril en Houston, Texas, Estados Unidos, en el First Robotics Competition (FRC). Allí presentarán sus apuestas 600 equipos de cerca de 200 países.
Expertos en robots
Guadalupe Burgos tiene 15 años y pasó a cuarto año en el colegio. Su relato denota su entusiasmo y asegura que no le pesa estar en la escuela en vez de ir a la pileta por la mañana.
Ella es parte del equipo de programación, ya que contó que están divididos en cuatro áreas. “Está el área de comunicación, que se encarga de la comunicación con los sponsors, con otros equipos de otros países; el de programación que se encarga del programa de robots; el área de mecánica, que se encarga de toda la parte del sistema de robots y el área de diseño, que se encarga de utilizar aplicaciones de diseño CAD y hacer toda la parte del diseño del robot”, detalló.
Si bien es la primera vez que va a participar de este evento ya había participado el año pasado de la competencia de Microsoft que se realizó en Estados Unidos. Dijo que le gusta participar, sobre lo que destacó: “Poder trabajar con mis compañeros en equipo, con otros chicos a los que también les gusta la robótica, a mí me encanta programar, así que es justo en el área que más me gusta hacer y además, la oportunidad de poder viajar representando a Argentina”.
Melanie Martínez es estudiante de Ingeniería en Mecatrónica y uno de los mentores que trabaja con los chicos. Destacó que en la que participarán es el nivel más alto de competencias de robótica y en la que más convergen equipos de robótica a nivel mundial.
“De todas las competencias que se hacen a nivel mundial, a la que estamos presentándonos es la que más nivel de ingeniería y nivel de todo robótica, tiene (...) en todas las regionale van a competir casi 4.000 equipos, este nivel de robótica es el nivel más alto al que un país, un equipo, un club de robótica puede aspirar a competir”, remarcó.
Los 25 estudiantes que participan fueron seleccionados entre 180 aspirantes luego de pasar por evaluaciones. Tienen entre 11 y 17 años. En tanto, los mentores tienen entre 20 y 29 años, son estudiantes avanzados de carreras de Ingeniería en la UNCuyo y llegaron hasta aquí también tras una exhaustiva evaluación.
Graciela Bertancud, directora del colegio líder en la temática, comentó que promueven que los estudiantes participen de estas actividades y que valoran más el proceso que el resultado. “Porque fomentan todas las habilidades del siglo XXI: el trabajo cooperativo, la innovación, aprender a resolver problemas globales también y trabajar con gente de otras partes del mundo. Esta competencia no se gana solo, sino en alianzas, entonces hay que aprender a identificar las fortalezas y las debilidades de tu robot y las de los otros. Poder ceder algún espacio para que se puedan lograr los resultados”.
Dio como ejemplo que no es lo mismo interactuar con un hindú, entender su lógica, qué es lo que pasa en su lugar, cómo ellos han pensado resolver el mismo problema con las mismas herramientas, pero han elaborado un robot totalmente distinto.
El equipo está integrado por Marco Ruso, Lorenzo Traverzaro, Juan Pablo Pelegrina, Guadalupe Murgo, Jeremías Romere, Matías Rasmussen, Julián Bresso, Alejo Mariño, Máximo Cantú, Francisco Guerra, Santiago Caamaño, Tomás Aberastain, Evangelina Centre, Felipe Cicchinelli, Ramiro Solá, Joaquín Figueroa, Alejandro Castro, Nicolás Videla, Luca Quevedo, Evangelina Centre, Yamil Hadid, Gabriel Viotti, Lucas Rodríguez Trad, Santiago Burini y Danilo Michel, y sus mentores son Ramiro Bianchini, Melanie Martínez, Valentín Panonto, Emiliano Mirábile, Iganacio Aguilera, mentores del ITU Diego Avila, Isaac Da Rosa, Bruno Redolfi y Macarena Suárez.
La competencia
First Global, la organizadora, es una organización sin fines de lucro fundada por Dean Kamen, empresario e inventor estadounidense, con el objetivo de fomentar la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en el mundo. Para promocionar dicho objetivo, First Global celebra cada año en un país diferente las olimpíadas de robótica, en donde compiten más de 190 países. Las anteriores sedes fueron Washington, Ciudad de México, Dubai y Ginebra.
Ramiro, otro de los mentores, explicó que la competencia se hace entre tres equipos a la vez, aunque se desconoce con quién les tocará. El desafío no se cumple en el mar sino en espacios adaptados que suelen ser estadios y con elementos que simulan ser los que se hallarían en el mar.
“Todos los años la conferencia cambia la modalidad de juego, cambia el reto; este año nos ha tocado un desafío que es simulación debajo del mar. Simulamos ser robots que limpian el mar, le quitan algas a los arrecifes. Estas algas son las que contaminan y no permiten la proliferación de los arrecifes, entonces empieza a quedar menos oxígeno dentro del mar y además empieza a haber una desvariación de la naturaleza y de los animales”, relató. “Entonces -continuó- los robots quitan estas algas que ya están demasiado crecidas dentro del mar, que se simulan con pelotas, y además llevan los corales a los arrecifes, que se simulan con tubos de PVC.
Explicó que debe hacer el proceso y por último, el robot debe salir del mar, que implica colgarse en unas jaulas metálicas.
La competencia tiene dos minutos de juego. “Dentro de esos dos minutos, tenemos 15 segundos donde el robot es autónomo, con programas, sabe dónde está y lo que debe hacer totalmente autónomo, nosotros no hacemos nada. El robot tiene cámaras y con eso puede saber, entender el espacio en el que está y hace todo solo. Luego, el tiempo restante, los chicos, el operador, debe tomar un control remoto y controlarlo como cualquier carrito a control remoto.
Necesitan ayuda
Aunque ya recibieron ayuda de EntradaWeb y Somos Corpora, el equipo mendocino continúa necesitando colaboración. Además del aporte económico para costear pasajes, alojamiento y comidas, requieren materiales para la construcción del robot tales como aluminio endurecido, rodamientos, motores, MDF, acrílicos, cables, gomas, bulonería y policarbonatos. Ramiro sumó que también sería de ayuda el apoyo de empresas que corten en láser o mecanicen.
“Tenemos que pedir sponsor, porque tenemos que llegar con 25 chicos a Brasil, de ahí, si salimos ganadores tenemos que ir a Houston y tenemos muy pocos días entre Brasil y Houston para poder armar ese viaje, así que bueno, estamos pidiendo un poco de colaboración a todos”, apuntó Bertancud.
Quienes puedan ayudar pueden contactarse directamente con Graciela Bertancud al email: concursoedison@fundacionedison.org.ar
Es importante destacar que las donaciones pueden ser desgravadas de ganancias dado que la Fundación Tomás Alva Edison, de la cual depende la escuela, es receptiva de donaciones.
