El comportamiento de los perros deriva de miles de años de adaptación anterior a la formación de las razas modernas, que se distinguen principalmente por sus rasgos estéticos, según un estudio realizado en Estados Unidos.
Instituciones estadounidenses realizaron un estudio genético sobre las razas caninas y su forma de actuar, del cual surge que “la mayor agresividad, obediencia o cariño de estos animales es fruto de miles de años de adaptación, no del concepto de las razas modernas, que básicamente se diferencian por cuestiones estéticas”, informó hoy el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
Los científicos analizaron los genes de los perros actuales para así poder “ampliar el conocimiento sobre la relación entre raza y comportamiento” y utilizaron estudios de asociación del genoma completo para buscar variaciones genéticas que pudieran “predecir rasgos de comportamiento en 2.155 perros de raza pura y mixta”.
Luego, combinaron estos datos con 18.385 encuestas a propietarios de mascotas del Arca de Darwin, una base de datos sobre rasgos y comportamientos caninos declarados por los dueños.
“Para algunas características, encontramos variaciones genéticas que están significativamente asociadas a las diferencias de comportamiento”, explicó Kathleen Morril, autora principal del trabajo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos.
“La más notable incluye una región de ADN vinculada a la frecuencia de los aullidos”, dijo y agregó que “no está dentro de un gen, sino que está junto a otro posiblemente regulador, y que, en el caso de los humanos, si no va bien afecta el área del desarrollo del habla en el cerebro”.
Los resultados del estudio sobre 78 razas
En la investigación, los datos de comportamiento se analizaron en función de las 78 razas declaradas por los propietarios y de las ascendencias raciales detectadas genéticamente.
Los resultados indicaron 11 lugares específicos del cromosoma fuertemente asociados al comportamiento, aunque ninguno de ellos era específico de la raza: “Tan solo el 9% de la variación del comportamiento de los individuos estaba vinculada a ella”, explicaron.
Los investigadores proponen que los comportamientos percibidos como característicos de las razas modernas derivan de “miles de años de adaptación poligénica anteriores a la formación de la raza, y que las razas modernas se distinguen principalmente por sus rasgos estéticos”.
“La mayoría de los comportamientos que consideramos característicos de las razas modernas de perros son el resultado de miles de años de evolución, desde el lobo hasta el perro salvaje, pasando por el perro doméstico y por las razas modernas”, aseguró la coautora, Elinor Karlsson.
La capacidad de responder a las indicaciones de los humanos
Uno de los comportamientos que más predijo la genética fue la capacidad de responder a las indicaciones de los humanos, sin embargo, esto variaba “significativamente entre los perros más individuales”.
“No nos referimos tanto a la capacidad de adiestramiento en sí, como a la motivación para cumplir órdenes”, detallaron.
“El entorno y la experiencia mostraron ser un componente enorme para determinar el comportamiento de los perros”, explicó Karlsson.
También hallaron diferencias entre razas puras y mixtas en donde los genomas de los perros mestizos eran más complejos y sus niveles de endogamia más bajos que los de los perros de raza pura.
“Previamente los científicos se centraban casi siempre en los de raza pura, pensando que el ADN de los mestizos sería demasiado complicado”, subrayó.
No fue hasta el siglo XIX cuando los humanos empezaron a seleccionar a los perros por sus rasgos físicos y estéticos definitorios de la raza, hoy en día la mayoría de las razas caninas modernas se les atribuyen temperamentos característicos asociados a su función ancestral.
Por esta razón, se presuponía que la ascendencia racial de cada perro predecía su temperamento y comportamiento, concluyeron.