Investigadores de los Instituto Nacionales de la Salud del Reino Unido afirmaron que beber dos o más tazas de té al día pueden hacer la diferencia entre una vida corta o larga. Según el estudio con tan solo dos tazas de esta infusión se puede reducir el riesgo de mortalidad alrededor de un 10%.
“las personas que consumen dos o más tazas al día tenían entre un 9% y un 13% menos de riesgo de mortalidad en comparación con las que no beben té”, aseguraron los investigadores.
Los resultados de este trabajo fueron publicados en Annals of Internal Medicine, revista médica publicada por el American College of Physicians. En las conclusiones, también afirmaron que no incide en los beneficios de qué manera lo tomaron, es decir, si es con azúcar, con leche, etc. Como así tampoco influye la temperatura de la bebida.
El estudio
El estudio se realizó con un cuestionario respondido desde el 2006 al 2010 y fue seguido durante una década. También utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido, según los cuales el 85% de los hombres y mujeres del estudio de entre 40 y 69 años habían informado que bebían té con regularidad, de los cuales el 89% tomaba té negro.
Fernando Rodríguez Artalejo es catedrático de medicina preventiva y salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, y calificó la investigación como “un avance sustancial en el campo”. La mayoría de los trabajos anteriores se habían realizado en Asia, y los que habían hecho afuera eran “pequeños en tamaño y no concluyentes en sus resultados”.
“Este artículo muestra que el consumo regular de té negro (el té más consumido en Europa) está asociado con una modesta reducción en la mortalidad total y, especialmente, por enfermedades cardiovasculares durante 10 años en una población general adulta de mediana edad, en su mayoría blanca”, dijo en declaraciones a The Telegraph.
Sin embargo, el estudio no establece que el té sea la causa definitiva de menor mortalidad de los bebedores de té, debido a que había que analizar también otros factores, como si la persona tenía o no otros hábitos saludables como alimentación o deporte.
Rodríguez Artalejo sostuvo al respecto que “deberían realizarse estudios con mediciones repetidas del consumo de té a lo largo del tiempo y comparar la mortalidad de quienes no consumen té de manera sostenida con la de quienes han comenzado a consumir té o han aumentado su consumo con el tiempo, y quienes han estado bebiendo té durante años”.