Un estudio publicado en la Revista Development and Psychopathology reveló que gritar y castigar a los niños de forma violenta podría reducir el tamaño de su cerebro.
Los investigadores de la Université de Montreal, el Centro de Investigación CHU Sainte Justine y de la Universidad de Standford concluyeron que la crianza agresiva puede afectar la estructura cerebral.
Para ello, los científicos hicieron un relevamiento en una población de niños que habían crecido en un contexto de violencia, tanto física como psicológica.
En el proceso descubrieron que estos niños tenían la corteza prefrontal y las amígdalas más pequeñas que los niños que habían crecido en un entorno positivo y de respeto.
Al parecer, las estructuras afectadas son las que intervienen en la regulación emocional. Además, los gritos y castigos violentos también dañan el desarrollo social y emocional a largo plazo.
Detalles del estudio
Según indicó el sitio Websalud.es, los científicos estudiaron el desarrollo de niños nacidos entre el 2005 y el 2009. Para observar su estructura cerebral, les realizaron resonancias magnéticas anatómicas que se repitieron al llegar a la adolescencia.
Según el estudio, se comprobó que existe una relación directa entre las metodologías educacionales, la ansiedad y otras manifestaciones psicológicas en los niños y la anatomía de sus cerebros. Sin embargo, cabe destacar que el maltrato infantil reduce el cerebro, pero no así la inteligencia.