Un grupo de persona ingresó esta tarde a la Universidad Nacional de Cuyo y destruyó la muestra de arte feminista que había generado un enfrentamiento con la Iglesia.
Se trata de la obra “#8M Manifiestos Visuales” que exponía diferentes piezas que expone la crucifixión de Jesús representada con el cuerpo de una mujer desnuda y una vulva que simula ser una imagen de la Virgen María, entre otras cosas.
Las imágenes generaron polémica en la comunidad religiosa y este fin de semana salieron a denunciar que las misma “ejercen una violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos”.
A raíz de esto, este lunes por la tarde, un grupo de personas que se habían reunido a protestar contra la muestra ingresaron en el edificio de la universidad y empezaron a destrozar las piezas de cerámica.
En las imágenes se puede ver a varias personas, hombres en su mayoría, rompiendo y pintando las piezas.
La UNCuyo repudió la violencia y llamó al diálogo
A través de un comunicado, la rectora Esther Sánchez, el vicerrector Gabriel Fidel y autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo condenaron todo tipo de violencia y llaman al diálogo. “La UNCUYO, con su pluralidad de ideas, visiones y pensamientos ofrece su espacio para la reflexión. Llama a la escucha y a aceptar las diferencias en paz”, señalaron.
Agregaron además: “La misión de producción de conocimiento y formación de personas sólo puede llevarse adelante en un ambiente pacífico y de debate sincero donde el reconocimiento del otro y de sus ideas permita innovar y aportar soluciones que unan y no que distancien”.
Junta de firmas, rezos y destrozos
La muestra de arte “#8M Manifiestos Visuales” estaba expuesta en el anexo del rectorado de la UNCuyo. Se trata de una expresión artística con motivo del Mes de la Mujer que se celebra cada marzo.
Desde el primer momento, la obra generó repudio en un sector de la sociedad y este fin de semana la Arquidiócesis de Mendoza lanzó una dura crítica.
Para la Pastoral Social, la muestra de arte feminista tiene un contenido que “hiere gravemente nuestras convicciones religiosas”, tal como expresaron “numerosas personas de la comunidad universitaria y fieles en general”.
De hecho, en la Universidad iniciaron una junta de firmas para pedir que retiraran las piezas del rectorado. “Los docentes hemos reunido 800 firmas, pero la mayor cantidad la juntaron los propios estudiantes, es decir, este rechazo viene de las bases”, explicó a Los Andes la docente Mariana Calderón.
En este contexto, durante la tarde de hoy, un importante grupo de personas se reunión en hall del anexo del rectorado y rezó frente a la obra feminista.
Fue después de esta reunión, que un grupo pequeño de personas arremetió contra la obra y sin ningún reparo comenzó a destrozar las piezas.
Según trascendió, al lugar ya habían llegado algunas artistas quienes empezaron a preguntar quien se iba a hacer cargo de pagar el valor de las obras.
“Están grabadas cada una de las personas que intervinieron en este vandalismo”
Luego de los destrozos, que tuvieron lugar en el espacio de arte Luis Quesada, Sergio Rosas, secretario de Extensión Universitaria de Artes visuales de la Universidad de Cuyo, habló con la prensa.
“Está todo filmado, están grabadas cada una de las personas que intervinieron en este vandalismo”, afirmó al ser consultado por la identidad de las personas que participaron en los destrozos.
“Esta mañana estuvimos hablando con los medios, explicándoles el sentido de esta obra. Pidiéndole a la gente que leyera el texto crítico, que leyera las argumentaciones de los artistas que están totalmente alejados de la visión estrecha que tienen algunos, que simplemente se guían por el simbolismo y no interpretan la obra”, explicó a Noticiero 7.
Rosas contó que salió de dar clases y se dirigió al rectorado. Cuando vio lo que estaba pasando comenzó a grabar con su celular y uno de los manifestantes le dijo que no grabara porque había niños.
“Yo soy parte del IDEGEM y milito dentro de las minorías sexuales junto justamente con una muestra del 8M. Me dijeron ´puto´, ´carancho´, ´zurdo´, ´ya sabemos dónde vivís´”, confió Rosas.
“Cerraron las puertas y se agolpaban en los vidrios. Un grado de violencia tal que me parece fuera de control a 40 años de la democracia en la que tenemos que aprender a vivir en la diferencia”, agregó.
Rosas explicó que la obra destruida este lunes es fruto de más de un año de investigación. “Lo que tenías ahí, que son vulvas, es parte de una investigación que se está haciendo con Medicina, con los docentes de ginecología. Podés ver el código QR y te lleva a la información”, explicó.
Rosas también dijo que uno de sus alumnos había ido a ver a la obra y se encontró con los manifestantes. Este joven había registrado los destrozos y había ofrecido el material audiovisual para aportar a la investigación.