Hace más de un año en el Hospital Santa Isabel de Hungría, se inició un proceso que terminaría por cambiar la vida de una paciente de 62 años con cirrosis metabólica y abriría el camino a la recuperación a cientos de personas en toda la región.
“Para lograrlo tuvimos que implementar el programa de trasplante hepático, incorporando profesionales especializados, y logrando las habilitaciones correspondientes para la atención de los pacientes con esta patología”, explicó a Los Andes, el Dr. Alejandro De Bialoskurski, director del hospital.
Una vez habilitados, se enfocaron en capacitar a un equipo quirúrgico de excelencia, encabezado por el Dr. Jorge Aguirre, y un equipo de hepatólogos, a cargo del Dr. Omar Galdame. Ellos fueron los responsables de formar a todo el personal involucrado en el programa que fuera habilitado para la realización de trasplantes hepáticos, y de reno-páncreas. A partir de allí, fue necesario establecer convenios con financiadores y ganar su confianza. “Logramos acuerdos con la obra social de la provincia de San Juan, lo que permitió realizar el primer trasplante de una paciente proveniente de allí”, agregó.
Antes de llegar el año llegó la noticia para la paciente que ya estaba en “línea de emergencia”, lo que la colocaba primero en la lista de necesidad de un trasplante. “El órgano provino de Merlo, San Luis, y desde ese momento comenzó el protocolo de trasplante y de atención para ello, que incluyó la recepción y hospitalización de la paciente, la realización de los estudios complementarios (imágenes, análisis de laboratorio y la preparación para una cirugía de urgencia)”, sumó De Bialoskurski. La cirugía fue exitosa, y la paciente se recuperó adecuadamente, recibiendo el alta y regresando a su provincia para continuar con el seguimiento médico. “Este fue el primer trasplante hepático exitoso que realizamos en el hospital, y actualmente seguimos en contacto con la paciente para su monitoreo postoperatorio”, sumó. Un día y un mes
El proceso desde que se identificó la disponibilidad del órgano -gracias a la donación de la familia de una persona fallecida- hasta la cirugía se realizó en el mismo día. El órgano llegó desde Merlo, y la paciente ya estaba preparada para la intervención.
La paciente ingresó el 21 de noviembre y fue dada de alta el 5 de diciembre. Su diagnóstico fue “cirrosis metabólica”, y la cirugía duró 5 horas y 40 minutos.
Pero además de los servicios del hospital mencionados, se requirió de una colaboración interdisciplinaria durante todo el procedimiento, y ahora en la etapa de control y recuperación de la paciente. “Es importante destacar que, en el caso de los trasplantes, la concientización de la sociedad sobre la donación de órganos es crucial, de eso depende la disponbilidad”, sumó el Dr. Trasplantes, el próximo paso El trasplante hepático es solo uno de los procedimientos para los que está habilitado el Hospital Santa Isabel de Hungría. “Actualmente contamos con habilitación para trasplantes hepáticos, renales y reno-páncreas, y estamos en trámite para obtener la habilitación para trasplantes de corazón. Además, estamos muy bien preparados con un equipo de profesionales de alta experiencia en trasplante cardíaco, y un quirófano especializado para estos procedimientos”.
“El hospital fue diseñado para atender casos de alta complejidad, y contamos con los servicios de diagnóstico, de imagen y soporte necesarios para llevar a cabo estos procedimientos. La colaboración entre distintos niveles del sistema de salud, incluyendo acuerdos con instituciones de Buenos Aires, nos permite ofrecer una atención de calidad a los pacientes de Mendoza y otras provincias cercanas como San Juan”, sumó el profesional.
En paralelo, se avanza en la infraestructura: “también estamos trabajando en la incorporación de tecnologías como la robótica, aunque sabemos que estas tecnologías son costosas y requieren un esfuerzo público-privado para ser implementadas. Sin embargo, la capacitación de nuestros profesionales y la continua mejora de nuestros servicios nos permiten ofrecer una atención de vanguardia en trasplantes y otros procedimientos de alta complejidad”.
“Estamos comprometidos en transformar este hospital en un referente regional, lo que permitirá a los pacientes de Mendoza y provincias cercanas evitar viajes largos a otros centros de alta complejidad”, completó, De Bialoskurski
¿Cómo se prepara al paciente? Beneficios y el trabajo emocional
El Doctor Aguirre, contó que luego del trasplante se da una “recuperación progresiva, no inmediata de la función perdida, luego de una enfermedad aguda o crónica”. “El apoyo de los médicos hepatólogos que diagnostican y comienzan con el proceso del cuidado, el tratamiento inicial y hasta el momento del trasplante, no sólo del especialista, también de muchos servicios de apoyo, por ejemplo nutrición, psicología, asistencia social, etc.”
El profesional explicó que son pacientes que por su tratamiento con drogas, que evitan el rechazo del órgano, necesitan estar acompañados por un familiar permanentemente, en salas individuales y con todas las medidas de protección necesarias para evitar infecciones. “Además se requiere de un control médico multi-disciplinario y de enfermería especializada y prepara, participan todos los servicios de un hospital de alta complejidad como este”, sumó.
La donación de órganos para salvar vidas
La educación está a cargo de los institutos coordinadores de ablación, e implante (Incucai e Incaimen), pero todas las instituciones y la sociedad en su conjunto pueden colaborar en ese camino que implica generar conciencia sobre la importancia de donar, así como de prevenir enfermedades que puedan ocasionar “una camino sin retorno hacia el trasplante”.
La donación da esperanza al paciente y a una familia que espera por su recuperación. “Donar es un acto altruista que va más allá de cualquier ley y que salva vidas”, cerró el doctor Aguirre.