El abogado mendocino Sergio Salinas, quien representó a las víctimas de abusos eclesiásticos en el instituto Próvolo mendocino -por el que fueron condenados 2 curas, un monaguillo y un ex empleado-, fue parte de una histórica reunión celebrada en la ciudad de Roma a comienzos de junio.
Y es que, por primera vez, sacerdotes y expertos religiosos comprometidos en el trabajo para evidenciar y combatir los abusos sexuales cometidos por miembros del clero recibieron a la ONG mundial ECA (Detengamos los Abusos Eclesiásticos, según su sigla en inglés). Y el mandato en el que se trabajó fue más que claro: una verdadera “Tolerancia Cero” dentro de la Iglesia Católica y en estos episodios.
En 2014 hubo una exhortación y recomendación desde el Comité de Derechos del Niño de la ONU hacia la Santa Sede para abandonar las prácticas que facilitaran los hechos de abuso sexual. Además, en diciembre de 2019 el Vaticano -en un hecho sin precedentes- decidió levantar el secreto pontificio en estos episodios y con miras a combatir los ataques sexuales en el ámbito eclesiástico.
Sin embargo, desde ECA insisten en que esto no ha sido -en la práctica- más que una expresión de deseo. Y fue precisamente lo que plantearon en este encuentro, del que también participó el sacerdote Hans Zollner, integrante de la Iglesia Jesuita Alemana en Roma y director del Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana (IADC).
Además de los referentes de ECA y los sacerdotes y del IADC, también fueron parte de la reunión miembros del FBI y de la Embajada de Estados Unidos en la Santa Sede, entre otros.
El objetivo final de este trabajo es presentar un documento y una forma de trabajo unificada, centrada justamente en la mencionada “Tolerancia Cero”, para que la Iglesia Católica en todo el mundo ponga en práctica en aquellos episodios de abusos sexuales cometidos por sus miembros. La idea es presentar la propuesta concreta antes de la fase final del Sínodo del Papa Francisco, en octubre.
Entre las principales conclusiones, que serán oficializadas y ampliadas una vez que se difunda el trabajo completo, se apunta a obligar -con una metodología detallada- al obispo de una diócesis puntual a dar aviso, denunciar y aportar la información que se requiriera referida a episodios de abuso. En caso de no hacerlo, la autoridad religiosa se considerará automáticamente encubridora de los episodios.
“A raíz de los trabajos que se llevaron adelante en el Caso Próvolo, salvo la deshonrosa absolución de la última sentencia –que está en revisión y viola los estándares internacionales- el Caso Provolo nos abrió la puerta a organismos internacionales”, destacó Salinas a Los Andes.
El abogado mendocino fue elegido el año pasado como uno de los directores internacionales de ECA, y fue en ese rol que participó del encuentro. Junto a Salinas, los también abogados mendocinos Lucas Lecour y Francisco Machuca se convirtieron en miembros de ECA.
Zollner, director del Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana y miembro de la orden Jesuita Alemana en Roma, había sido designado presidente del Comité Directivo del Centro para la Protección de Menores en el Vaticano. Sin embargo, en marzo del año pasado, renunció a su cargo -con críticas a la Santa Sede-, aunque no dejó de trabajar en el tema.
“Como sobreviviente de abuso sexual eclesiástico, nunca pensé que vería el día en que los representantes de la Iglesia se unirían a los sobrevivientes para exigir el fin del abuso y el encubrimiento”, sostuvo por su parte el presidente de la junta directiva de ECA y sobreviviente de abuso sexual cometido por miembros del clero. Gemma Hickey.
“TOLERANCIA CERO” CON LOS ABUSADORES DENTRO DE LA IGLESIA
Además Zollner, de los miembros de ECA y de personal del FBI, del encuentro privado desarrollado en una de las sedes de la Iglesia Jesuita Alemana en Roma participó también Peter Beer, jefe de investigación y desarrollo del IADC.
La cumbre fue entre 6 y el 8 de junio, y los participantes encararon en conjunto el trabajo en una propuesta de nuevas políticas y leyes, que incluye la remoción permanente del ministerio al miembro del clero abusador. Esta es la columna vertebral del concepto de “Tolerancia Cero”.
“Es la primera vez en la historia de las catástrofes que generan los abusos por parte del clero que una coalición internacional de organizaciones de sobrevivientes se ha reunido con los principales líderes del Instituto para la Protección de la Infancia Iglesia Católica con el objetivo de respaldar un mandato vinculante y universal de tolerancia cero para el abuso sexual en la Iglesia”, agregó Hickey.
Además de la mencionada remoción, entre los cambios radicales en las leyes, políticas y prácticas de la Iglesia en que se está trabajando se propone la creación de una agencia independiente con autoridad para realizar investigaciones y emitir recomendaciones e informes públicos.
Se suma además la “transparencia obligatoria” durante todo el proceso, así como también sanciones severas para cualquier obispo o funcionario que no cumpla con esta política.
Desde el año pasado, ECA vienen presentando la propuesta de “Tolerancia Cero” dentro de la Iglesia y para casos de abusos sexuales eclesiásticos. En octubre de 2023 lo hicieron en la Corte Penal Internacional de La Haya, así como también en la Embajada de Bolivia y otras sedes dentro de esa ciudad neerlandesa. Y fue en estas circunstancias en que surgió la propuesta del encuentro con Zollner.
LA RENUNCIA DEL CURA ZOLLNER A SU FUNCIÓN EN EL VATICANO
En 2014, el Vaticano oficializó la creación del Comité Directivo del Centro para la Protección de Menores. Desde el primer momento, estuvo compuesta por expertos religiosos y laicos, mientras que en 2022 fue integrada directamente en la Curia y al gobierno de la Santa Sede.
Pero en marzo de 2023, Hans Zollner renunció a su función. Y, a través de un comunicado en la red social X, dejó varias críticas hacia el Vaticano y la falta de cooperación.
“Durante mi trabajo en la comisión, detecté problemas que deben abordarse con urgencia y que me imposibilitaron continuar mi misión”, destacó en dicho comunicado.
“La protección de los niños y de las personas vulnerables debe estar en el centro de la misión de la Iglesia Católica (...) En los últimos años ha aumentado mi preocupación por la forma en que la Comisión actuó para cumplir esta misión”, agregó.
Además, oportunamente Zollner cuestionó “la falta de claridad” al momento de seleccionar a los miembros y al personal de la comisión, de la misma manera en que habló de “información insuficiente” y “vaga comunicación” sobre el proceso de toma de decisiones.
Previo a la renuncia de Zollner, en 2016 y 2017, Peter Saunders y Marie Collins también habían renunciado al comité y denunciado la falta de cooperación en el Vaticano.
QUIÉN ES SERGIO SALINAS
Sergio Salinas (45)
Abogado penalista titulado en la Universidad Pompeu Fabra y Universidad de Barcelona.
Especializado en Derechos Humanos.
Docente universitario en Derecho Penal en grado en Universidad de Congreso.
Investigador de la Unión Europea.
