El merendero “Granito de Fe” es uno de esos espacios imprescindibles, que se destacan por encontrarse en el momento indicado y el el lugar justo. Nació en 2018, aunque en 2020 -y en uno de los momentos más críticos de la pandemia de coronavirus- se convirtió en un espacio de referencia y contención. Todas las semanas asiste con un plato de comida a cientos de niños y niñas y sus familias del barrio Grilli Norte, en Puente de Hierro (Guaymallén) e inmediaciones.
Su situación actual no difiere demasiado de la de la mayoría de estos espacios comunitarios, de Mendoza y del país. Ante la cada vez más creciente y aguda crisis económica y social, es mayor la pobreza, por lo que cada vez las manos que golpean las puertas en el lugar en búsqueda de alimento son más. Y los recursos, de manera inversamente proporcional, son menos.
Como si todo esto no fuera suficiente para tornar cada vez más cuesta arriba la situación, los fríos otoñales -sobre todos en los amaneceres y anocheceres- hacen más dura la situación de quienes allí viven. Ni hablar lo que será dentro de menos de 20 días, cuando comience el invierno y esas temperaturas bajo cero recrudezcan.
“Como podemos, seguimos adelante nosotros. Sin importar lo que tengamos, siempre va a haber algo para dar de comer. Siempre vamos a encontrar esperanzas y fuerzas para salir adelante”, sintetiza con un envidiable y destacable optimismo Patricia Evangelista, “Patri”, la responsable del comedor que funciona en su casa.
Patri colaboraba en otro comedor de la zona hace ya varios años. Sin embargo, cuando ese comedor estaba cerrado, los vecinos del lugar iban a pedirle ayuda o algo de comer a su propia casa. Y cada vez se fue sumando más y más gente, hasta que finalmente Patri decidió abrir su propio merendero y comedor en su hogar.
“En los últimos meses ha crecido muchísimo la cantidad de gente que viene buscando comida. Con la pandemia y después del confinamiento, mucha gente se quedó sin sus trabajos. Y las necesidades cada vez son más”, resume.
Campaña para hacerle frente al frío
Patricia agrega que el principal sostén de “Granito de Fe” son los voluntarios que ayudan con colaboraciones, ya sea de mercadería o dinero. Pero la calle está cada vez más difícil, y la mercadería cada vez más cara. Por eso es que han iniciado una campaña solidaria para intentar recolectar comida, mercadería y ropa de abrigo.
“Hoy, más que nunca, necesitamos ayuda para poder seguir ayudando. Cada granito de arena nos permite seguir con esta solidaria labor”, contó Patricia.
En cuanto a lo que necesitan y están buscando por medio de donaciones, se destaca mercadería y alimentos (arroz, azúcar, fideos, galletas, aceite, leche, harina, entre otros productos), así como también elementos de limpieza y tocador.
Teniendo en cuenta las bajas temperaturas, además, están recolectando también frazadas, ropa de abrigo, camperas, calzados y medias.
“Cualquier ayuda que nos pueda llegar, va a ser muy agradecida y aprovechada”, contó Patri.
Quienes puedan colaborar puede comunicarse con Patricia, del merendero “Granito de Fe” al celular 2612434130.