Un merendero de Guaymallén pide ayuda para poder festejar el Día del Niño

Se trata de “Huellitas de amor”, que corre el riesgo de no poder celebrar el domingo 21 por falta de donaciones. Piden juguetes en buen estado y alimentos no perecederos. Cómo ayudar.

Un merendero de Guaymallén pide ayuda para poder festejar el Día del Niño
Noelia Poblete reconoce que la situación es compleja para sus vecinos y no logra reunir las mismas donaciones que recibía. Foto: archivo / Los Andes

El merendero “Huellitas de amor”, fundado por Noelia Poblete en el barrio Pedro Molina 2 de Guaymallén, necesita de manera imperiosa la ayuda de la comunidad para poder continuar subsistiendo y celebrar el Día del Niño el próximo domingo 21 de este mes.

Madre de siete hijos, Noelia fundó durante la pandemia este espacio para los niños del barrio que deambulaban sin su ración alimentaria diaria. Así creó “Huellitas de amor” con la ayuda de otras mamás solidarias. Comenzaron a recorrer negocios y domicilios particulares y brindaron la merienda para alrededor de 150 niños. En agosto del año pasado, gracias a las donaciones de la comunidad, se celebró el Día del Niño con un hermoso festejo y obsequios para los más chiquitos.

“Sin embargo, este año nos sentimos realmente desesperados. La pobreza aumentó y los comestibles no se pueden comprar. Es muy escasa la gente que está en condiciones de donar, por eso apelamos a la comunidad para que nos dé una mano a pocos días de celebrarse el Día del Niño”, pidió Noelia a Los Andes.

La necesidad más extrema es de alimentos no perecederos (fundamentalmente leche, azúcar, cacao, té, café, aceite, levadura y harina) y juguetes nuevos o usados en buen estado para que nadie se quede sin su regalo del Día del Niño.

“Estamos ´ahorcados’, como suele decirse. Recorremos los domicilios del barrio caminando junto a un grupo de voluntarias pero volvemos casi siempre con las manos vacías. Entiendo a la gente que cada vez se le hace más difícil colaborar. Pido por favor a las personas de Mendoza que nos ayuden a seguir subsistiendo”, clamó la fundadora del merendero.

Más allá de las necesidades de cara a la próxima celebración, Noelia ha dejado de recibir ropa, calzado y frazadas. “Todo esto para el invierno es fundamental, así que seguimos pidiendo”, apuntó.

Una obra de amor

En el inicio de la pandemia, ella sintió en su corazón el dolor propio y también el ajeno cuando en su barrio faltaba lo básico, como el alimento. Ella era apenas un grano de arena en medio de un sector con penurias extremas. Así, puso manos a la obra por iniciativa propia: buscó otras madres con manos voluntariosas y empezó a recorrer negocios vecinos para conseguir donaciones por pequeñas que parecieran.

Y también fue casa por casa a observar cuántos chicos había en el barrio, en cada familia; si comían; si iban a la escuela.

En un hogar humilde donde vive junto a su madre y su puñado de hijos, una tarde elaboró rosquitas para ofrecer con el té a los niños de la cuadra. Así, sin pausa empezaron a llegar más y más chicos que requerían desde ropa y abrigo hasta una taza de leche.

Noelia se convirtió, en definitiva, en la fundadora y líder del merendero “Huellitas de amor”, que surgió en medio de otros tantos que han abierto durante esos tiempos difíciles de cuarentena.

Sin embargo, aún le falta mucho para armar la estructura que necesita. Por eso es fundamental contar con tablones, mesas, sillas, vajilla, ropa de abrigo, calzado, alimentos no perecederos, colchones, frazadas, garrafas, cocinas y materiales para la construcción.

“Por ahora elaboramos todo en la pequeña cocina de la casa donde vivo, que es de mi mamá. Entre todas compramos la garrafa y tratamos de hacerla durar al máximo”, relató.

La convicción de continuar adelante, cueste lo que cueste, sigue firme y el proyecto no va a detenerse. “Pero insisto, es fundamental que nos ayuden. Sabemos que mucha gente tiene lo que pedimos en sus casas, en desuso, y para nosotros sería importantísimo”, reclamó.

Noelia sueña con cerrar un espacio donde contener a los muchos chicos que continúan asistiendo. “Cada vez son más”, dijo. Hoy las mamás preparan sopaipillas, buñuelos, tortas y roscas que acompañan con lo que en ese momento tengan a la mano. Puede ser mate cocido, té o chocolatada.

En una pequeña piecita Noelia se amontona junto a Aisha, Bautista, Ian, Sheila, Alan, Lautaro y Brandon, que tienen entre 6 y 17 años. De todos modos, cuando el corazón es grande, dice Noelia, la solidaridad aflora casi instantáneamente. Con esa premisa sigue soñando en grande. “Sabemos que lo que necesitamos llegará y pronto”, se esperanza.

¿Dónde está?

El merendero se encuentra en calle Bravo 3345, entre Bolivia y Ecuador, en la casa 3 de la manzana 24 del barrio Pedro Molina 2, en Guaymallén.

¿Cómo donar?

El contacto de Noelia Poblete es 2616 30-4301 y el CVU 0000007900273344557644 / Alias: NOELIAPOBLETE55.UALA / CUIT: 27334455764

¿Qué necesitan?

Juguetes nuevos o en buen estado y alimentos no perecederos. También tablones, mesas, sillas, vajilla, ropa, frazadas, zapatillas, útiles escolares y materiales para la construcción para cerrar un espacio.

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