Una crítica situación a causa de los reiterados robos y actos de vandalismo viene padeciendo el Jardín Maternal SEOS JP-033 Arco Iris, dependiente de la Fundación Coloba, un espacio preparado para la primera infancia dentro de la comunidad del oeste de Godoy Cruz.
El último hecho delictivo fue anoche, cuando delincuentes palanquearon la puerta del lavadero de botellas, que pertenece al sector de huertas, y tras cavar robaron un aparato que brinda la electricidad al CAE, cooperativa Los Triunfadores y la radio comunitaria, todas áreas dependientes del lugar.
Carolina Escobar, directora del jardín, dijo a Los Andes que durante toda la noche el personal estuvo pendiente del teléfono. “Les pedimos a los vecinos que nos informaran cualquier situación extraña para llamar a la policía, pero el daño estaba hecho y van muchos durante el año”, dijo.
Arco Iris pertenece a una fundación sin fines de lucro que trabaja en el sector hace más de 40 años y en cuyo centro educativo concurren a diario más de 300 niños.
“Los últimos tiempos hemos venido viviendo situaciones de robo, lo que nos lleva a que las actividades sean más precarias”, dijo Escobar, que lleva más de 11 años trabajando en el lugar.
El lugar cuenta con una radio comunitaria llamada El Aguaribay y uno de los cables principales para poder transmitir también lo sustrajeron hace un tiempo. De la fundación también dependen otros centros educativos además de Arco Iris, como Jarillitas, en Los Barrancos, y Puentecitos, en Los Cerrillos.
“Es decir, la fundación brinda respuesta en tres comunidades diferentes pero siempre con un mismo objetivo. Estamos cansados de tantas situaciones de este tipo y hemos dicho basta”, subrayó, para agregar que durante el día de hoy, si bien hubo una reunión para coordinar los pasos a seguir, no se dictaron clases.
La radio se había creado para que los niños se expresen a través de la palabra.
“Hacían programas y era muy importante. Nos robaron los cables de audio y sonido, que tienen un valor de 200 mil pesos y, al día siguiente, el cable coaxil, que cuesta alrededor de un millón de pesos. No pudimos seguir transmitiendo”, indicó.
Acotó: “Nada hizo que bajemos los brazos pero no podemo recuperar esos materiales ya que somos una fundación sin fines de lucro y todo evento o juntada de dinero es para solventar otras cosas”.
En el último robo, el de anoche, así como en los anteriores, se estima que tuvieron el fin de sustraer cobre y sus derivados.
“Quiero aclarar que tenemos el acompañamiento del municipio, que entendió la situación y donó los materiales para levantar una medianera de 18 metros de largo por 3 de alto. Estamos trabajando en conjunto”, sostuvo.
“Hoy decidimos que no hubiera actividad pedagógica ni educativa, pero sí nos reunimos para trabajar para y por la comunidad. Estábamos precisamente trabajando de cara a la fiesta de fin de año y sentimos que colocamos curitas sobre las heridas. Necesitamos visibilizar lo que nos está sucediendo”, dijo la directora.
“Dijimos basta y quisimos dar a conocer esto. Los chicos son el futuro y en una asamblea comunitaria entre el personal docente y los directivos llegamos a la conclusión de que no podemos seguir así, con robos a diario”, concluyó.
El lugar posee, además de la radio, una huerta, una sede de apoyo escolar con aula satélite, un Cens para que los adultos finalicen sus estudios y la cooperativa de trabajo Los Triunfadores. Todos estos espacios necesitan electricidad, algo que no se puede suministrar ahora sin cables.
“Se hacen muchas obras maravillosas, necesitamos que se nos cuide”, finalizó, para recordar que en mayo sufrieron otro duro golpe cuando robaron en el quincho el material de danza y de atención temprana.
“Ya no se pudo dar clases allí porque nos quedamos sin puertas, aberturas ni rejas. Vamos ‘tapando agujeros’ y haciendo lo que podemos, buscándole la vuelta para seguir adelante a pesar de todos los obstáculos que se nos interponen en el camino”, concluyó.