Definitivamente Uspallata es un punto estratégico. A unos 100 kilómetros de la Capital y pegado a la Alta Montaña, el valle cordillerano posee innumerables sitos por conocer. Por ejempo, por la ruta 7, en 40 minutos y en auto, uno puede estar pisando la nieve si se dirige al Oeste o en el lago de Potrerillos, si toma hacia el Sureste.
Desde del centro uspallatino, por calle Las Heras al Este (ruta 13), en menos de 15 minutos podrá llegar hasta el cerro Siete Colores y si toma hacia el Norte tendrá la posibilidad de tomar la ruta 149 para conocer San Alberto, el parque arqueológico de Tambillos y hasta animarse a cruzar a San Juan. La otra opción es la ruta 52, que lleva a Paramillos y Villavicencio, pero a pocos minutos de la villa uspallatina se encuentra el museo Las Bóvedas y el cerro Tunduqueral para visitarlo.
Justamente a estos dos últimos sitios el municipio de Las Heras ha programado visitas guiadas para este mes, aprovechando que el valle, si bien se siente el rigor del invierno, posee un microclima que permite el desarrollo de actividades al aire libre gran parte del año, incluso en la estación más “hostil”. Las Bóvedas son construcciones que datan del siglo XVIII, de la época de los jesuitas, utilizadas para fundir metales, hierro, plata y oro especialmente, extraídos de la zona.
El cerro Tunduqueral se encuentra unos kilómetros más hacia el Noreste de Las Bóvedas y también se accede por la ruta 52. El municipio informó que dejó inaugurado un sendero nuevo, más largo, para permitir un paseo más amplio, de casi tres horas. Pero lo más importante del paseo es la observación de los petroglifos. Se trata de figuras humanas y otras representaciones que fueron inmortalizadas con un elemento de percusión en épocas precolombinas.
Se piensa que esta pieza de arte rupestre de más de 400 figuras tiene más de mil años y la zona fue un sitio muy importante desde el punto de vista espiritual de aquellas poblaciones originarias de estas tierras.
Los antiguos pobladores y los incas lo consideraron sagrado y el lugar era utilizado en ceremonias femeninas: las representaciones estarían vinculadas a la historia y el rol de la mujer en la sociedad, y todas las niñas que comenzaban a ser mujeres debían ingresar al sitio.
Mística energética
Poco antes del ingreso al cerro Tunduqueral, el visitante se encontrará con una gran piedra al costado de la ruta, sobre el lado Norte, e inmediatamente se preguntará cómo llegó allí esta gran piedra. Es algo que no tiene respuesta y muchos aseguran que se trata de una piedra energética.
El guía turístico Diego Martín Ortiz comenta que toda la zona tiene esa mística energética y de alto valor patrimonial, arqueológico y cultural. De hecho, hace dos décadas, una comunidad que se reconocía de origen huarpe se instaló en terreno sobre la ruta 149 y allí reside actualmente.
En su blog Huellas Cuyanas, Enrique Guerrero describe algunos de los paseos que promociona el municipio de Las Heras, con detalles históricos del museo Las Bóvedas, el cerro Siete Colores y la piedra energética.
Sobre Las Bóvedas, Guerrero señala que a finales del siglo XVIII y hasta principios del siguiente se fundió la mayor cantidad de plata, extraída en las minas de Los Paramillos, Rosario San Lorenzo, con una sobreexplotación tal que durante los primeros cinco años muchas de ellas ya se habían agotado. Y agrega que la fundición de metales para la corona comenzó en 1774.
En relación a la piedra energética, muestra en su blog un cartel que fue colocado en el sitio que indica que se denomina Piedra de Osiris, ubicada en la Cordillera del Tigre (Hemisferio Sur) y que se trata de un lugar de meditación.
En el Gran Mendoza, cerca del camino al cerro Arco (El Challao), también en Las Heras, hay otra piedra energética y a ese lugar se denomina Isidris.
Sobre el cerro Siete Colores, el municipio lo destaca como uno de los lugares a visitar este invierno. Se trata de la versión mendocina del sitio de Jujuy. Por la ruta 13, camino a Mendoza, a menos de 10 kilómetros de la villa de Uspallata, se encuentra el cerro formado por sedimentos de distintos minerales que le dan esa tonalidad de colores. Es un cerro de baja altura y se puede practicar senderismo.
El intendente Daniel Orozco hizo hincapié en el potencial turístico del departamento y señaló que el turismo de naturaleza y las actividades al aire libre son tendencia. “Por supuesto que montaña y nieve está en la preferencia de grandes y chicos para las vacaciones de invierno. Esta temporada el tiempo viene acompañando favorablemente y esperamos lo siga haciendo porque es un atractivo fundamental ¡pero no el único!”, dijo en referencia a la amplia oferta que presentan este año.
Rodrigo Pérez Esquembre, director de Turismo de Las Heras, señaló que Uspallata ya cuenta con reservas que rondan el 75% para este mes. Destacó que este oasis de montaña, alimentado por los arroyos Uspallata y San Alberto, es uno de los destinos favoritos de numerosos turistas nacionales e internacionales.
Se trata de un punto geográfico excelente en el que los turistas se pueden alojar y acceder hacia las villas cordilleranas de Alta Montaña y Chile por la ruta 7 y hacia San Juan por la ruta 149 (observatorio astronómico) con Barreal y Calingasta como atractivos.
Comentó que desde este mes se sumarán las visitas guiadas a Puente del Inca. “En Uspallata y Alta Montaña se pueden realizar numerosas y entretenidas actividades de forma recreativa, como así también de mayor complejidad deportiva. Se suman algunas propuestas innovadoras como trekking con raquetas para nieve, escalada en hielo, esquí de travesía, ascensos invernales, cursos de montañismo, campamentos y turismo minero”, completó Pérez Esquembre.
Visitas guiadas
Desde el municipio informaron que organizarán actividades gratuitas (senderismo, bicitour) y visitas en los sitios históricos en Las Bóvedas y cerro Tunduqueral en Uspallata y en Puente de Inca (Instagram: lasherasturismo Web: lasherasturismo.com )