Todos los caminos condujeron a Damián Ortiz, docente de pura vocación, a quedar como uno de los 23 semifinalistas del concurso “Docentes que inspiran”, organizado por Clarín & Zurich y que busca movilizar a toda la comunidad a favor de una mejor educación con historias inspiradoras de maestros y profesores excepcionales que dejan una huella decisiva en sus estudiantes.
Damián tiene 36 años, reside en Ciudad, está casado y es papá de un bebé. Resultó seleccionado entre 4.000 postulantes de todo el país como resultado de varios proyectos innovadores que implementa en el aula, incluso antes de la virtualidad que nació a raíz de la pandemia.
Entre esas iniciativas figura un canal de YouTube denominado “Matemáticas Positivas”, que tiene más de 4.000 suscriptores y, en algunos casos, más de 100.000 reproducciones. En síntesis, Damián es un “profe youtuber”.
También organizó un programa a través de la FM 103.3 Radio El Camino, donde ofició de conductor, para que sus explicaciones llegaran a gente adulta o sin adecuado acceso tecnológico.
Su accionar no termina allí: es operador educativo en temas de prevención de adicciones y suele participar activamente de charlas y capacitaciones sobre acoso escolar y otras problemáticas que se registran en el ámbito escolar.
Finalmente, impulsa torneos de ajedrez y promueve otros entretenimientos y juegos didácticos como estrategia educativa para salir de la rutina y de lo convencional.
“Nunca había pensado en inscribirme, pero me alentó una docente, Carmen Laffont, que también fue semifinalista el año pasado y aquí estoy, con muchas expectativas”, se esperanzó, en diálogo con Los Andes, para definirse como un docente que intenta motivar y trabajar las emociones en el aula.
Se recibió de profesor de Matemática hace 12 años en la Escuela Normal y actualmente está cursando la Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), carrera que cumple a distancia.
Buena parte de su trayectoria la realizó en distintos CENS, es decir, escuelas para adultos, aunque también dio en secundarios. Entre estos establecimientos figuran los CENS 3-500 “Pr. Anselmo Morales”, Maipú; CENS 3-437 “Prof. Dante Bufano”, Luján de Cuyo, y la Escuela Técnica 4-039 “Cruz de Piedra “, en Cruz de Piedra, también de Maipú. No obstante, tras muchos años en esos establecimientos, fue designado recientemente en otros dos más cercanos a su domicilio, los Cens 3-406 y 3-458, a escasas cuadras de su casa.
“Antes de la pandemia los estudiantes del CENS de Maipú me pidieron si podía grabar mis clases, algo que me pareció novedoso. Accedí pese a que no tenía mucha experiencia y así, con el tiempo, surgió en canal de YouTube que empezaron a ver en otros países y a replicarlo en varios lugares”, relata Damián, para agregar que, sin querer (porque por entonces la pandemia estaba lejos) resultó un “adelantado”.
“El canal representa una manera didáctica de enseñar y se enganchan muchísimo. Inclusive, a través del videojuego Fortnite, explico matemática de una manera más divertida. Muchos colegas de Buenos Aires me llamaron y compartieron estos tutoriales”, agregó.
Lo mismo hizo con torneos y explicaciones de ajedrez, que sumaron muchísimos adeptos. Más tarde, se convirtió en conductor de una FM que llegaba a personas con escaso acceso a la tecnología, es decir, familiares o allegados de alumnos con deseos de aprender.
“Seguimos con el programa, pero ya no soy conductor porque en el medio nació mi bebé y tengo más ocupaciones”, comentó, esperanzado por pasar a la siguiente instancia, donde se elegirán los últimos seis finalistas. Se entregarán 2 millones de pesos en premios: dos menciones especiales de 500 mil cada una, y el Docente Inspirador del Año recibirá un premio de un millón de pesos.
Damián está casado con Yamila Molina, quien trabaja en la Penitenciaría, y es papá de Elián, que tiene poco más de un año.
La lucha por el salario docente fue otro de los temas que abordó este profesor innovador mendocino de pura cepa. “La gratificación la recibimos en el aula de manera permanente, pero hace falta la valoración económica. Es importante reclamar por un sueldo digno y que se visibilice la realidad de tantos educadores poco reconocidos desde el punto de vista económico”, subrayó.
Insistió en que si bien los premios y reconocimientos representan un verdadero halago y un “mimo al alma” para cualquier docente dedicado, se deben abonar sueldos acordes a la realidad del país. “Porque la motivación debe llegar desde distintas áreas”, advirtió.
Soñar despierto
Damián no puede dejar de imaginar en qué destinaría el premio en caso de que resulte docente inspirador o merecedor de una mención. “Por supuesto que deseo seguir capacitándome, aunque las necesidades en las escuelas son numerosas a la hora de promover la parte lúdica”, ejemplificó, para agregar que, en muchos casos, las escuelas no están debidamente equipadas en tal sentido.
“Si tengo que soñar, pienso en juegos de ajedrez para promover más campeonatos, instrumentos musicales y muchos elementos más. Los estudiantes tienen un gran talento, habilidades y capacidades pero no siempre tenemos materiales para ofrecerles”, reflexionó.
Tiempo atrás, como voluntario de la Fundación El Camino, donde participó de un programa denominado “Talentos sin Drogas” comprobó lo mucho que había por hacer en cuanto al capital humano: arte, teatro, fotografía, música.
“Organizábamos concursos pero no siempre en los salones de usos múltiples existían elementos y herramientas para fomentar esas actividades. Por eso, insisto, volcaría el premio en herramientas para desarrollar habilidades”, concluyó.