“Hay hombres que luchan un día, y son buenos. Hay otros que luchan un año, y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles” (Bertolt Brecht).
Parafraseando al dramaturgo Brecht, entonces, la Asociación Tras-Pasar es de esos actores que han llegado para “luchar toda la vida”, por lo que está entre los y las “imprescindibles” de cualquier sociedad.
Por esto mismo, entonces, es que la inauguración de la “Casita de Tras-Pasar”, esa misma que brinda un techo y refugio a niños que están en tratamiento oncológico y a sus familias -cuanto están lejos de sus hogares-, no hace más que reforzar este rol clave.
“Hay chicos que vienen hasta el hospital con sus padres desde muy lejos, y muchas veces tienen una consulta por la mañana, la sesión de quimio unas horas después, y se suma a que -si se les pasa un colectivo- tienen que esperar hasta la noche para el próximo. Y todas esas son familias que suelen quedarse haciendo tiempo en la Terminal. Para ellos es que se pensó ‘La Casita Tras-Pasar’”, describe Mercedes Carrión, presidenta de la asociación que lleva el mismo nombre de la casa y que ya lleva 14 años acompañando y asistiendo a niños con tratamiento oncológico y sus familias.
La Casita de Tras-Pasar está pensada como un espacio de confort y comodidad al que recurrir en horas del día. Cuenta con una habitación, una cocina con espacio para preparar el almuerzo, un baño, una sala de juegos para los chicos y un espacio común para relajarse, tomar unos mates -por ejemplo-.
Además, en el lugar también, hay un consultorio con los servicios de una psico-oncóloga pediátrica y una psicóloga.
“El tener que venir al hospital para una sesión de tratamiento es una situación dura de por sí. Ni hablar, encima, si los padres y los niños tienen que hacer tiempo boyando en la calle hasta que puedan tomarse el micro de vuelta. Conocíamos la necesidad de inaugurar este espacio”, agrega Mercedes.
La Casita de Tras-Pasar se encuentra en Guaymallén, a menos de 5 minutos del Hospital Notti, que es donde completan su tratamiento oncológico cerca de 150 chicos y chicas que son contenidos por la asociación.
EL AMOR COMO HOGAR
Si bien la idea de La Casita de Tras-Pasar es algo a lo que Mercedes Carrión le venía dando vueltas desde hace ya varios años, en enero comenzó a materializarse el proyecto. Y a partir de mayo ya está operativa.
“La Casita de Tras-Pasar siempre fue un sueño para poder materializar el amor de todo el trabajo que venimos haciendo hace 14 años. En ese tiempo de trabajar en cáncer infantil hemos visto las necesidades, y sabemos que inaugurar esta casa es parte de entender esa necesidad”, sigue la referente de Tras-Pasar.
El espacio de asistencia se ubica en calle 25 de mayo 1.151, Dorrego (Guaymallén). Y, según palabras de Carrión, viene a aportar la cuarta pata que faltaba en todo el trabajo de contención y acompañamiento que Tras-Pasar comenzó allá por 2010 y que actualmente abarca a casi 160 niños.
“Se hacía un trabajo maravilloso con la familia dentro de los hospitales, pero a la vez notábamos que muchos papas venían desde lejos. Y, hasta que podían volver, quedaba todo ese tiempo muerto sin tener donde pasarlo”, grafica.
ASISTENCIA PSICOLÓGICA
Al igual que el trabajo de acompañamiento y asistencia que hace Tras-Pasar, el uso de las instalaciones de la casa no tiene ningún costo para quienes asistan a ella. De hecho, está pensada como un servicio que brinde soluciones a quienes no tienen los recursos suficientes.
La presencia de una psico-oncóloga y de una psicóloga también resulta indispensable para los niños y sus padres.
“Nos hemos encontrado con la dura realidad que les toca atravesar a los sobrevivientes. Un niño que, gracias a Dios, sale y tiene que reinsertarse, pero se encuentra con que su vida cambió por completo porque estuvo fuera de la escuela o, quizás, porque precisó de una amputación. Suele ser difícil el impacto, por ello es clave el trabajo psicológico”, sigue Carrión.
La Casita de Tras-Pasar ofrece, además, clases de apoyo escolar para chicos de primaria y secundaria que se encuentran atravesando el tratamiento.
“Algo que me llena el corazón es que los chicos tienen ganas de venir a la Casita. Los padres me llaman diciendo que los chicos quieren ir a jugar a la casa, porque es un espacio de amor. Las familias vienen a pasar el tiempo, muchos padres que están en tratamiento con la psicóloga. O a veces simplemente quieren venir a darme un abrazo”, destaca, emocionada, la referente de Tras-Pasar.
“¡Qué mejor que tener un espacio donde la gente, en vez de querer irse, quiere llegar! Esto se suma a que el tránsito por esta enfermedad no sea tan difícil”, concluye.
CLASE DE ZUMBA Y OTRAS FORMAS DE AYUDAR A LA CASITA DE TRAS-PASAR
Evelin Serrano es instructora de Zumba y mamá de Benjamín, un niño de 5 años que -de no mediar inconvenientes- recibirá el alta de una leucemia linfoblástica aguda en febrero de 2027. Benja ya completó la quimio, por lo que actualmente está yendo a control al Hospital Notti.
Tras ser diagnosticado cuando solo tenía un año, Benja ya completó las sesiones de quimio y está haciendo vida normal, yendo al jardín y atravesando la experiencia en volver a adaptarse.
“Conocí a la Asociación Tras-Pasar durante el tratamiento de Benja, ahí vi que Mercedes permanentemente entra a las habitaciones, siempre está atenta a lo que necesitamos, y siempre ayuda. Por eso intento ayudarla cada vez que puedo”, describe Eve.
Y es que está organizando una clase solidaria de Zumba que se va a desarrollar este sábado, 19 de octubre, en la Bodega Don Bosco (Rodeo del Medio, Maipú) y a partir de las 16.
“La entrada son dos alimentos no perecederos y lo recolectado va a ser para la Casita de Tras-Pasar. Lo que más se necesita es leche, aceite, conservas, galletas y papel higiénico. Y va a haber una degustación de vinos”, explicó la instructora de Zumba.
Quienes quieren participar deben inscribirse previamente al teléfono 2617733693.
De forma periódica también se puede colaborar con la Casita de Tras-Pasar. Uno puede asociarse y, mensualmente, donar el monto que considere.
“Es muy grande la demanda, y es importante que la gente entienda que, quizás, una donación de 2.000 o 5.000 pesos no cambia mucho en ellos. Pero para nosotros, cada persona que pone ese monto nos permite que las familias estén mejor y tengan alimentos o posibilidad de traslado”, cierra Mercedes Carrión.
Quienes puedan colaborar, pueden hacerlo a través de https://asociaciontraspasar.org.ar/ (web de la asociación) o con una donación directa en Mercado Pago.